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Me Cago En Mi Vida

Martes de Carnaval (dva)

Martes de Carnaval (dva)   Al terminar el acto tenemos un cocktail... la principal razón para asistir: Comida gratis ¡Y paga el Ministerio! (o el jefe... la verdad es que me da igual quién pague yo he venido a comer gratis). Me hace gracia el origen de la palabra cocktail, si el planeta de origen de los gatos alienígenas de Wingcommander era Kilrath (Kill+Rat), entonces lo de cóctel (lo pongo así por decoro... Cock + Tail...) Es aquí donde mi labrada experiencia en el CESEDEN y en actos vinculados a embajadas y Ministerios brilla como el Sol en pleno mes de Agosto (pero fuera de Las Palmas porque allí con la Panza de Burro no brilla nada...): Cómo comer a dos manos, a carrillos llenos, y pillar toda cerveza que pasa por mi perímetro de proximidad sin parecer un huno saqueador de ciudades es todo un arte. Hacerlo mientras mantienes una sesuda conversación con desconocidos trajeados y explicas a los compañeros que no vas a salir a fumar porque estás ocupado (en pocas palabras: ¡Calla! ¡Estoy comiendo!) lo eleva a la categoría de arte.
Los redactores de verdad tienen que ir a pillar declaraciones (y no sé para qué... quizá para pillar a los peces gordos hablando con la boca llena... ¡Hay que comer por ellos! Es lo que me decían los curas en el comedor del cole: Hay niños en el Tercer Mundo que mueren de hambre... tienes que comértelo todo (sí, no sea que vengan aquí a por mi papeo) ¿Ves para lo que sirvió mandarme a estudiar con curas, Mamá? ¡Para dejar a esa panda de estirados sin nada que llevarse a la boca! ¡Todos al Burger que aquí hemos acabado con el jamón y la empanada!
Mientras me nutría a base de bien, mi jefe directo iba haciendo contactos, presentándome gente... yo guardaba tarjetas de desconocidos con los que, al parecer ya había hablado por teléfono... esto es como el ligoteo pero con más sorpresas. ¿Te has dado a conocer? Me pregunta. En ese momento, un significado rebuscado de la expresión acude a mi mente: Lo vi en la serie Friends: Darse a conocer = Enseñar accidentalmente los testículos en público. Respondo con la boca llena. Algo he hecho.
Tan sólo quedaba la foto de grupo y recoger los bártulos. Ahí se notó que mi jefe de sección había hecho la mili... qué manera de doblar la bandera del patrocinador del acto (CEPSA)... sentí ganas de hacer como que tocaba la corneta... mi parodia del Silencio (creo que es el homenaje a los caídos) está muy lograda... algo parecido a lo que aparece en Jarhead. Como habréis visto ya en las imágenes, a la hora de la foto de grupo dejo de lado comadrejilmente a los compañeros y me cuelo entre las macizas... más que nada para tener un recuerdo entrañable del momento.
A la salida, el jefe invita a comer... más que nada porque algunas comadrejas figurantes (entre las que me incluyo) no han dejado nada para los que tenían que tomar declaraciones y a quienes se daban a conocer. Así, que me veo lleno hasta los topes camino de un restaurante cercano a la redacción mientras el jefe de mi sección nos cuenta su mili. La excusa fue que le pidiese un día para hacer el examen de habilitación para Vigilante de Seguridad... el título de su disertación: Típica paranoia del control de accesos en una Prisión Militar.
Durante el almuerzo (algunos nos limitamos a una caña) me sablean el tabaco, y alguien hace un chiste Golfo, tú entre polvo y polvo fumas cartones... respondo con una improvisada ráfaga de comentarios en los que debí intercalar la palabra comadreja unas seiscientas veces... tanto fue así que uno de los compañeros me preguntó si ese noble animal era mi mascota preferida y amenazó con aplicarme un latiguillo(es decir, apuntar mi nombre en una lista pública y añadir una X cada vez que me oyese decir “comadreja”... de poco sirvió dar explicaciones sobre mi admiración por Scott Adams, he prometido no usar esa palabra en un par de días). La cosa acaba ahí: A la hora de los postres aprovechamos para poner verdes a los profesionales más famosos del sector, y un servidor cuela un par de anécdotas del CESEDEN: Las historias de Generales atraen mucho la atención de los profesionales de la comunicación de masas. Eso sí: Prohibido quitarse la chaqueta. Mi camisa (planchada la noche anterior) se ha revelado contra el gesto hipócrita de fingir juventud y luce sus arrugas al abrigo del traje. ¡Tengo que comprarme una tabla de planchar antes del próximo acto!

 

 

3 comentarios

Golfo -

¿La empresa? Ahora que me acuerdo de cierta visita al Centro de Satélites de la base de Torrejón... sí era... \"Ya nadie quiere trabajar en esta empresa\"

Golfo -

Cierto, ni comparación. Desde que me dieron el título creo que he perdido peso.

¡Gracias por Escribir!

Anónimo -

Joerrrr......"pa" agapes de valvula..esos a los que tengo que asistir por imperativo legal...(paga minisdef)...acuerdate de la Catedra de marras...La del Borbón(es que soy de la empresa.....aclaro)