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Me Cago En Mi Vida

Martes de Carnaval (eno)

Martes de Carnaval (eno) En el maravilloso mundo de la seguridad privada, al acto de cambiarse de ropa para ponerse el uniforme o para "maquearse" de calle se le denomina disfrazarse. Recuerdo que con el motivo del Martes de Carnaval, me preguntaron en la redacción de qué me había disfrazado... era evidente: de PROSEGURata. Este pasado Martes sí que ha sido de Carnaval... de traje de raya diplomática. ¡Menudo disfraz! Y de hecho menudo carnaval que hemos montado en el Ministerio de Industria con motivo de la entrega de los premios TecNet 2006.
Podría haber ido a la hora que entraba el público, ¡Podría haberme ahorrado un montón de tiempo de espera! Pero no, alguna comadreja de la empresa me dijo que había que ir primero a la redacción para (supongo que como quien no quiere la cosa) cargar algo. No sólo no me tocó cargar nada, sino que además el jefazo pagaba los taxis... hmmm la cosa pintaba bien. Era como esa secuencia de American Psycho, en la que varios ejecutivos empiezan a picarse en un despacho para ver quién tiene la mejor tarjeta de visita. Tarjetas... ninguna, pero todos bien trajeados... comparándose y tal.
¡Por Dios! ¿Era el único que tenía la impresión de estar currando en el Corte Inglés? Estaba en mi puesto de todos los días vestido de Neo, deseando que Tambor o Tanque o Bamby Bliss (o como coño se llamase mi operador) me teletransportase fuera de Matrix para sentarme delante de la tele en chandall con una lata de cerveza en la mano, cuando alguien interrumpió mi sesión de tocamiento ruidoso del teclado para fingir que trabajo para señalar que teníamos que irnos... abajo a fumar, porque había que esperar aun más.
Tras largos minutos de hablar de moda masculina como si hubiésemos secuestrado a toda la plantilla de una corporación japonesa en un rascacielos de Los Ángeles, y de mostrar orgulloso el objeto del día (mi pitillera con el emblema de la KGB... comprada en un mercadillo de Sofia), la fase dos de la OPERACIÓN TECNET se puso en marcha: Taxi al Ministerio, entrada y nuevas sorpresas. Nuevas sorpresas como el equipo de vigilantes con uniforme clavado al de PROSEGUR (deben ser legión las pequeñas empresas que han plagiado el diseño del uniforme).

¡Oh Sorpresa! Los miembros de la plantilla obligados a asistir al acto pese a no tener función alguna (vamos los figurantes) no estábamos en la lista... era el momento de las coñas a la hora de recibir el carnetito de VISITANTE. Llévelo bien visible a la altura del pecho en el lado izquierdo de la prenda más exterior... Pocos creían que fuese el tipo de la foto que hay en mi DNI (la guerra cambia a un hombre ¡Sobretodo de aspecto!), peor ese leve retraso hube de justificarlo ante compañeras y compañeros con una frase del jefe de Dilbert: Siempre hay tiempo para la seguridad.


Rondar varias horas por un Ministerio sin hacer nada puede llegar a ser tremendamente divertido: Aprovechas las excursiones de localización del cuarto de baño y la cafetería para reclutar al ordenanza de la empresa... ¡La seguridad privada es un chollo! ¡Ganas un pastón! (100 euros de gratificación por reclutar amiguetes son 100 euritos en el fondo). Me quedo de piedra me cuenta su vida laboral: Había intentado meterse en PROSEGUR... le habían tirado en la prueba que te hacen al principio... la de los ordenadores (es decir que no había pasado el psicotécnico y la evaluación psicológica). Después, logro un acuerdo (previo saludo secreto de la hermandad) para poder salir a fumar a la puerta de la instalación sin tener que pasar de nuevo por todo el protocolo del control de accesos.

Empezamos a babear con las azafatas contratadas para el acto, bellas féminas con el discurso bien aprendido (por la paz mundial... por la alfabetiación... ¿que le diga tres planetas? ¡La Luna, el Cometa Halley y el Voyager2!...) cuando nos avisan de que tenemos que entrar al salón de actos. Protesto porque dentro no hay azafatas, pero me calman diciéndome que mandarán a un par de ellas dentro en unos minutos (vamos que me dicen que cierre el pico y me siente). A lo tonto, mientras la sala se llena, comienza una conversación freak sobre cómo hacer que la sala parezca llena con cuatro o cinco figurantes... y sobre la forma que tiene la escultura que se da como premio TecNet, algo caprichoso, entre una imagen de las Torres Gemelas ardiendo y el candelabro que usó el ama de llaves del Cluedo para descalabrar a la señora de la casa.


La ceremonia pasa sin más, el director de elmundo.es aprovecha para pedir un IVA reducido para las conexiones a internet, y el Secretario de Estado hace como que lo apunta, para luego presumir de haber llevado la red a 1700000 hogares. Todo muy bonito, cuando me percato de que una de las personas que entregan los premios me suena. ¡Pili! ¡Mi querida Pilar “encerronas comadrejiles” Socorro!, a la que le caen mal los canarios que no hablan con acento hasta que ella tiene que comunicarse en godo... todas y todos en la sala visten colores sobrios, como negro y azul oscuro, y ella nos deslumbra con un conjuntito de chaqueta y pantalón color rojo quiero f..... cómo ha engordado mi querida Pili. Esta se la tengo que contar a su, también amigo, Al (mi carissimo editore).

 

2 comentarios

Golfo -

hmmm ¿Gracias?

Steam Man -

Tu sabes mucho más de lo que aparentas.... ves la realidad con los ojos adecuados (desde mi pestilente punto de vista claro)