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Me Cago En Mi Vida

Sigo sin "Seguratizarme"

Sigo sin "Seguratizarme"

Ahí estaba yo anoche, al borde de la depre, con unas ganas de llorar a moco tendido y dándome cuenta de que sigo siendo sensible (bueno… estúpidamente sensible). Cuando a las cinco y veinte de la mañana me vio Benito, el carbonero, me empezó a dar ánimos: Venga señorito (eso sonó a ambiente rural profundo) que no es para tanto, mañana igual y así día a día… joder, es que no lo entendería.

Lo que me pasó es que me leí de un tirón La Metamorfosis (Kafka) en un turno de noche, en un edificio vacío… ¡Coño! ¡Qué libro más deprimente! Un tipo que se desloma a trabajar como viajante para mantener el nivel de vida de su familia (cuyo padre ha fracasado en los negocios) para darles una casa grande, un nivel de vida estable, una asistenta a media jornada y estudios de música a su hermana menor, despierta un día convertido en escarabajo… y ya está, ya no vale para currar, ya no trae un sueldo a casa, y resulta que es una carga. Su familia tiene que ponerse a currar, su padre (que no trabajaba) empieza de ordenanza en un banco, su madre se lía a bordar por encargo y su hermanita aparca el violín para meterse de dependienta en una tienda. Y tienen las narices de decir que no se mudan a una casa más pequeña porque no saben cómo trasladar al bueno de Gregor (el prota)… joder qué difícil es pillar una caja y hacerle un par de agujeros. Además meten a tres inquilinos en casa que se indignan por ver al pobre hermano mayor (ahora insecto) y dicen que se irán sin pagar o les denunciarán. ¡Y el pobre bicho pasando hambre con una manzana incrustada en la espalda! Manzana lanzada a mala hostia por ¡Su padre!... Lo peor es cuando la asistenta se da cuenta de que ha muerto y reacciona como una Loli de Alcorcón. Cuando se lo conté a mi compañero me echó una bronca: Lee algo que te entretenga, no que te destroce.

Tremendo, te deslomas a currar, y cuando no puedes más eres una carga. ¿Serán desagradecidos? ¡Debió inocularles huevos en el cerebro o algo así! La cosa me recordó mis tiempos de tarjetero: Es que además El EP3 publicaba un estúpido artículo (tipo tendencias) en el que entrevistaban a unos tarjeteros (llamarles RRPPs o repartidores de flyers me parece la pijada más estúpida que he leído en décadas) que contaban lo maravilloso que es su trabajo: Ganas dinero mientras estás de fiesta, las copas te salen gratis, invitas a chupitos y conoces gente… ¡Oh! ¡Ligas!... cómo se nota que esa panda no trabajó para el estúpido analfabeto de Nano y la zorra muerta de Susana. Me imagino entrevistado (y luego censurado) por ese suplemento: ¡Es maravilloso que te llueva, nieve o lancen ceniceros desde veinte pisos de altura mientras una horda de pijos borrachos trata de vacilarte y sacarte copas gratis! ¡Adoro que la zorra de la encargada salga a gritarme delante de los clientes porque el local está vacío! ¡Cómo mola que tu jefe te despida la noche del 11 al 12 de Marzo de 2004 porque sólo has vendido seis consumiciones la noche que Madrid ha sufrido el mayor ataque con bomba desde la Guerra Civil! (el señorito decía que no iba a dejar de comer sólo por eso) Y sobretodo lo más “guachi” (chicas y chicos de EP3) es que a esta gentuza que son dueños de locales de ocio nocturno no les toque nadie ¡porque a todo el mundo le importa una mierda!

Antes de desvariar, me recordó mis tiempos de Tarjetator por una conversación que tuve con uno de los porteros: Don Giovanni. (autor de la frase gloriosa La única mariconada es perder una pelea) Un tipo de cerca de cincuenta años con un crío de 16 (motivo de orgullo paterno y de su úlcera gastroduodenal) que decía que no sabía si trabajaba para vivir o vivía para trabajar: Se metía de ocho a doce horas de construcción diarias y los fines de semana a currar de portero de disco. A Don Gio le tocaba las narices de sobremanera que mientras a los tarjeteros de línea nos trataban como a la mierda, su Giovanni se pasara la noche fumando porros, emborrachándose y quitándole clientes al resto (porque repartía incluso dentro del local). Cuando me dijo que no sabía qué hacer con tanto dinero, dado que no tenía tiempo para disfrutarlo, le recomendé la tradición del Antiguo Egipto: Púletelo cuando te veas mal, y lo que te sobre lo inviertes en tu entierro. Me preguntó que qué había de su hijo… le respondí que se busque la vida, yo al menos quiero ser enterrado en una puta pirámide alicatada hasta el techo… hasta la pinta de arriba con la jodida Porcelanosa.

Y es que el pobre Gregor Samsa debió hacerse en secreto un seguro contra el riesgo de metamorfosis insectoide… ¡O fugarse con la camarera del bar donde comía! ¡A la que le tiraba los tejos! ¿Y la familia? Si hubiese podido prever lo que iba a ocurrir (morir de hambre y de pena en una habitación sin muebles que él había pagado con sus comisiones y rechazado por la familia que él había mantenido) los habría mandado a descargar camiones a Mercamadrid u otro lugar similar ¡Buscaos la vida! ¡Me piro al Caribe! ¡A tocar culos de mulatas! Y si no están de acuerdo que se lean el relato de “Hormigaxcariño, tendrás que empezar a buscarte la vida.

3 comentarios

Golfo -

Hombre, otro vigilante... es un placer que haya aparecido por fin otro compañero en este espacio.

Es evidente que a nosotros (si estamos bien de la cabeza) nos motive el dinero para ejercer de esto.

A seguir bien, compañero.

Eiro -

Yo tambien he leido ese relato y es realmente deprimente ahora mismo son las 3 de la mañana (tambien curro de vigilante) y me encanta todo lo q pones la verdad es q a veces yo tb me siento igual ¡¡q les den por el culo y trabajemos solo para vivir de puta madre!!

PROSEGolfo -

Ah, la foto mla saqué en mi casa y el cigarro está apagado, que no quiero líos.

¡Me voy a cagar en los no fumadores!