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Me Cago En Mi Vida

EL ESPACIO VITAL Y TÚ

EL ESPACIO VITAL Y TÚ

Circulan centenares de teorías del comportamiento en los grandes mamíferos relacionadas con su entorno natural, en particular con el espacio personal que les rodea. Yo hoy os hablaré de mi espacio personal, de cómo ha cambiado y de cuánto me estresa todo ello.

 

Vivir en frente de un taller de chapa y pintura, junto a una calle perpetuamente en obras y pobladas por adolescentes gilipollas con motos trucadas para que hagan más ruido puede parecer molesto. Cuando el Salón de Bodas de al lado decide que clavar a las jóvenes parejas que contraen matrimonio con un kilo por banquete aporta un margen de beneficios insuficiente, y crea el pack panchito para que toda la comunidad latinoinmigrante se coja un pedo de los que harían vomitar a Boris Yesltin (de modo que puedan resultar aun más molestos) sólo nos puede llevar a interpretar cualquier tormenta inesperada, de éstas que están asolando Madrid este verano, como un acto divino... el acto de Dios tirando de la cadena del WC.

 Mi casa está superpoblada. Todos sabíais que comparto piso en alquiler con Baby (y con Verdi, pero él es más un gasto que un aporte), y casi era un secreto a voces que El Gurú había decidido compartir parte del coste (gato a parte)... mi suegra era parte del lote, pero...

¿Zabéi quién fartaba par duro?¿Zabéi quién z´á venío a viví con nozotrong? 

 

Os lo juro, hay mañanas en las que desearía invadir Polonia.

 

Invadiría Polonia si no estuviese tan llena de polacos enormes y de polacas con las tetas grandes.

 

Invadiría Portugal si no estuviese tan llena de inútiles imposibles de esclavizar.

 

Invadiría el Lejano País de Oz si supiese dónde demonios está.

 

Para más INRI nos han regalado un sofá, una tele enorme, una mesa y una estantería (que no le gustó a Baby). Eso significó que, después de cargarlos desde el Centro de Madrid hasta Carabanchel, después de subirlos a pulso dos pisos, después de soltarlos delicadamente en el salón para luego coger mi uniforme e irme a currar, Baby decidió que regalaría la estantería.

 

Me intedeza la eztantedía

 

¡Pedazo de cabrón! ¿Y no te interesaba madrugar y cargarla desde la jodida Plaza Mayor hasta Carabanchel Bajo?

 

Solventada la discusión, me despierto de nuevo en mi infierno doméstico lleno de gente. Todavía estará ese cabronazo de Trancaman exigiéndome que escriba más, como si fuese mi porculatto editore. ¿No se da cuenta la gente de que para poder escribir hace falta intimidad? ¿Un castillo de quietud? ¿Una fortaleza de silencio?

 

Pues intentad componer una entrada diaria en una calle constantemente excavada, cruzada sin descanso por postpúberes en ruidosas minimotos; con un Salón de Cochabambabodas emborrachando a futuros votantes de Evo, Hugo, y Tupac Amaru; con un gatito que ha descubierto que con el frío necesitaba ser más cariñoso (razón por la que no pusimos la calefacción en invierno) pero que las temperaturas están subiendo de un día para otro; mientras mi suegra llama a la puerta todos los días; mientras mi novia tiene dos curros e insiste en hablarme de ellos cuando arriva a casa; mientras un zegudata intedectual inzizte en hazed moddacez comentadioz zobde cada coza que hago; mientras un agricultor murciano de madera (que algún día será un niño de verdad) planta su nariz sobre mi hombro para enterarse de qué pasa, mientras que uno de mis vecinos canta como si tratase de parecer un barítono; mientras que otro –varias décadas más joven- le responde tratando de demostrar que el Death Metal es otra emotiva manera de expresar hermosos sentimientos... todo esto mientras Dios parece estar estreñido...

 

Todo esto mientras todos los habitantes de mi casa (incluso el gato... todos menos yo) desayunan los cereales que compré, sobre la mesa que cargué hasta el salón un día que fui a hacer un turno de noche de doce horas sin haber dormido, viendo la enorme tele que me causó más callos en las manos que Sylvia Saint y Marlene Mourreau juntas en una charca de barro... ocupando mi espacio, respirando mi aire... Es ahí, en el suelo, mientras tengo que aguantar un episodio de Walker Texas Ranger, cuando cojo el teléfono:

 Herr Guderian, que sus panzers calienten motoren... Portugal va a dejar de existir.

4 comentarios

Golfo -

No, soy de la UD Las Palmas (http://mecagoenmivida.blogia.com/2006/062802-a-la-mierda-el-mundial.php) pero se agradece el intento de felicitación.

¡Hemos Vuelto!
¡Somos malos!
¡Y nos hemos quedado!

Tranca-Man -

Mmmm... tu no eras del Madri, no?

Herr Golfen -

Sí, excepto que en aquel paking (durante su operativa de futbol)con 400 coches llenos de madridistas dentro sonó una alarma de acumulación de CO... la cuarta planta olía a... ¡Victoria!

TrancaMan -

Chapeau! Ego te absolvo de su desierto escrituril pasajero con estos dos posts. De todos modos no se de que cojones te quejas; con la victoria del Madrid en la liga seguro que ahora estas en un paraiso de paz y tranquilidad XD