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Me Cago En Mi Vida

Justo lo que necesita este país

LLEGASTE ALTO

 

Quedé la pasada tarde con mi amigo Fauno, antiguo compañero en Las Dos Torres, con la sana intención de tomarme un té y unos bollos y ver qué tal le iba. Excelentes infusiones las que preparan en la mezquita de la M-30, y excelente confitería. Al quedar me preguntó si me daba miedo ir... ¿Miedo? –respondí- Son musulmanes, no vampiros. El caso es que me mostró un bonito lugar de Madrid, aquél a donde van a rezar un montón de musulmanes que viven de la capital, del que destaco la foto de la kaaba con el membrete de la familia Bin Laden al pie.

 

Veía muy cambiado a mi amigo Fauno, aunque he de decir para mi alivio que sigue comiendo cerdo. Poco después me demostró que sigue siendo el de siempre:

Poco antes de cambiar de empresa, Fauno estuvo destinado en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, hoy Cuatro Torres Business Area, donde unos paracaidistas grabaron un espectacular salto base que removió los cimientos de Prosegur en lo que a seguridad se refiere. Esos cabroncetes se colaron disfrazados de obreros y saltaron desde una de las torres para aterrizar en el Paseo de la Castellana. Tremendo. Entonces Fauno me mostró su vídeo.

 

El techo de Madrid no era la Torre Cristal, ni la de Sacyr Vallehermoso, sino las grúas que tenían plantadas al lado. Casi trescientos metros, que se dice pronto. Sólo un chalado como él podía subirse a las cuatro de la mañana, sentarse en el borde del brazo de la grúa y grabarse en vídeo diciendo: Sabía que algún día shegaría aaaaalto. ¿Os he dicho que tengo vértigo? ¿Que si me asomo a una terraza a diez pisos de altura tiemblo como un flan? Pues me puse malo. Lo reconozco. Flipé en colores con la locura de mi amigo mientras me mareaba y me quedaba pálido, sudores fríos y todo, viendo al colega grabar sus pies colgando la vacío desde una altura de doscientos noventa metros.

 

Cuando recuperé la compostura, me enseñó un vídeo que le había mandado un compañero. Unos tipos se suben a una grúa más alta aun en París, uno se cuelga de ella y... ¡Empieza a hacer dominadas! He visto a un montón de gente caerse de la barra cuando hace las pruebas físicas para ser segurata, pero aquel gabacho de las narices se hizo tres flexiones  colgando a centenares de metros sobre la ciudad de la luz y sin despeinarse. A la mierda la velocidad del viento a esa altura. A la mierda la temperatura... ¡Uno! ¡Dos! ¡Tres!

 

Espero que nadie de Prosegur vea jamás ese vídeo. Se les podrían ocurrir algunas maldades con la excusa de ser más selectivos con el personal a contratar. ¿Quiere usted ser segurata? ¡Súbase a la grúa! Imagino a un señor policía contando las dominadas y diciendo eso de Las has hecho mal, suéltate! Imagino a un Proseinspector pisando las manos del congelado aspirante que cuelga a centenares de metros sobre una calzada infestada de coches... ¿Quién va a hacerme unos retenes esta semana? Tremenda hazaña, tremenda gilipollez... tremendo sector en el que trabajo.

 

FELIZ NAVIDAD, FELIZ AÑO NUEVO...

FELIZ NAVIDAD, FELIZ AÑO NUEVO...

Sólo quería felicitaros las fiestas.

Recordad: OS SEGUIMOS VIGILANDO

EL SEMENTAL EVANGÉLICO

EL SEMENTAL EVANGÉLICO

 

Os voy a hablar de un compañero. Un compañero pequeñito y  tarado,   que trata de hacerme, a su manera, la vida imposible. Llegó sustituyendo a la Rotenmeyer, como cuando en el Gran Hermano se va voluntariamente una chica porque se descubre que ha ejercido la prostitución: El programa la sustituye por una madre de tres hijos que estuvo a un paso de meterse a monja.

 

Me costó disimular mi alegría por la marcha de Rotenmeyer. Me costó horrores no bailar y cantar como los enanitos del Mago de Oz, ¡Ding-dong! ¡La bruja ha muerto! Y me limité a expresar que era una lástima perder a una profesional de tanta valía, pese a que tuviésemos distintas concepciones de lo que es la seguridad.

 

Sí, me salieron bultos en el cuello por mentirle al Niño Jesús.

 

Y qué decir del nuevo. Empezó cagadito de miedo ante la posibilidad de que hubiese fantasmas en el edificio. Era de los que decía que, cuando salía de ronda, le acompañaban Jesús y sus ángeles... supongo que Prosegur se haría cargo de los costes, porque el cliente especificó que quería un sólo vigilante, y...

Y fui muy cabrón con su primer susto. Algo que ya habéis leído, lo del fantasma cagón.

 


MARICA

 

Pues resultó que el chico (un chico de cuarenta y pico) se apuntó a estudiar psicología. No es nada malo, algún día os contaré un chiste de psicólogos, el problema es cuando se confunden los contenidos de un plan de estudios de la carrera de Psicología con los prejuicios inherentes a una creencia religiosa fundamentalista (sí, el Cristianismo Evangélico es fundamentalista... lo he mirado) Es ahí cuando el chico me cuenta una historia cojonuda y yo comento el nuevo mayor error de mi vida (y ya van más de quince o veinte)

 

Pues en las clases prácticas nos ponen vídeos de aberraciones sexuales. ¡En uno se veía a una tía metiéndole el brazo por el culo a un tío! ¡Hasta el codo! ¡También damos otros tipos de aberraciones como el travestismo, el transexualismo o el homosexualismo...

 

No, no creo que la homosexualidad sea una parafilia. Pero cometí el error de decírselo:

 

¡Venga ya! ¿Dónde estudias? ¿En la Universidad Nazi de Nüremberg? En el Master, uno de los creadores del Centro de Investigaciones Sociológicas nos dijo que era estúpido criticar el matrimonio gay... ¡No es obligatorio! ¡No es como la jubilación!...

 

Moraleja: Nunca defiendas a los homosexuales delante de un fundamentalista religioso.

 

El chico le contó el contenido de nuestra conversación a otro compañero y, el muy cachondo le dijo: Te cuidado con lo que dice delante de Golfo... se lo cuenta todo al jefe. Es porque están liados. Son novios.

 

Mi puta pesadilla comenzó ahí. Hay que ser especialmente bastardo (del tipo especial que tiene un sentido del humor retorcido) para soltarle eso a un creyente. Y con creyente no me limito a decir que cree a pies juntillas en un ser sobrenatural, omnisciente, omnipresente, omnipotente, omnívoro... y por supuesto invisible; sino al tipo de creyente que cree que llevar cinturón de seguridad es pecado porque Jesús es su airbag.

Trabajo en una instalación de dos edificios con casi dos mil personas dentro. Tres cuartas partes son mujeres y a mí me lían con el jefe... ¡Encima con el jefe! ¡Para que me toque hacer de mujer!


 

CUMBAYÁ, SEÑOR, CUMBAYÁ

 

Y no es que sea intolerante en lo de la religión. Tengo amigos y compañeros musulmanes, cristianos, judíos, budistas... ¡Incluso una vez conocí a un colega coreano que era sintoísta! (Sea lo que sea eso) pero tras diez años en un colegio de curas no pude evitar salir ateo convencido. ¡Es más! En las noches de luna llena, si bebo suficiente cerveza, me convierto en ateo beligerante, lo que significa que la única iglesia que ilumina es la que arde. Pero cuando hablo con un jodido protestante me sale la vena católica y digo ¿Lutero? ¡Lástima de hoguera!

 

Sin embargo, sigo ahí, con la etiqueta de marica colgada del cuello porque alguien hizo una broma indebida con mi pequeño compañero evangélico. ¡Y he utilizado todos mis recursos para crearme una imagen de supermacho heterísimo:

 

-  Hablar constantemente de porno

-  Quejarme constantemente de que me duele la espalda

-  No ducharme

-  No responder a las llamadas de mi madre

-  Comer mucha fabada

-  Tirarme pedos

-  Ponerme la mano en el culo para luego olerla

-  Darla a oler a los demás

 

                                          SER FELIZ SIENDO INSULTADO

 

Sí, se trata de una relación difícil. Hay gente que no se da cuenta de que en una profesión de riesgo tienes que llevarte bien con tus compañeros para que, cuando están a punto de apuñalarte, no oigas por la emisora cosas como ¿Qué pasa? ¿Que tu Dios libra esta noche? Ardo en deseos de que se meta con mi gato presuntamente homosexual para hacer la gracia de el animal se parece siempre a su dueño. Quiero que ocurra porque una noche me contó que él también tiene un gato, pero el suyo está castrado.

 

Sin embargo, por ahora, a vuestro bastardo preferido sólo se le ha ocurrido comentar una afición de este devoto creyente. Es muy dado a coleccionar fotos. Las recorta del periódico o las hace él. A sus compañeros, a las azafatas, a los de mantenimiento... debe ser para demostrar en su iglesia que tiene amigos. Que es querido por los demás. Hace poco, me mostró unas fotos que les sacó a dos nuevas azafatas, dos chicas muy jóvenes y atractivas, que posaban en plan modelo mientras el pequeño cumbayá las retrataba.

 

En mi intento de insertar en el subconsciente colectivo mi imagen de Gran Heteromacho, no pude más que liberar al guionista de películas porno que llevo dentro y relacionar las fotos con carátulas de películas X de mi invención, como Azafatas ardientes, o Insértame tu tarjeta de visita. Entonces le vi en una de las imágenes. Muy chulo. Posando en plan supersegurata pese a ser enano. No pude evitar titular la imagen:


 

“LAS AZAFATAS ARDIENTES CONOCEN AL SEMENTAL EVANGÉLICO”

 

TERRORES DEL PASADO


En ocasiones los terrores del pasado nos persiguen en el presente y nos dan unos sustos de muerte. Algún graciosillo decide poner en marcha el mecanismo de la perdición y se da el piro para reírse en la seguridad de una oscura esquina.


Pasado fin de semana. Estaba de servicio en el turno de noche cuando sonó el teléfono. No fue el típico ring. Fue más bien un RIIIIING. Como le de la peli. La de los japoneses que la palmaban después de descolgar. O la versión gringa. Temblaba ya a la hora de coger el auricular.


-         Torres de la Perdición, ¿Digamé?

-         ¿Eres Golfo?


Ya con eso podía darme por muerto. Brutalmente apuñalado por un payaso bebedor de sangre o algo así.



-         Soy Rotenmeyer. Llamaba para hablar con Pancho o con Tommy.

-         ...¡HHHHHH!...

-         ¿Oye?

-         Eeeeuuummm... no están, han cambiado el turno... sospechamos que están liados... entre sí quiero decir... ¡Pero seguro que los pillas en casa!

-         Oh... vale...

-         Un beso, guapa (!!!)


Nada más colgar miré a los ojos traicioneros de mi compañero, a los ojos traicioneros del auxiliar... a los ojos traicioneros de la tía semidesnuda del póster del cuarto de seguridad.



¡A ver! ¡Quién ha sido el cabrón que ha pronunciado el nombre de Rotenmeyer trece veces a oscuras delante de un espejo! ¡Porque esta tipa no se aparece sola! ¡¡¡Hay que invocarla!!!


UNA NOCHE DIDÁCTICA

UNA NOCHE DIDÁCTICA

("DONDE NO HAY JERARQUÍA... III")

 

En la antigüedad, la educación de los más jóvenes correspondía a los más mayores. Era una cuestión de sentido común: Si usted es un cavernícola imberbe y no sabe cómo coño se caza un mamut, recurre al cavernícola anciano (ese que se acerca a los treinta) y que ha sobrevivido a, al menos, dos cacerías de enormes paquidermos peludos. Tiene que haber sobrevivido a dos porque sobrevivir a una es cuestión de suerte, pero cuando se sobrevive a dos sin ser pisoteado hasta la muerte, se demuestra algo de experiencia.

 

Hace poco he tenido que ejercer de cavernícola anciano para enseñar a un joven Jodío Cavernícola Crío a no ser pisoteado por el documento oficial de identificación de un mamut que trabaja en la construcción. Además, le he ganado 50 euros porque, el Jodío Crío del Clan del Oso Cavernario se empeñó en apostar.

 

 

“Jodío Crío: Tu carencia de fe resulta molesta”

 

El caso es que el Jodío Crío se empeñaba en que el carnet de conducir es un documento oficial de identificación, es decir, un documento válido para acreditar la identidad en un control de accesos. Tradicionalmente se acepta el carnet de conducir para acreditar la identidad, aunque esta no es su función, y, ya puestos, hay muchos documentos que pueden acreditarla. En caso de aceptarlo, ¿Valdrían carnés de conducir de países ajenos a la Unión Europea? ¿Valdría una licencia de capitán de yate? ¿Un abono de transportes? ¿Un carnet de la biblioteca o de estudiante universitario?

 

Podríamos seguir e, incluso, aceptar un historial dental o la imagen de un tatuaje. El caso es que, empeñado en apostar, el Jodío Crío y un servidor empezamos a buscar en la Red definiciones de documentos oficiales de identificación. Los argumentos del niño pasarán a la Historia del Derecho. Por ejemplo: Poder comprar billete de avión en de una compañía española identificándote con carnet de conducir (ergo son las aerolíneas quienes deciden qué documento es válido) o “Un amigo mío cobrar cheque presentando el carnet de conducir” (Es decir, que los errores de los empleados de banca definen qué documento es válido para identificarse)

 

 

Aprende jugando en el turno de noche

 

Sé que memorizar leyes puede causar daños cerebrales irreversibles, tengo amigos licenciados en Derecho, pero decidí arriesgar mi estabilidad mental con tal de darle una lección a un jovenzuelo. Al fin y al cabo, mi calva ha de brillar sobre su acné.

 

Proceso: Buscar un foro de policías. Buscar referencias a los documentos válidos para acreditar la identidad y la nacionalidad. Las referencias debían ser de leyes en vigor. ¡Sorpresa! ¡Encuentro una anécdota de un policía al que se le negó el acceso a un avión en un vuelo Santiago-Bilbao por identificarse sólo con el carnet de conducir! Después la cosa se complicó con la historia de una opositora murciana (estas cosas siempre pasan en Murcia) que se identificó en un examen con el Libro de Familia (aunque había denunciado el robo del DNI y carecía de pasaporte y de carnet de conducir) No obstante, dicho tribunal no sienta jurisprudencia, sólo lo hace el Constitucional, y el caso no es el mismo.

 

Todo esto me llevó a descubrir el maravilloso Reglamento Notarial, que en su artículo 161 dice:

 

“Respecto de españoles la nacionalidad y su identidad se acreditarán por el pasaporte o el documento nacional de identidad y la vecindad por el lugar del otorgamiento salvo que manifieste el interesado otra cosa. Respecto a los extranjeros residentes en territorio nacional, su nacionalidad e identidad se acreditará mediante pasaporte o permiso de residencia expedido por la autoridad española. Por último, respecto de extranjeros no residentes su nacionalidad e identidad se acreditará mediante pasaporte o mediante cualquier otro documento oficial expedido por la autoridad competente de su país de origen que sirva a efectos de identificación, lo que se certificará en caso de duda por la autoridad consular correspondiente”.

 

Ante esto, el joven aprendiz sólo pudo replicar que “Eso ser para notarios”. A mi pregunta de ¿Y a qué se dedican los notarios? Su inexperiencia de Padawan de la seguridad privada sólo le permitió responder “Notarios dedicarse a poner firma, no a control de accesos”

 

 

“Pequeño Yoda, uso limitado de la lógica en joven aprendiz, comprobado ha”

 

Es inevitable pasar del Derecho a Star Wars en una situación como ésta. Cada mañana, todo el personal de servicios del edificio tiene que firmar en un registro su entrada y su salida. España es el país de Europa con más sobretitulados, y es sorprendente la cantidad de notarios que se dedican a la limpieza y el mantenimiento de la instalación.

 

Después tuve la oportunidad de rematar al Jodío Padawan con el Título III de la L.O. de Protección Ciudadana (1/1992) que dice:

 

SECCIÓN III. DOCUMENTACIÓN E IDENTIFICACIÓN PERSONAL.

Artículo 9.1. Todos los españoles tendrán derecho a que se les expida el Documento Nacional de Identidad, que gozará de la protección que a los documentos públicos y oficiales otorgan las Leyes, y que tendrá, por sí solo, suficiente valor para la acreditación de la identidad de las personas.

...

Artículo 10.1. Los españoles podrán entrar en el territorio nacional, en todo caso, acreditando su nacionalidad. Los que pretendan salir de España habrán de estar provistos de pasaporte o documento que reglamentariamente se establezca en los términos de los Acuerdos Internacionales suscritos por España, que tendrán la misma consideración que el Documento Nacional de Identidad.

...

Artículo 11. Los extranjeros que se encuentren en territorio español están obligados a disponer de la documentación que acredite su identidad y el hecho de hallarse legalmente en España, con arreglo a lo dispuesto en las normas vigentes. No podrán ser privados de esta documentación salvo en los mismos supuestos previstos para el Documento Nacional de Identidad.

...

 

Angustiado, el Jodío Crío me respondió “A la mierda, yo preguntar a Jefe cuando él venir a hacerme relevo”. Me parece tremendo que a un tipo así le den una porra. Menos mal que en seguridad privada no podemos utilizar sables de luz.

 

 

“Cuando esto acabe tú me llamarás Maestro”

 

Y llegó el jefe. A su hora. Sonriente (una paradoja... creía que ese hombre era incapaz de sonreír) Ignoraba la que tenía montada en el curro. En un principio apoyaba las jóvenes palabras del jovencísimo aprendiz. Si, chico, es válido. Cuando la Guardia Civil te pide el carnet de conducir no te pide el DNI. Entonces le pregunté si era obligatorio portar el carnet de conducir cuando no se conduce, si se puede salir de España presentando sólo el carnet de conducir, y si algo había cambiado en la normativa vigente.

 

“¿Y si yo digo que sí vale un carnet de conducir qué?” dijo el segurata en jefe.


Todos sabemos, al respecto de esto último, cuáles son las fuentes del derecho: Las leyes y normas que aprueba el Congreso de los Diputados, las leyes y normas de la Unión Europea... y Cara Cortada (mi jefe). Lo que podría hacer que la situación quedase en empate. Por suerte, el jefe llenó de razón la controversia diciendo:

 

“A ver, si el caso es no complicarse la vida. Probablemente sea cierto lo que te dice Golfo...”

 

El “probablemente” aun me escuece

 

El hecho es que yo, magnánimo en la victoria, he creado la Fundación Apuesta con el Jodío Crío para financiar el suministro de donuts y buen café para el equipo de seguridad. ¿Que se acaban los donuts? ¡Jodío Crío! ¿Cuántos seguros lleva un revólver? ¿Que quieres endulzar tu café de Starbucks con algún tipo de sirope? ¡Jodío Crío! ¿Estamos obligados a contar los inodoros o las luces fundidas?  

 

Es evidente que, algún día, el Jodío Crío será un buen segurata, pero mientras ese día llega, podremos financiar el café y la bollería a su costa. Ya lo dijo el Maestro:

 

“Obi Wan te enseñó bien, pero todavía no eres un Jedi”

 

RELIGIÓN Y SEGURIDAD PRIVADA

 

Hay cosas que, a priori, parecen poco relacionadas, como la seguridad privada y la religión. Pero cuando estás hablando de una subcultura como la que podemos encontrarnos en este sector, las creencias del gigantón de vistoso uniforme (del enano calvete y lleno de odio en mi caso) pueden llegar a ser una cuestión de vida o muerte. Sobretodo si no lleva usted un documento oficial de identificación y pretende pasar a una instalación vigilada poniéndose chulo.

 

En tres años en seguridad privada me he encontrado católicos, musulmanes, evangélicos, ateos, agnósticos y a devotos de la Iglesia del canibalismo ritual. Hay gente que rinde culto a los Dioses del Caos y hay quien se ha creado todo un panteón grecorromano al que rezar después de dar una tunda.

 

Os preguntaréis en qué creo yo.  ¿En qué cree un segurata enano, calvete y lleno de odio que parece no creer en nada? ¿En sí mismo? ¡Neh! El menda se unió a una compañía grande y a un sindicato amarillo. El paso natural es unirse a una creencia mayoritaria.¡El auténtico dios de los seguratas!

 

 

No hay intervención que no termine en oración de homenaje al Dioni. Hinco la rodilla en tierra, clavo mi porra en el suelo y rezo:

 

Mira aquí, Dioni

Mira aquí Dioni.

Soy Tito Golfo

El cuerpo amoratado y ensangrentado

de este limpiador gordo, chivato y gilipollas

es mi ofrenda a ti.

 

Me vais a permitir un homenaje, dada la intertextualización freaky de la serie Roma (HBO) recreándome en su secuencia más espectacular.

¡El combate en la arena del circo de Tito Pullo y Lucio Voreno contra un mogollón de gladiadores!

 

LA HERMANDAD

LA HERMANDAD

 

Esta profesión nunca dejará de sorprenderme. Y no sólo por indagar en el pasado de mis compañeros (por indagar quiero decir preguntarles o sencillamente conversar con ellos hasta que sale... que nadie tiemble) aunque, no obstante, compartir horas de trabajo con un terrorista vecinal, un actor del programa de Leticia Savater, un abogado de oficio, un funcionario de Hacienda, el propietario de un mono, un hacker inmaduro, un futuro ingeniero de caminos miembro de una secta, una cazadora de ovnis vocacional con tendencias incendiarias o, sospecho, un miembro exiliado de Sendero Luminoso puede parecer sorprendente. Yo he estudiado para ser el próximo agente Smith y, reflexionando sobre el tema, me parece que soy el tipo más normal de toda la plantilla.

Aun así, pueden verse cosas realmente raras (lo anteriormente dicho son minucias) en la gente que trabaja contigo en seguridad privada. ¿Que un compañero de mi promoción estudió para ser pope ortodoxo en su país? Una tontería... que otro cuenta como experiencia en seguridad haber sido observador de un francotirador serbio en Sarajevo? Nada comparable con... LA HERMANDAD.

Cuando empecé a hacer coñas sobre LA HERMANDAD hará unos tres años, no me podía imaginar que podría existir algo así. Era una especie de coña que podía evolucionar a un partido político con el que sólo podría soñar gente como Chuck Palahniuk, el Partido de los Trabajadores Nocturnos o Partido del Turno de Noche (PTN) Sin embargo, cuando suceden cosas realmente raras, realmente inexplicables, sólo una teoría realmente retorcida, freaky y conspiranoica como la de LA HERMANDAD puede dar una explicación. Os expongo el caso:

Cuando una plantilla de seguridad es muy grande (las plantillas normales se componen de entre uno y tres vigilantes) se asigna un responsable de servicio para la labor de organización. Cuando es realmente grande (digamos que ciento y la madre) y empezamos a contar con otra figura: El jefe de equipo. Cuando un cliente es importante se le puede asignar un coordinador (este es un puesto administrativo) o un inspector (operativo) a un servicio o servicios determinados. En mi caso, soy una persona sensible sumergida en un mundo de malas bestias a las que se ha asignado un coordinador y un responsable de equipo.

En un mundo normal, perfecto y seguratizado, los vigilantes obedecen al responsable, que obedece al coordinador, que obedece a la central. Y el cliente, encima, se queda contento. Sin embargo, como empecé diciendo, a veces pasan cosas raras. En ocasiones la posición del vigilante que organiza al equipo (Responsable) y la de su superior (Jefe de Equipo, Coordinador o Inspector) no coincide. En estos casos, lo normal es que se cumpla el orden de jerarquía de la empresa y los superiores se impongan a los subordinados. Lo normal... claro.

Digamos que trabajo en un lugar donde el responsable de equipo es capaz de conseguirme una entrevista de trabajo con un cliente del cliente de nuestra compañía. Digamos que, para variar, en la entrevista me tiran... pero ¡Me mandan una carta explicándome las razones! En ese momento empecé a sospechar.

Digamos que este buen señor con cicatrices en la cara (Caracortada... ¿Para qué dar más rodeos?) es de los que apuestan a que el Real Madrid va a ganar la liga o España va a ganar la Eurocopa nada más empezar la competición... y acierta. Digamos que le pones un juego formativo de esos en los que hay que interpretar una onda Elliott, una gráfica sobre la fluctuación del valor de unas acciones... y acierta ¡Y acierta nueve de diez! ¡Con un puto graduado escolar! ¡En el nombre de los cojones del Minotauro! ¡Cómo coño es eso posible! ¡No es normal tener tanta suerte! (Nota: Percy Spencer se da un cierto parecido con el señor Caracortada)

Digamos más, digamos que el señor coordinador no sólo le obedece, sino que cuando se ha ido a quejar a la central le han dado un papelito a firmar cuyo encabezado empezaba por la palabra dimisión. Cualquiera puede pensar que el señor cicatrices tiene muy buenos contactos en la compañía... un padrino o un compañero de galería presidiaria, al menos. Pues tengo entendido que no es así. Mi teoría es mucho peor. Seguro que este buen hombre es de LA HERMANDAD.

Es evidente que existe una sociedad secreta de seguratas cuyos miembros han escalado a lo más alto de las compañías de seguridad privada, de sus clientes y de los clientes de sus clientes. Probablemente, en sus ritos de iniciación, incluyan matar a gomazos a una araña gigante o colarse en el Palacio de la Zarzuela para pedirle el DNI a Su Majestad El Rey. ¡A saber! ¡Lo único constatado es que se reúnen una vez a la semana para beber cerveza y comer costillas!

Posiblemente Chicho, nuestro odiado coordinador, pertenezca también a LA HERMANDAD; aunque me parece que debe ser el miembro número ochocientos y algo... y Caracortada debe ser el jodido jefe de la logia.

DONDE NO HAY JERARQUÍA HAY VETERANÍA (II)

DONDE NO HAY JERARQUÍA HAY VETERANÍA (II)


Se preguntará por qué esta entrada llega con un día de retraso. ¿Es acaso usted mi jefe o qué? ¿No ve que soy escritor? Lo raro sería que hubiese sido publicada a tiempo.


También se preguntará por qué monté una imagen con la cara de Earl y el cuerpo de un compañero. Ahora sabrá usted por qué. O no. O yo qué sé.


Para resumir la situación previa (si mis dos únicos lectores no pueden releer la entrada que está justo debajo de ésta) lo resumiré en:


- Joven compañero venido a más

- Afrenta y media

- Encima el tío es un bakala y se siente orgulloso de ello

- Me he convertido en un enano flaco, medio calvo y lleno de odio


Si por algo se caracterizan los jóvenes de hoy es por su creencia de que, ante todo, son inocentes de cualquier cosa. ¡Ellos nunca han hecho nada! Han hecho del victimismo su estandarte y cualquier contramedida que se tome contra ellos es, evidentemente, injusta y desproporcionada.

Añadiría que también carecen de paciencia, educación, sabiduría... pero eso siempre les ha pasado a los jóvenes de todas las épocas.


También escuchan una música de mierda

También están convencidos de que es cojonuda


El caso gracioso es que, pasado casi un mes de La Afrenta y Media, el mismo Jodío Crío va y me pide un favor. Esto es equivalente al tipo que va a un hipermercado, compra EXCLUSIVAMENTE una lata de mejillones enana y le dice al que tiene delante en la cola de caja (¡Sí! ¡Ese que tiene dos carros llenos!) que si le deja pasar delante. ¡Será cabrón! ¡Llena un carro como todo el mundo! Ese saboteador de mi curso de verano, ese niño consentido acostumbrado a hacer turnos de mariquita va y me dice:

"El próximo sábado cumplo veinte años y toda mi familia viene a casa a celebrarlo. ¿Puedes llegar a relevarme media hora antes?"


Vi mi carro de hipermercado lleno en la larga cola de la caja. Mi paciencia se agotaba, tras horas de espera, porque una señora mayor no se aclaraba con los céntimos de los cojones. Después vi su lata de mejillones. El resto es un poco confuso...


La edad suele traer consigo algo de madurez. Cosas de la experiencia. Pero cuando tu trabajo te hace perder pelo y centímetros de estatura, y ganar centímetros de perímetro abdominal (panza) la edad también te da otra cosa: Unas ganas tremendas de volver a ser un jodío crío carente de toda responsabilidad. Así que reflexioné sobre ello. Sí, había aceptado hacerle ese favor. Lo de la reflexión es como lo de la proporcionalidad en el uso de la fuerza: Es algo que se mira a posteriori (Sí señoría... reconozco que golpear a esa limpiadora de sesenta años en la cabeza con un extintor puede parecer desproporcionado pero ¿Estuvo usted allí aguantándola?) Pensé que era una chiquillada impropia de un segurata enano calvo y barrigón como yo pero... ¡Pero es que también soy un segurata cabrón y lleno de odio!

 

De haber estado allí presente, Luke Skywalker habría notado la lucha en mi interior.

A continuación, el mismísimo Luke (que también peina canas al rededor de su calva) me habría dicho ¡Que le jodan a ese niñato!


Compañeras y compañeros: Nunca hagáis esto en casa.

Ni en el trabajo... en el trabajo tampoco.


Aunque parezca mentira medité la posibilidad de hacerle una putada a Jodío Crío, pero mi madurez y, lo que mi ex-mujer llamaba mi falta de empuje, me incitaron a ser un buen compañero y a enseñarle con mi ejemplo. Vamos, como los Jóvenes Castores pero con porra y esposas. Entonces intervino EL KARMA. Por eso la foto de Earl.


Salí de casa quince minutos antes de lo habitual. Eso es una hora y cuarto antes de entrar de servicio, para un trayecto de treinta y seis minutos en metro (trasbordo incluido) A los vigilantes de seguridad nos putea muchísimo que tarden en hacernos el relevo, La Azafata Odiosa es una experta en ello, ¿Que qué más nos dan cinco minutos (quince en el caso de esa chica)? Pues que se suman a nuestras doce horas diarias.


Si, señoría, intenté llegar a tiempo. Pero el Karma y el Metro de Madrid me lo impidieron dando lugar a esta graciosa anécdota que ya ocupa dos entradas en mi destartalado blog.


Lo normal en esos casos es avisar por teléfono, pero resultón que El Karma y yo estábamos en una estación de metro muy lejos de la rayita más pequeña de cobertura.

¡Feliz Cumpleaños Jodío Crío!


Llegué justo a las siete en punto. Como marcan las normas y como no debe hacerse. Jodío Crío estaba en la recepción con su novia, muy puteado él por mi falta de palabra. No le di explicaciones. Tampoco las pidió. Sólo añadir que, cuando se marchaba a casa, sobrevolado por una nube negra, le grité:

¡Y que cumplas muchos más!


A la mañana siguiente, cumpliendo las normas consuetudinarias del sector, el niño llegó a las siete en punto a relevarme. ¡Qué falta de visión! Ya lo decía mi compañero de esa noche. ¿Va a llegarte justito? ¿Es que no sabe que tú también vas a relevarle hoy? Además, como gesto tremendista, decidió tocar el timbre pese a que las puertas estaban abiertas. Un timbre atronador, como una sirena de bomberos. Cada vez que alguien toca ese timbre doy un bote de proporciones olímpicas. Cada vez que alguien toca ese timbre tienen que desincrustarme del techo de la recepción.


Y es que los jóvenes de hoy también carecen de visión. No sólo de gusto musical. No son capaces de prever el futuro a corto plazo. Ni las consecuencias de sus acciones. Y son incapaces de ver que se enfrentan a alguien que adora los sobrenombres al estilo estadounidense, esos que van insertados entre comillas entre el nombre y el apellido. Como Joe "Mad Dog" Bradok, o Golfo "Planificación Estratégica" Gólfez.


¿Cómo disuadir a alguien de que te releve a la hora en punto? ¡Pues llegando cinco minutos tarde! ¡Si fuese una tía buena y me pagasen por orinar podría ser una azafata-recepcionista de esas que contrata el cliente! Recuerdo haber entrado a cambiarme a las siete en punto. Recuerdo haber salido y que una compañera me dijo te va a matar.

¿Matarme? -contesté- ¡Yo sobreviví a la Rotenmeyer! ¡Líbano, Iraq o Afganistán son una puta broma comparado con eso!