MENSAJE INQUIETANTE
Ayer llegó Baby a casa con un mensaje inquietante. Tengo algo que decirte. Esas palabras son detonador, cebador y carga suficientes para derrumbar las torres gemelas de mi vida y que el mundo se me caiga encima.
¿Te han despedido? ¿Tienes una enfermedad incurable? ¿Te vas y no volverás jamás? ¿Estás embarazada? ¿No es un embarazo verdad? ¡Embarazo no! ¡Embarazo = caca!
Cuando recuperé el sentido, llevaba una caja con galletitas que acababa de comprar. Probablemente para invitar en el trabajo. ¡
Oh! ¡Joder! ¡Seguro que es un embarazo! ¡Justo lo que necesita este país! ¡Un golfito más que alimentar!
Cuando pude levantarme y sobreponerme de la hostia bien merecida que me había llevado, miré de nuevo la caja de galletas y, aunque parezca impropio de un varón heterosexual, escuché lo que ella tenía que decirme. Ha salido la nota del examen...
Ah, claro. ¡Y has suspendido! ¡Y la nota del examen te a dejado embarazada! ¡Oh joder! ¡Otro año más! ¡Y encima otra boca que...
Fue más o menos así que me enteré de que por fin ¡BABY SE HA LICENCIADO!
¡Y NO ESTÁ EMBARAZADA NI NADA DE LO ANTERIORMENTE SOSPECHADO! ¡SÓLO ESTÁ LICENCIADA!
Cogí la primera cosa parecida a cerveza que había a mi alcance y la vacié en mi gaznate. ¡Toma ya! ¡Ahora empieza lo bueno! Yo no he levantado cabeza desde mi licenciatura, pero seguro que su caso es distinto. Seguro que conseguirá un gran trabajo, de esos en los que pagan cinco cifras al año, y yo podré cumplir mi sueño...
¿Os creéis que me puse a estudiar para promover el alcance del conocimiento y mejorar la vida de los demás? ¡Y una mierda! ¡Ya me relamo pensando en lo que voy a hacer! Un par de horitas al día limpiando, planchando y cocinando, y luego... ¡A la piscina! ¡Al bingo! ¡Al bar! Se abren ante mí las puertas del paraíso urbano. Las visitas semanales de hercúleas repartidoras de butano de Europa del Este (nada de tíos... marujo sí peor heteromarujo siempre) Gigantescas fontaneras a las que desatascaré las cañerías mientras mi mujercita sale al duro mundo a ganarse el jornal. ¡Llegó la hora de usar su tarjeta de crédito! ¡De ir de compras a diario gastándome su sueldo!
Es hora de empezar a vivir de ella y no dar palo al agua. ¡Vivan las novias licenciadas!
3 comentarios
Golfo -
Por eso he optado por cactus en lugar de plantas bebedoras de agua.
Por eso tengo una casa tan pequeña.
Por eso trato de no tomarle la casa tan en serio.
Querida Abe... nunca he estado en la tuna y...
¿Cómo? ¿Qué hay de malo en tener un amante como yo?
Aberración -
Por cierto, estabas en la tuna?
Kanif -
Con niños invariablemente es el infierno...