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LA CONTRAINSPECCIÓN

LA CONTRAINSPECCIÓN

Os preguntaréis cómo lo hice. Lo sé, no paran de preguntármelo en la empresa. ¿Cómo lo ha hecho este golfo para poder prever las inspecciones? (me gustaría poder decir predecir pero suena demasiado… esotérico) Ahora os lo voy a explicar. Os partiréis de risa.

 

Debido a dos incidencias raras a comienzos de 2009, en particular por el traslado de una auxiliar con enchufe  y el de un vigilante problemático que decidió contar una terrible historia a la empresa, un servicio que solía tener una media de diez o doce inspecciones al año, pasó a tener sesenta. Un incremento notable en cantidad y en intensidad, dado que en ocasiones pasaron por el servicio dos inspectores en el mismo día (uno de día y otro de noche) y, en un par de ocasiones, dos inspecciones en el mismo turno (uno de los inspectores se mosqueó porque él era el que estaba de servicio en esa zona esa noche… algo parecido a que tu vecino salte la valla de tu jardín y orine en tu piscina).

 

La situación llegó a tal punto que invitábamos a los inspectores a café (café de máquina… para que se jodan) con la intención de retenerles en el edificio hasta la llegada del siguiente (dado que se había dado el caso de dos inspecciones en apenas dos horas). El resultado global fue de dos partes disciplinarios (con los consiguientes traslados) en los dos años que duró la caza de brujas (2009 y 2010)… de un total de 108 inspecciones. Me pregunto si alguien mira la eficiencia del departamento de control de calidad de mi empresa.

 

El caso es que, llegado a un momento de cabreo, mi jefe directo me dijo ¿No puedes hacer algo? Con tantos cursos de súper-espía alguna filigrana podrás hacer para devolvérsela.

 

Ahí estaba el reto. La primera opción (me propuso buscar mierda sobre estos simpáticos empleados de la compañía) fue buscarle (siempre en fuente abierta) las direcciones y teléfonos personales de todos y cada uno de los miembros del departamento de control de calidad y medio ambiente. Sonaba bien… pero también sonaba poco ético. Hacía falta algo que, sin violar ninguna ley, sin violar ninguna norma de la empresa, les dejara por idiotas.

 

Así que me cogí varias carpetas de las estanterías del cuarto de seguridad. Informes diarios de servicio de los últimos tres años, y me puse a revisar las firmas que tienen que dejar los inspectores cada vez que visitan el servicio. Mas de cien en los últimos tres años.

 

Ya me dijo un compi que era una gilipollez. Que era inútil. Pero perseveré contando una por una, anotando fechas y horas, nombres y turnos. Cotejando los inspectores que pasaban con los vigilantes de servicio (muchas veces estos tipos tienen sus preferidos… generalmente preferidos del sexo opuesto) Datos, datos datos… Y entonces se me ocurrió.

 

Se me ocurrió viendo la serie “Numbers”. Ahí había un patrón. ¡Fijo que lo había!

Y ahí estaba el patrón. La mayoría de las inspecciones ocurrían en turno de noche, en la madrugada del jueves al viernes y en la del domingo al lunes en la franja horaria que va de las dos y las cinco de la mañana. ¡Y con diferencia!

También habían incurrido en la novedad de inspeccionar el parking y hacer un arqueo de caja, pero esto sólo se hacía en turno de noche los fines de semana. En tres años no se realizó ninguna inspección al parking en turno de día.

 

Hay un alto número de resultados no aplicables en la estadística, pero se deben a que un determinado inspector no anota su nombre ni la hora cuando firma un informe. Irónicamente, éste inspector trabaja en turno de día.

 

Sin saber exactamente cómo se organiza el trabajo de los inspectores, es decir, si les dicen qué servicios tienen que visitar y a qué horas pasar, estaba en disposición de hacer una previsión de inspecciones. En otras palabras, decirle a mi jefe y a mis compañeros cuándo iban a tener una inspección, en base a un estudio histórico y confiando en que (con perdón) el inspector es un animal de costumbres. El único factor de riesgo de esta previsión es que, de ser descubierto, cambiarían la tendencia de las inspecciones (pasarían otros días y a otras horas) pero eso es fácil de detectar.

 

Así que, le presenté el informe al jefe (incluyendo una tabla dinámica de Excel y lujosos gráficos) y le dije: “Si pillan a un compi en una infracción puedes trasladarle, pero si le pillan en los días y horas que te señalo en el informe deberías matarle, porque ya está avisado del riesgo de inspección”.

5 comentarios

klaus -

Golfo, te buscamos, queremos ficharte:
Colegas de discusiones varias,

Se les informa que ha abierto sus puertas un nuevo blog que entronca con la tradición del pezpolla pero con menos necesidades de mantenimiento. Señoras y señores, les presento EL GUARDIAN BLINDADO. http://elguardianblindado.blogspot.com

Sin embargo queremos variar un poco el concepto. Como ya somos casi adultos de verdad y vamos teniendo más responsabilidades nuestro tiempo para postear a veces se reduce y condena al blog al olvido. Para evitarlo queremos ampliar la nómina de posteadores con todos aquellos de vosotros que así lo deseeis. Simplemente mandadle un email a nuestro administrador vulture.kulture@gmail.com y a postear!

Reglas: -Temática absolutamente libre -Máximo un post por persona por semana -El administrador publicará un post máximo por día -Y YA!

Mckeyhan -

Saludos

Mckeyhan -

Muy habil. Muy bien, veo que sigues en activo en Blogia, debemos ser los únicos.

Mckeyhan -

Yo pensaba que tu y yo eramos los únicos que todavía actualizábamos en Blogia... pero ahora veo que tu ya no...

Anónimo -

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