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Me Cago En Mi Vida

Objetivo Kilrath

Objetivo Kilrath

La saga de Wingcommander no me parece de las más gloriosas de la historia de la Ciencia Ficción, sin embargo, sí que me ha inspirado esta tontería que os dejo aquí. La idea de un enorme Verdi con intenciones de ajustarme las cuentas me aterra, y entre eso y las imágenes que he encontrado en el Google de la estúpida película y los videojuegos de la saga, se me ha ocurrido algo como esto...

 

No se movía nada en los pasillos de aquella nave de transporte, y Khan, tras mucho reflexionar, llegó a la conclusión de que estaba hasta los mismísimos cojones de aquel destino. En consecuencia, como había hecho durante los últimos veinte meses, acabó su ración de croquetas nutritivas de marca genérica, y se levantó a estirar las piernas: Nada como un paseo por la galería de celdas de contención para observar, otro día más, lo que hacían esos estúpidos seres que trasladaban hacia Kilrath, la gloriosa capital del imperio donde las luces brillan más, y el ambiente es más cálido y húmedo que en ningún otro planeta kilrathizado.

Tras estirarse todo lo que le permitía su armadura, irguió sus tres metros y pico de altura y caminó por la superficie plastificada haciendo sonar sus pasos, una señal para que esos pequeños simios pelones se portasen bien: ¡Eh que viene el carcelero!, parecían decir sus sonoras pisadas, ¡Disimulad o nos meterá sondas por el culo! y es que había que reconocer una cosa: Aquella especie era débil, mal adaptada, con una tecnología que no podría funcionar en manos de cualquier ser vivo inteligente... pero imaginación sí que tenían: ¡Sondas anales! ¡No se le habría ocurrido en la puta vida! El único experimento que le venía a la cabeza hacer con estos bichos era comprobar qué salsa quedaba mejor con su carne poco hecha.

El comportamiento de esos monitos pelones era pueril: Empezaban a hacer ejercicio o hacían como que se peleaban entre ellos (quizá porque pensaban que también capturaban hembras y que al mejor lo rodearían de ellas para criar el resto de sus días fértiles...). Todo un detalle lo del ejercicio: Los científicos necesitaban ejemplares sanos para experimentar con sus nuevas armas biológicas, algo que les ahorraría trabajo y les permitiría estar como en casa, durmiendo dieciocho horas diarias y lamiéndose las pelotas en cualquier rincón cómodo, en los nuevos planetas kilrathizados (irónica expresión cuando el proceso no es otra cosa que reducir un mundo a cenizas y luego instalar en él un medio ambiente cómodo). La idea le desagradaba, ni siquiera le gustaban los explosivos o las armas de energía, su hobby era el cuerpo a cuerpo: Arrancar cabezas a zarpazos. Eso le costó unos cuantos rugidos por parte de sus superiores: En su primer día, trató de separar a dos de estos simios que jugaban a pelear, uno de ellos hizo como que le golpeaba y él, de un zarpazo, redecoró la celda de rojo sangre y gris cerebro... ¿Y consideran a estos ejemplares como grandes? ¡Apenas llegan a los cien kilos!

La verdad es que el espacio es una mierda. Sí, al menos los de su especie tienen mayor resistencia al vacío, tienen la decencia de no estallar en un segundo, cosa que hacen estos bichos paliduchos que, además, se quedan muy flacos y frágiles por estancias prolongadas... no, le parecía una mierda pese a estar mejor adaptado para permanecer allí. Una de las desventajas de ser un kilrathi fuera de un planeta (con gravedad y todo), era que se te caía el pelo. Sí, su hermoso pelaje era cosa del pasado. Volvería a crecer cuando pasase un año o dos en un lugar con gravedad natural, pero el placer de lamerse para conseguir Vitamina D era algo que los inyectores incorporados a su armadura no podrían sustituir jamás.

Se topó con Kitten, otro veterano quemado por un servicio tan prolongado, que estaba instruyendo a Kiara, la novata, cuyo sexo delataba el medir sólo dos metros y medio... suficiente como para que uno de esos marines tan duros que esperaban su destino dentro de las celdas no recordase para qué servía el cajón de arena que tenían en una de las esquinas... joder, cada vez que lo hacían olía fatal... ¿No se podría evitar eso castrándolos o algo así?

Iban a frotarse afectuosamente la cara cuando, en una de las celdas, sus dos ocupantes empezaron a alborotar, lo que creaba el peligro de despertar al rompepelotas de su superior. Encabezó el trío de guardianes al entrar en la celda de contención, y uno de esos seres pálidos y pellejudos, con un poquito de pelo en la cabeza, le dio por sorpresa una patada en la entrepierna... un sonido metálico reveló a la patética criatura que tenía el pie roto y, que esa técnica tan propia de su planeta natal, era inefectiva contra un ser más grande que tenía los genitales más atrás... casi pegados al culo. Genial... intento de fuga ¿A dónde creerán que pueden ir?

El monito trató de darle un puñetazo en la cara cuando su cuerpo estalló: Un impacto cinético a la velocidad de la luz suele tener ese efecto en un cuerpo blando... cambios de presión, la temperatura se eleva demasiado rápido y... arte moderno por las paredes.  Miraron a la nueva inquisitivamente: Demasiado nerviosa para llevar uno de esos trastos. Kitten le rugió. ¿No te han dicho que no dispares dentro del navío? Eres el doble de grande que él ¿Para qué coño quieres ese trasto ¡Mira lo que has hecho! Ahora el otro está tan estresado que no pasará las pruebas preliminares para experimentación...

Sonrió al oír la palabra experimentación, sobretodo imaginando las sondas anales con las que el humano creía que le humillarían. El marine empezó a gritar que nadie quedaba atrás, que vendrían a rescatarle y que les matarían a todos... se quedó de piedra cuando vio uno de los trofeos de Khan, recuerdo sin duda de los viejos tiempos, de esos asaltos en gravedad cero que la especie humana no está preparada para defender... un trocito de su simplona aleación metálica colgaba de un collar de piel atado a su cuello: La inscripción UNSS-Baghdad hizo enmudecer al pobrecillo...

A Khan no le quedaba claro cómo una raza de ineptos tan poco evolucionados podía haber salido de su propio planeta... salvo por lo que decía la propaganda kilrathi: Les habían echado. Sus dos compañeros seguían abroncándose a sus espaldas cuando les interrumpió, Si no vale para su estudio tengo una idea mejor... sus uñas sobresalieron de entre los dedos, y un movimiento que el marine no vio (ni podrá volver a ver jamás) le partió en dos. Espero que no se hayan acabado las especias... empiezo a tener hambre de verdad.  Veinte meses en el espacio, sin pelo, cada vez con menos paciencia... Lo que necesitaba eran unas vacaciones. 

 

6 comentarios

Golfo -

No había caído... este... ¿Cómo esperas que sepa si su capital se llama así o no? Si es el imperio kilrathi supongo que la capital será Kilrath, no se va a llamar Nueva Wishkas.

Tampoco sé qué echaba más de menos, si tus mordaces comentarios negando tus frases gloriosas o tu inglés gangoso (!)

Gracias por escribir, oh Gurú, empezad por el último artículo o relato donde dejásteis un glorioso comentaro y recuperad el tiempo perdido...

Gurú -

¿En serio se llama Kilrath la capital de estos bichos? Queda curioso... el planeta mataratas (Kill rat)

Golfo -

Gracias, todo se verá. Publicar relatos cortos es realmente difícil, pero algo se podrá hacer...

Eiro -

Animo Golfo a ver cuando nos deleitas con un librillo de relatos, si juntas la mala leche de prachett y tu forma tan clara de escribir con esa imaginacion portentosa haras grandes cosas xD.

Golfo -

Sí, me han salido cortos. El éste último se me ocurrió ayer en la redacción, mientras que el otro me llevaba rondando por la cabeza un tiempo.

Conozco la Guía del autoestopista galáctico, aunque la especialista es Baby. ¿No has visto la película? ¡Izuierda-Derecha! ¡Izquierda-Derecha! es buenísima. Tengo en casa "El restaurante del fin del mundo"... el diálogo con esa especie de vaca parlante es de lo mejorcito que he leído en mi vida. Ahora mismo estoy leyendo algo de Fantasía "con mala leche", me refiero a Terry Pratchet, em lo recomendaron Eiro (un compañero Vigilante que suele dejarme comentarios)y, al enterarse, Baby de nuevo.

A Asimov lo conocí de adolescente, igual que a Heinlein y a Bradbury. Me quedo con Fundación (me leí los 5 originales, el resto creo que ya no eran suyos...)

Respecto a los relatos, muchísimas gracias, que salgan más largos es cuestión de tiempo. Tengo un par colgados desde el principio, en Marzo o Abril de 2005: "Hormigax" y "El Chimpancé Alfa"... aunque quizá no sean recomendables para personas sensibles y encantadoras como tú... pueden resultar un pelín soceces.

Gracias por escribir y un besote.

aberración -

Muy bueno el relato, aunque el anterior me gustó más. A mí también me encanta la ciencia ficción, aunque no puedo decir que desde pequenya porque empecé con Asimov hace no más de 4 anyos. Eso sí, en ese tiempo he leído bastante, pero últimamente no tengo nada de tiempo.

Si quieres unir ciencia ficción y humor, lo mejor es la "Guía del autoestopista galáctico" una trilogía en 5 partes. Yo voy por el 3o y me parto.

Por cierto, podrías sacar un libro de relatos, con estos dos y algunos más... En serio, el primero me gustó un montón, aunque me quedé con ganas de que fuera más largo