Verdi

Menuda siestecita

Bueno, este ha sido otro e esos fines de semana solitarios... toda la casa para mi menda, lista para ser destrozada. Ando pensando en hacer un diorama a escala de la ciudad de Hue en Enero de 1968... ¡En Casa! ¡Con los materiales a mi alcance!. Lo que quiero decir es que creo que tengo mi primer celo. Eso sí, al ser un Mau Egipcio, donde esté una buena comida que se quiten las gatas. ¿Que me aburro? Destrozo algo: ¿Quién me va a echar la bronca? ¿Yo?

 

He probado nuevas sustancias:

- Pizza: Mola, sobretodo por el atún

- Embutido: Se lo secuestré a Golfo... estaba tan cojonudo que luego ignoré el atún de lata que me sirvió Baby. Se trataba de Fuet. Si alguien quiere boicotearlo por ser catalán que no lo tire, que me lo de y yo me encargo de su reciclaje.

- Cremas cosméticas: Algo pringosas... no sé, quizá con algo de pan...

- Gel de ducha: Una mala broma, entré a la ducha a ver qué pasaba dentro. El agua estaba caliente, lo que se agradece en estas fechas... ¡Y ese cabrón me enjabonó! ¿Cómo creéis que me iba a quitar la espuma de encima? ¿Dejándome bañar?

 En fin, que poco más. Próximo informe en breve. Os dejo una imagen del menda echándose la siesta en el sofá.

¡Me cago en todo!

Baby, Golfo... ¡sois un par de cabrones!

Primero corre el rumor de que me han capado ¡Nada más lejos de la realidad, en la primera imagen de la izquierda dejo constancia de la integridad de mis cojonazos (que son como puños) para quien lo dude.

Luego sueltan que me gusta el agua... ¿Qué clase de gato sería entonces? Me llama la atención la bañera, es un lugar acogedor, y el agua hace un ruidito muy curioso al chocar contra la superficie, pero... ¡Es que el otro día fui a verlo llamado por mi curiosidad natural y el desgraciado de Golfo empezó a enjabonarme! ¡Miren la imagen! ¡Ese torturador me dejó como un erizo!

Finalmente usurpan mi identidad a la hora de participar en una propuesta por internet, que ni sé de qué va ni me importa! He oído que es algún tipo de propuesta tiránica o algo así... ¡Sabed todos que si algún día me opongo a una propuesta tiránica será para imponer la mía propia!

Os dejo, como cuarta imagen, la foto que ilustrará mi extenso currículum en el dorso de mis libros (en breve a la venta)... ¡Hoy cualquiera puede escribir y publicar un libro! ¡Si no que me expliquen lo de Amedo!

 

Manual del Pequeño Bastardo (2ª entrega -TTP: Técnicas de Tortura para Principiantes-)

Recibo constantemente correos electrónicos con preguntas sobre cómo torturar y humillar a amas y amos. A todos les respondo ¡Existir! ¡Con eso basta!. No os lo creeréis, pero pese a ser la especie más limpia de todas las considerables como mascota, la permanencia de un gatito en casa puede convertir el hogar más familiar en una pocilga infecta. Si no, ojo al dato:

- Lo peor de los gatos (a parte del pelo) suele ser  el celo, porque nos da por maullar y mearnos por todas partes debido a la falta de sexo... la alternativa de la castración es inaceptable. cuando me llevaron al veterinario y ese freaky cabrón propuso cortarme los cojoncillos cometí el error de reaccionar (dando la impresión de que comprendo su idioma). No me calmó ni que me llevasen a ver a los pececitos y a los pajaritos... hambre sí que me provocó, pero calma...

- Aquí juego con ventaja, a un Mau Egipcio (al parecer lo soy) le convence más una buena comida que una hembra, por lo que dándome de comer a mansalva se ahorrarán el enviarme a las casas de las tres novias que me han salido sólo en este barrio (muy buena tiene que ser la comida para que me decida a no hacer turismo sexual por Carabanchel...). Bien, comer en vez de follar.

- Pero claro, lo de comer tiene un problema, y no me refiero a lo de engordar. La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma... y en este caso se transforma en mierda. Mierda que, siendo tan fino como yo, va a parar a la cajita de arena. ¿Que la cajita está llena? Se maulla prudencialmente para que alguien (gusano o gusana) lo limpie... que mi culo es muy puro como para acercarse a sus propias heces. ¿Que no?  pues con las patitas delanteras se quita de en medio lo que molesta y punto. Ya vendrá la gusana (o el gusano)después a limpiar su suelo.

Como queda claro, o como en abundancia (y ensucio) o me da el celo (y ensucio... o vacaciones pagadas). Pero una vez hemos entrado en la temática de la cajita de arena pasamos a una de las muestras de cariño más cerdas que os podáis imaginar:
Cuando un gato lame a un ser humano le está limpiando como muestra de cariño ¿no? y de hecho, como muestra de afecto superior, trata de tocarle la cara con las patitas delanteras. Cuando se frota contra él o le muerde le está marcando como lo que es (su propiedad), y cuando nos hacen cosquillas en la barriguita les damos en las manos con las patitas de atrás, haciéndoles creer que es lo que hacemos con nuestras madres.

- Recordad: Después de cagar enterramos el mojón con las patitas de atrás y si nadie nos despeja la cajita, apartamos las cacas con las patitas de delante... de estar sucias las patitas las limpiamos con nuestra lengua... ¡Y PARA DAR CARIÑO A LOS HUMANOS LOS LAMEMOS Y TOCAMOS SUS CARAS CON NUESTRAS PATITAS!
La alternativa es que nos pongan un WC en condiciones y que lo limpien a diario con esmero... ¡hala! ¡pillad el rastrillo! como dice el personaje de la foto (Wally):

Sólo tenéis que imaginaros que buscáis un tesoro.

 

 

Mi regalo de Navidad

Os servirá para acostumbraros a rendir culto a mi personalidad.

Xmas... uno más

Qué demonios es esto?

Christmas de Verdi

No sé qué ocurre, pero todo el mundo está contento. Así que Felices Fiestas.

Dominaré el mundo.

 

Miau

Jetcat (El Gato a Reacción)

¡Qué asco! he pasado de ser una mascota a ser una excusa. La última de Baby  y Golfo es echarme la culpa de todo: Si aparece el papel higiénico mordido: Verdi, si alguien destroza los periódicos y revistas y esparce los restos por el salón: Verdi. Si alguien abre los cajones de su alcoba y se prueba la ropa interior de Baby: Verdi... vale, soy culpable, pero la lista de nuevas sustancias probadas me lleva a la reivindicación e mi encantadora inocencia:

- Alubias a la Vasca

Sí, el otro día Golfo, viendo el éxito de sus lentejas y de su paella, optó por preparar unas alubias a la vasca y me dio un poquito. Sí, estaban muy bien, con su punto de picante y a temperatura ambiental. Lo peor vino luego, a la noche: Dice Baby que ronco... y un ronquido es distinto de un ronroneo, así que a mí que me lo expliquen ¿Cómo demonios va a roncar un gatito? ¿Estamos tontos o qué?, pero lo  peor fue el ruido corporal que interrumpió el debate sobre si ronco o no: Un estruendo infernal de esos que hacen temblar el suelo y que caigan trozos de cielo sobre nuestras cabezas: ¡Ahora resulta que me tiro pedos!

 Imaginad a un esbelto Mau Egipcio (o europeo atigrado... o como os venga en gana) con un propulsor a chorro del que escapan gases a alta temperatura y que cruza el horizonte a varias veces la velocidad del sonido. Sí, Alubias a la vasca... el día que haga Fabada escondeos.

Manual del pequeño bastardo (Icn bin ein Kaiser Kitten)

Tal y como suena, preparo la publicación de un libro (si golfo puede un gato de 6 meses también) acerca de cómo planeo dominar el mundo, así como de técnicas de control mental y comidas de coco. El futuro Manual del Pequeño Bastardo se publicará en volúmenes gordísimos de periodicidad anual (recordad que tengo que dormir 18 horas al día) con los que por un módico precio aprenderéis a putear al prójimo y a salir impunes a base de una apariencia de inocente mascota encantadora.

 

Os pongo un ejemplo de lo hijoputa que puedo llegar a ser:

 

Por todos es conocido que el metabolismo del gato doméstico es increíblemente sencillo: Cuanto más se come más se caga. Todo en el mismo día... sin excepción. Ahí es donde empieza esta historia: En un empacho de Frieskies.  Golfo lleva casi todo este mes preparándose no sé qué pruebas físicas, lo que significa que sale a correr y a hacer ejercicio de ese con un amigo suyo, alto y flaco... un auténtico coñazo de tío que se ganó mi primer bufido... y mira que yo ando por el Fair Play, pero el cabrón llegó a mosquearme.

 

El hecho es que me quedé solito en casa, habiéndome zampado un montón de friskies de colores, cunado noté la puerta de la habitación de Baby y Golfo abierta. Hmmm pensé: Edredón nórdico de un blanco polar, calor, comodidad... plumas de las que salen del edredón para morder y tragar: ¡Debe ser divertido! Pero la capcidad de concentración de un gatito doméstico de seis meses (que los cumplí el 11, quien no me felicite cargará piedras para construir mi megapirámide) es limitada, y observé tres cosas obstaculizando el natural camino de la puerta: Dos zapatillas de Baby y una papelera... tres juguetes naturales para un cachorrillo como yo que, evidentemente, esparcí el contenido de la papelera por todo el suelo... y lancé las zapatillas hacia un destino desconocido, puede que con la secreta esperanza de encontrar un planeta más feliz donde vivir. El hecho es que al par de minutos de relajarme en el edredón de plumas blanco, blaaaaaaaaaanco nuclear, oí un portazo inesperado.. ¡NOOOO! ¡Encerrado! ¡Traicionado por mi propio afán de ocio!  Y estar encerrado, siendo un gatito... un gatito que se ha tragado una considerable cantidad de friskies, tiene un problema.

 

Cierto, yo también conozco los casos (en realidad generalizados) de gatitos capaces de aguantar dias sin hacer de cuerpo, pero  Ich bin ein Kaiser Kitten... (y si se observa lo rebuscado de las iniciales pronto e hallará la respuesta al enigma de esta narración) lo dejo claro: Conociendo mi entorno la privación de excesos carece de sentido: Apreté mi ojete para aliviarme y... ¡Bingo! ¡Dos ICBM Minuteman II salieron de mi pequeño culo! Eran más grandes que yo, y de hecho se me quedó cara de parturienta tras expulsarlos de mi interior sobre ¡ups! ¿El edredón nórdico tan virginalmente blanco que protegía del frío a Baby y a Golfo?

 

Hay algo que me encanta de esta feliz pareja: Cuando llegaron los tres (Baby, Golfo y Murci), fue Golfo quien abrió la puerta de la habitación. Aquí empezó mi representación: Lancé un maullido sordo, como una petición de auxilio, junto con mi cara de perturienta, para complementar la traumática imagen de dos enormes plastas más grandes que el gato encima de su cama, y de echo, encima de una pieza de ropa de cama que sólo puede limpiarse en seco por 50€. ¿He comentado que las manchas orgánicas no salen? ¿Que dejan una enorma mancha circular y marrón destacando sobre el brillante blanco antártico del edredón?.

 

Lo que más me gusta de Golfo es su sentido del humor ¡Es contagioso! Abrió la puerta olió el pastel (nunca mejor dicho)... miró vio y... y rió. Se empezó a partir de risa al ver a un pequeño gatito desfondado sobre su cama junto a un par de enormes mierdas. ¡Se cayó al suelo! Pero es que luego se acercó Murci y también empezó a reirse ¡Me había cagado en su cama y ellos se descojonaban como un par de aficionados a oler pegamento industrial!

 

La reacción de Baby fue mejor: Lo que me encanta de ella es que piensa que , en cualquier caso, soy un santo: Entró, montó en cólera y expresó a gritos su indignación con... ¡Con Golfo! ¡AJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡Si lo sé me cago en esa cama a diario! ¡No lo hago porque Baby me deja dormir allí todas las noches! Madre mía, va a ser verdad que la especie superior somos los gatos: Al fin y al cabo los humanos trabajan para nosotros.

 

Próximamente nuevas aventuras del pequeño bastardo