No os lo vais a creer, pero me he ido de Júbilo: Echaré de menos el paisaje y la compañía... sobretodo el paisaje. No ha pasado nada reseñable, sencillamente que no he renovado las prácticas por otros tres meses, así que ahora estoy experimentando lo que los jubilados y “mileuristas” denominan “Tiempo Libre” y... y bueno, que ejerciendo de amo de casa esta mañana, he puesto la tele para ver las noticias y he visto una actividad laboral que permite conciliar trabajo, vida social y familiar y ocio... sobretodo ocio.
¡Pon tu experiencia a trabajar! Decía la propaganda de reclutamiento de las Fuerzas Armadas (que también son conocidas por sus donaciones). ¡Trabaja y pásatelo bomba! ¡Puedes llevarte la revista a casa! Al ser un varón sano (eso habrá que matizarlo) de entre 18 y 30 años, se puede aspirar a realizar una donación semanal (seminal y semanal) durante 6 ó 7 meses a cambio de entre 35 y 40 eurillos por frasco... (lo de la temporalidad y que sólo te dejen donar una vez a la semana debe ser para evitar que la gente se aficione...) todos pensamos que valemos más, pero hay que tener en cuenta que se trata de un trabajo gratificante, sencillo, que no requiere preparación académica y en el que los licenciados no seremos discriminados porque el dueño de la tienda tenga miedo de que te vayas cuando encuentres un curro mejor.
Ojo al dato: 35 euros a la semana durante 6 meses garantizan un mínimo de 840 euros... seguro que más de uno de mis ya ex compañeros de redacción se preguntará por qué está sentado frente a un ordenador con manzanas en las teclas cuando, por un esfuerzo de un par de minutos (podríamos alargarlo pero el resultado sería el mismo... no importa demasiado quedar como un Rocco ante una revista) ganaría lo mismo o casi más, y en cuanto a los becarios... Tranquila jefa, tengo un segundo curro de fin de semana que me aportará más de 800 al mes durante mis 6 meses de prácticas... ¡Chócala! ¡Me he lavado las manos antes de venir a la redacción!
Para que veáis que todo son ventajas, con la muestrecilla de nata para el café que le dejáis al banco de esperma se puede hacer de todo: Desde alegrar la vida de una pareja (gays incluidos esto no es EEUU) a permitir a unas personas con bata blanca investigar el apasionante mundo del espermatozoide ¡Y cabe la posibilidad de dejar tu huella en el mundo cabreando a quien se suele cabrear por esto!
He de reconocerlo, le avergüence a quien le avergüence (lo siento mamá): YO HE SIDO UNO DE LOS ELEGIDOS. Estaba en segundo de carrera (ni siquiera había euros)... me acababa de comprar un PC de segunda mano... para pagarlo llevaba unos meses comiendo arroz con atún y sin pasta para kalimotxo... vamos que, harto de no tener un duro y con mi cara de
Viet Cong, me dije: Es un
trabajito fácil, estoy dotado para hacerlo y dan pasta a cambio. La familia se lo tomó de diversas formas: Recuerdo la indignación de mi santa madre:
¡Qué pasa! ¿Que ahora va a haber gente como tú suelta por ahí? (literal)
¿Para eso pagué un colegio de curas?. Mi tío lloraba... pero de la risa.
Me alegro por ti, chico, por fin has encontrado un trabajo que te hace feliz. En cuanto a mis hermanos, él siguió con su cara de póquer (supongo que se reía por dentro) y mis hermanas negaban con la cabeza, pero eso suelen hacerlo siempre cuando les llega una noticia en la que va insertado mi nombre:
Golfo escribe un libro sobre terrorismo, Golfo adopta a un gatito, Golfo dona esperma...total, para ganar menos de cuarenta mil durillos al menos pasémoslo lo mejor posible (¡Y puedes quedarte con la revista!).
