LINCES Y GATOS
Es más o menos normal que los humanos lean la prensa. Digo más menos porque tampoco es lo más habitual. Pero me encanta que se asusten por noticias que son del todo normales.
Ha salido una sobre la actividad sexual de los linces. 80 polvos en dos días. Encima aclara que salen, más o menos, a casquete por hora, porque pasan el resto del día durmiendo. ¿Y qué esperabais? ¿Cigarrito y abrazo? Encima se sorprenden de que, en cautividad, un león llegue a los 200. De ahí la expresión ‘follar como leones’.
Vamos a ver. Los gatos domésticos llamamos a eso ‘mariconada’. Si Linces y leones se dedican a follar y a dormir cuando están en cautividad es porque no hay nada bueno en la tele. Y si después de follar se tiran durmiendo un montón de tiempo es porque... porque no tienen nada que decirse. ¡Son linces coño! ¡No hablan!
Volviendo al tema que ha llevado a esta entrada, me encanta que los humanos se caguen de miedo al leer este tipo de noticias. Golfo ha empezado a insistir en que no duerma en la cama cuando él no está (¿Celosillo de mis capacidades copuladoras?) pero ha insistido más aun en que no duerma en la cama CUANDO ÉL ESTÁ (¿Miedo a que me de un apretón de celo y no distinga?)
Envidia la superioridad de mis felinas pelotas. No se dan cuenta de quiénes somos los que dominamos el mundo. De que cuando el malo de la película está mirando una pantalla enorme en su sala de reuniones, de espaldas al consejo ejecutivo de su organización maligna, y sólo se le ve una mano porque acaricia al gato, el número uno de los malos puede ser ese Dr. Gang, pero el número cero, el jefe supremo, es el gato. ¡El jefe del jefe!
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