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Me Cago En Mi Vida

EL MURO

 

Ya he hablado alguna vez de los concursos de la televisión, sobretodo recordando aquella gloriosa conversación con El Gurú acerca de posibles nuevos formatos para concursos: El zulo, La isla del Predator, La urbanización del francotirador o, mi preferido: El campo de minas de los famosos.

A Baby le ha dado por los tele-concursos. Justo lo que necesita este país. Que si los que invitan a desconocidos a cenar para que les pongan verdes, que si los de preguntas sesudas para gente con gafas y poca vida social, ¡Lo prueba todo! Es una yonqui de la tele. Lo único que parece no haberle gustado es Humor Amarillo. Incomprensible.

Por alguna razón ha probado a ver El Muro, una adaptación de algún concurso japonés del tipo puteemos al concursante. No lo he visto aun, pero me parece que el objetivo es adoptar una pose que se adapte a la silueta marcada en un muro que se acerca cada vez más al tele-pringado, que generalmente acaba chapoteando en el agua, como si hubiese salido del glorioso Laberinto del Chinotauro.

La tradición de concursos japoneses no ha sido aprovechada, una vez más, con El Muro vistos los recurridos clips de otros concursos de este tipo, como el de Respuesta o Cocodrilo o El Trabalenguas descojonador, pero lo mejor ha sido la crítica de la decepcionada Baby, cuando le he preguntado qué tal estaba el concurso. La niña de mis ojos se convirtió en un Álex de La Naranja Mecánica y sentenció:

"Muy mal, pasan demasiado tiempo hablando y demasiado poco haciéndose daño"

2 comentarios

Golfo -

Por esa misma razón, deberíamos recuperar las gloriosas tradiciones romanas y añadir al muro... ¡Pinchos!

Kanif -

Es exactamente lo mismo que pensé yo la primera vez que vi el muro:-Mucha palabrería y pocas leches.
Sin embargo acaba uno cogiéndole el gusto... Se echa de menos más velocidad en el muro, para que el impacto sea mayor...¡Son unos blandos!