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LOS CALZONCILLOS DE COMBATE

LOS CALZONCILLOS DE COMBATE  

Ya decía mi madre que la convivencia no es fácil. Puede que conozcas a una persona desde hace años y nunca dejará de sorprenderte. Sorprenderte y aterrorizarte. No poder utilizar un tendedero durante semanas porque tus compañeros de piso han decidido colgar su ropa y dejarla ahí durante días puede parecer algo cotidiano en los pisos de estudiante. Cuando tu ropa blanca se convierte en una serie de conjuntos entre beige y verde oliva debido a la humedad, porque no puede secarse al aire, o cuando acaba oliendo a fritanga porque no hay sitio donde colgarla en el interior; siempre debido al atasco de ropa perenne en el tendedero, comprendes que ha llegado la hora de madurar, de crecer. De asumir responsabilidades, de pagar la hipoteca... y sobretodo de buscarse una casa donde no estén ese par de guarros.

Quiero centrarme en la ropa de sólo uno de ellos. De la ropa de quien tiene una sección en este blog para él sólo. Se trata del único hombre del mundo cuyos calzoncillos pueden colgar HACIA ARRIBA. Se trata de una sofisticada técnica anti-gravedad por la cual, la ropa queda tan acartonada que es capaz de desafiar al viento e incluso a la gravedad. Hablo de Murci y sus calzoncillos de combate.

No me malentendáis, el chico también cuenta con unos calcetines-boomerang, con camisas antibala (si se pudiese entrar dentro porque se trata de un blindaje realmente rígido) y hasta una manta de destrucción masiva. Si Saddam hubiese levantado la cabeza habría pensado que fue una estupidez fabricar gas mostaza e intentar tener La Bomba. Bastaba con contratar a Murci para hacerle la colada y ¡Pobres norteamericanos!

Tanto me cansé de ver esas piedras con forma de prenda colgadas de mi tendedero que pensé en quitar las pinzas y dejar que cayesen grácilmente al patio interior. Claro que mi sentido cívico me hizo pensar en los daños colaterales: En la pobre limpiadora de la comunidad que podría resultar herida, en el carrito de niño del vecino, que quedaría siniestro total, en una bicicleta que quedaría como si hubiese recorrido la autopista de la muerte. No fui capaz de descolgarlas... y Murci fue tan cabrón que retiró su ropa antes de que pudiese hacer una foto que compartir con vosotros. 

7 comentarios

Golfo -

No te preocupes, le podría pasar a cualquiera.

TrancaMan -

Ah, vale! Es que en el escaneado no se ve bien el mosquito y no me habia dado cuenta de que estaba incluido en el dibujo...

Golfo -

Son calcetines, no dibujo tan mal. Y son SUS ¡NO MIS! ¡SUS!

(este momento Paco Martínez Soria ha sido ofrecido por cortesía de Golfomedia Ltd.)

Tranca-Man -

Un mosquito estampao contra tus calzoncillos? Joder, eso si que es sufrimiento.

Golfo -

Ojo al detalle de los "calcetines-boomerang", tan endurecidos por el exceso de almidón (que habrá salido de las patatas fritas porque si no no me lo explico):

He dibujado un enorme tábano que finalizó sus días en este valle de lágrimas estrellado brutalmente contra uno de ellos. Totalmente real.

Quede constancia de mi homenaje a tan imprudente insecto.

¡Mosquitos! ¡Moderad vuestra velocidad de vuelo!

Golfo -

No. En realidad la idea sólo me viene a la cabeza cuando tengo que relavar mi ropa porque los calzoncillos de combate necesitan tiempo para endurecerse y desafiar la gravedad en el tendedero.

La convivencia nunca ha sido algo fácil.

TrancaMan -

"una serie de conjuntos entre beige y verde oliva"

Joder, como me he partido el culo con eso y lo de los calzoncillos hacia arriba ^^

Estas pensando en hipotecarte, entonces?