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Me Cago En Mi Vida

Murci merece una sección para él sólo

Murci merece una sección para él sólo Contar todo lo que he vivido con este elemento al lado requeriría de una sección independiente...  de hecho requeriría un blog a parte, algo así como Murci y Yo
Tan sólo decir que las cosas recientes (desternillantes todas porque lo que no le pase a éste) las iré metiendo aquí de cuando en cuando. Cosas como aquella vez en el Astral...
 

                                                                    "LOS HUEVOS DEL CURA"
Estábamos en El Astral, uno de los pocos bares que conozco que abren antes de las 6 am. Conocido por su tortilla (líquida por dentro), recién hecha para que desayunemos los del turno de noche, estábamos disfrutando en su instalación de la gastronomía castellanoleonesa que ofrecen gustosos regada con cervezas y vinos del país... el hecho es que en una de las rondas el señor jefe ofreció a Murci una bandeja con montados, en particular con unos que llevaban una rodaja de huevo duro, tomate, rodaja de embutido y un puntito de pimiento rojo justo encima. En cuanto los vio Murci exclamó ¿Qué es eso? ¿Los huevos del cura?.

El personal de ese bar destaca por su buen pulso con las bandejas... pero nunca ví al jefe temblar y llorar de la risa mientras trataba de mantener la bandeja firmemente... ¡La bandeja fue lo único que no se movió! (él casi se cae al suelo de la risa). Resulta que los Huevos del Cura son algún tipo de montado típico de la tierra de mi querido Murci, este insigne personaje de cómic que un día logró convertirse en un niño de verdad

 
                                                                     "AntiBUTRAGUEÑO"

 
Recuerdo que el año pasado teníamos en casa a Emo y a Dancho. Baby había salido de viaje a Sofía por Semana Santa, y estábamos los tres rudos y burdos machotes solos en casa. Lo divertido es que Murci nos invitó a salir de juerga con sus compañeras de piso... Dos gemelas (con un par de buenas gemelas) y una amiga suya, venezolana para más señas, que vivía de su físico (por el que su marido, dueño de algunas discotecas, chalets y Ferraris pagaba muy bien...) Es más, la chica se metía en las conversaciones para dar su estúpida opinión (cosas como que USA significa Unión Soviética Americana... cuando le conté a Murci que mi amigo Giuseppe -un exsocio de mi editor- volvió a Milán con una depresión y que para quitársela se había comprado un Ferrari, la rubia (porque era rubia) soltó un académico: Me encantan los Ferraris, sobretodo rojos... mi marido no comprende porqué no quiero subirme en su Lamborgini ... cuando le comentaba a Murci y a las gemelas lo de que Félix participó en la evacuación del Corte Inglés de Azca -cuando se incendió el Windsor- y que el encargado trataba de salvar una colección de abrigos y zapatos caros en el momento de desplomarse la cúpula ella sólo pudo decir ¡que pena! ¡Los zapatos!... No es coña, existe gente así... es decir: Un cuerpazo con cerebro a juego)
 . Salir de juerga con dos tipos que no hablan una palabra de español es estimulante, a la par que educativo. Coincidimos (supongo que por telepatía) en utilizar como técnica de seducción la negación del afecto (y de hecho la negación de la atención).  Aclaro: Tan sólo ejercitaba el bello arte de la conversación seductora, ¡Nada de intentos de Butragueño!... no quiero que Baby me cape...

El hecho es que, hartas de ser ignoradas, la rubia venezolana ejecutó un particular paso de baile con Emo: El restriegaculos. Restregó su redondo culo caribeño por la entrepierna del afortunado obrero de la construcción balcánico que, Gracias a Dios, no podía decir nada en español... su grito (puño en alto) en mitad de la pista de baile fue algo así como ¡Me la voy a estar cascando seis meses con este recuerdo!.

De camino a casa las gemelas decidieron enseñar a estos dos unas frases para entrar a las chicas cuando saliesen de marcha, sobretodo cuando, durante el viaje en taxi, trataron de entablar conversación con Emo y éste sólo acertó a decir Io no habla español, Io sólo habla Golfo (entiéndase por Golfo una extraña interlingua hispanobúlgara). Por lo tanto les explicaron que lo importante para una chica es la primera impresión: La fémina debe quedar impresionada y congelada con una frase fulminante. Para ello, nada mejor que preguntar en frío (y de buenas a primeras) ¿VAS TOTALMENTE DEPILADA? Estuvieron dos meses repitiendo la frase para memorizarla... de hecho, cuando se la tradujeron, les gustó tanto que salían al metro sólo para encontrarse con desconocidas y preguntarles si iban totalmente depiladas...

Lo mejor fue el continuado diálogo seductor que mantuve con una de las gemelas (la gemela objetivo) ... cuando parecía a punto de caramelo, su hermana (a la que denominaremos gemela colateral) me preguntó si los búlgaros y yo compartíamos piso... fue cuando nuestro niño de verdad cometió su Murciada:

Al oír la pregunta de la sonriente gemela colateral (que algo sabría) a Murci se le escapó ¡QUÉ VA! ¡GOLFO VIVE CON SU NOVIA! ... acto seguido se tapó la boca con las dos manos y empezó a pedirme perdón (con las gemelas delante...). Ellas reaccionaron de modo dispar: La Gemela Objetivo borró la sonrisa de su cara y se fue a dormir ipso facto... sin despedirse ni nada. La otra tardó más en irse a la cama... tardó los quince minutos justos que se estuvo riendo a carcajadas... ¡Qué cabrón! ¡Si lo hubiese hecho con malicia no le habría salido tan bien! 

 

 

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