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Divagaciones del comité de sabios

A ESTO LO LLAMO YO UNA CAMA HINCHABLE

A ESTO LO LLAMO YO UNA CAMA HINCHABLE

 

Es cierto. La teletienda es un nicho sin límite a la hora de inspirar las entradas de un bloguero observador. Y digo observador por no decir freaky. Si no, ojo a este clásico anuncio: El de la cama hinchable Restform.

¿Una cama hinchable? Se dirá el lector, menuda mierda de novedad. Eso lo diría el lector que conoce este maravilloso producto o, al menos, el que no ha visto su anuncio en televisión. No llega al nivel del agrandador de pene, pero brilla con luz propia: ¿Llegan invitados y no quiere torturarles con su incómodo sofá? Yo, personalmente añadiría un ¡Que se jodan esos gorrones! ¡Vienen a beberse mi cerveza y a ver mi tele y encima se quejan de la espalda por mi sofá!

La cama hinchable, dicen en el anuncio, se infla sola. ¡Se acabaron los mareos y vahídos típicos de los días de playa! ¡Si el nene quiere que se le infle la colchoneta que gaste sus propios pulmones! ¡Que para eso no fuma! ¡Y si no que cargue él con la cama hinchable! ¡Que para eso está!


Lo del famoso chino dando volteretas sobre la cama hinchable es un tópico muy gastado, peor nada mejor que la imagen que demuestra la pedazo de resistencia de esta cama hinchable. ¿Quién no tiene un león marino en su jardín? ¿Acaso deja usted que su león marino de jardín duerma sobre el duro suelo? ¿Sobre su impecable césped? ¿Sobre su granja de cactus? ¡Póngale una cama hinchable a su león marino de jardín!

¡O mejor! ¡Piense en una solución para su parienta! ¿No tiene suficiente espacio en la cama? ¿Su señora no puede dormir sin la tele puesta? ¡No se preocupe por la supervivencia de su sofá de ver la tele y beber cerveza y mande a La Maru a dormir al salón gracias a su cama hinchable! ¡Si sobrevivió al león marino de jardín probablemente pueda aguantar a tooooda esa señora con la que se casó hace veinticinco kilos! (he querido decir veinticinco años)

Podría seguir durante párrafos y párrafos. Para zanjar el asunto de la resistencia, y no contentos con subir encima a un león marino, deciden subir encima algo igual de pesado (no... La Maru no... aunque seguro que se les ocurrió...) ¡Subamos a otro león marino de jardín! ¡Dos leones marinos de jardín! ¡Lo que todos tenemos en casa!

¿Ha venido la hermana de su mujer a pasar unos días en casa? ¡No se preocupe! ¡La cama hinchable puede con su señora y con su cuñada!

¡Que no le jodan su granja de cactus!

¿Y A QUIÉN NO LE APETECE TENERLA MÁS GRANDE?

¿Y A QUIÉN NO LE APETECE TENERLA MÁS GRANDE?

 

En “Error humano” Chuck Palahniuk describe en uno de sus ensayos sus experiencias con un potenciador labial, un trasto que, a través de la succión, aumenta el tamaño de los labios durante un limitado espacio de tiempo. Más barato que el colágeno, y con un funcionamiento similar a los sistemas de agrandamiento del pene. Me partí de risa leyendo el ensayo, sobretodo la parte en la que explica que “se trata de sistemas que uno puede comprar y usar sobre los que uno puede escribir ensayos graciosos y por lo tanto le permiten desgravar impuestos”.

Acabé el libro y lo enterré en mi biblioteca, en el olvido, hasta que tiempo después pude ver el que considero el MEJOR ANUNCIO DE LA HISTORIA. Y no es broma. Me importa un rábano que el alargador de pene Jes Extender funcione o no. Los creativos que idearon este spot merecen una jodida medalla.

A verlo aunque sea una versión resumida

Hacer anuncios para televisión no es fácil. Se trata de contar una historia en muy poco tiempo y, principalmente, añadir algo que haga que todo el mundo lo recuerda. La música, una frase impactante. Por eso este maldito anuncio es maravilloso. ¡Es perfecto! Mirad que reparto:

- La típica compañera de oficina a la que te tirarías de manera salvaje (sólo comprando el agrandador)

- El típico vecino gordo con coleta que se cree la hostia, pero en realidad, pese a haber llegado a presidente de la comunidad, ha sido siempre un capullo sin gracia hasta que se apuntó a rodar un anuncio de agrandadores de pene (¡Gracias oh agrandador!)

- El típico compañero de gimnasio acomplejado por el pequeño tamaño de su pene (que sí... que quieres estar mejor...)

- El típico jefe calvo y sesentón con una parienta de treinta y pocos que parece una actriz porno recién retirada y a la que te tirarías también de manera salvaje (pero a la que le importa el tamaño... por lo que habrá que recurrir al agrandador)

Ahora vea la versión completa

(Grabada directamente de la tele con una videocámara doméstica)

Tras ver el vídeo, supongo que todos nos quedamos con la chica que habla desde su coche y dice "No sé qué dirán los demás, pero a mí me gustan grandes".

Sublime ¿No cree? Pues nada más convincente que un gordo con coleta que te dice que "Si crees que tienes un problema, no lo dudes... ¡Pero si no lo tienes tampoco!”

¿Es usted un tirillas con un pene microscópico? ¡Pues oiga lo que tiene que decir este tipo con pinta de apocado! "Dice la gente que no es importante, pero cuando estás en el gimnasio, en el vestuario..."

¿Es usted el típico que se tiraría a la joven esposa de su jefe anciano (un auténtico jefestorio) pero se siente inseguro debido al irrisorio tamaño de su miembro viril? ¡Pues escuche a la señora de labios carnosos y cara de lujuria! "He tenido que decir que se lo quite de vez en cuando... yo también tengo mis necesidades"

El punto profesional es lo mejor de todo el anuncio. No hay anuncio de invento freak que funcione sin un experto en la materia (con traje claro) hablando de los maravillosos efectos del nuevo producto utilizando palabras muy complicadas. En este caso, se han sacado de la manga a Paloma Aznar (¿Aznar?) alias “Vampirella”.

Pongo un punto porque esto requiere reflexión.

¿Nadie ha pensado que “Vampirella” no es un nombre correcto para una experta? A pie de pantalla aparece un breve resumen de los logros de su vida:


Periodista, Sexóloga y Realizadora

¿Mande?

Como primer paso busqué su nombre en la red, me sonaba mucho lo de Vampirella... después la busqué por su nombre no artístico. Tras hacer mis averiguaciones, sigo preguntándome por qué iba a dejarme asesorar por esta señora en materia de agrandamiento de pene.

Por lo demás, las frases ideadas por ese grupo de genios creativos ganan a cada segundo que pasa el anuncio: "¿Y cómo es que no se me ha ocurrido antes? ¡Funciona! ¡Te crece! ¡Y cuatro centímetros son muchos centímetros!"

Pero no todo son declaraciones de estos cinco actores más Vampirella, todo va salpicado de pequeñas secuencias como la de dos maravillosos pechos redondísimos, o unos labios que quiero cerca de mi agrandador de pene por tracción, aderezados con la frase "Si las mujeres aumentan sus pechos o sus labios ¿Por qué los hombres no vamos a hacer lo mismo?" O la de los detalles del denominado tratamiento por tracción en la que salen unos colegas de alguna tribu africana, esos que se meten piedras circulares en la boca y alargan sus labios cosa fina... "El tratamiento por tracción funciona ¡Mirad qué labios tienen en África!".

Aquí veo un error de lógica. Si por darte tirones te crece

¿Para qué demonios ibas a gastarte el dinero en el maravilloso agrandador de pene?

Frases, frases, frases. Este es un anuncio a mi medida (nunca mejor dicho) por ejemplo cuando detalla las instrucciones de uso. "Nadie se dará cuenta si no llevas pantalones ceñidos" ¡Puede utilizarse incluso en el trabajo o en su tiempo libre!" He cometido el error de hablar de este anuncio en el trabajo. Creo que nadie me volverá a mirar igual cuando el pida la documentación, o cuando llame a la central para dar novedades...

(ring, ring)

- ¡PROSEGUR!

- Buenas noches, soy Golfo. Sin novedad.

- ¿Sin novedad? ¡Seguro que lo llevas puesto!

Llegados a este punto, seguro que el lector me cree gravemente perturbado. ¡Un enfermo! Seguro que nadie volverá a mirar igual a ningún segurata por la creencia de que lleva puesto un discreto agrandador de pene mientras trabaja. Sólo pido comprensión. Comprensión y reconocimiento a los creativos que escribieron las frases de este anuncio. Ya lo dice el gordo con coleta:

"¿Y a quién no le apetece tenerla más grande?"

Wrong Turn (Km.666)

Wrong Turn (Km.666)

 

Tuve en el pasado una pésima experiencia cinematográfica. Me invitaron al cine. Eso, a priori no es tan malo, el problema es que un compañero de facultad había ganado tres entradas para una película de escaso éxito en taquilla. Decidido a invitarnos, nos ofreció al Gurú y a mí asistir a la proyección (ojo a mi lenguaje aséptico) y fuimos tan tontos como para aceptar.

 

En realidad el tonto fui yo por pagar la entrada cuando Baby se apuntó.

 

Tonto porque la película era Km.666 (Wrong Turn) un truño descomunal que supuso semanas de cachondeo por el hecho de que hubiese dado dinero a cambio de entrar a verla.

 

Sinopsis “oficial”: ( http://www.labutaca.net/films/21/km666.htm )

 

Chris (Desmond Harrington) tiene una entrevis-ta de trabajo en Raleigh al cabo de tres horas y parece que va a llegar a tiempo gracias a su Mustang convertible clásico remodelado… hasta que un accidente producido en la autopista le corta el paso, por lo que decide aventurarse por una pequeña carretera de tierra que parece ser un atajo. A poca distancia, Jessie (Eliza Dushku), sus amiga Carly (Emmanuelle Chriqui) el novio de ésta, Scott (Jeremy Sisto), Evan (Kevin Zegers), y su novia Francine (Lindy Booth), están parados en medio de la carretera, tratando de encontrar una forma de proseguir su viaje después de que un pinchazo les dejara tirados en lo más profundo del bosque. Chris avanza por la polvorienta y tortuosa carretera secundaria cuando al tomar una curva pierde el control del coche y embiste por detrás el coche de éstos. Por suerte, nadie resulta gravemente herido por el choque. En cualquier caso, el orgullo de los afectados es el que se ha llevado la peor parte, y el ambiente se caldea. Chris se disculpa y Jessie actúa de apaciguadora al descubrir un alambre de púas interceptando la carretera. Por lo visto, los pincha-zos se deben a algún tipo de broma. Los jóvenes deciden organi-zarse para ir en busca de un teléfono. Evan y Francine se quedan con los coches mientras los otros cuatro siguen carretera adelante. La teoría del bromista pierde fuerza cuando el cuarteto se adentra en el bosque y descubre una cabaña llena de turbadoras armas de caza y horribles trofeos. Ahora ya no les cabe ninguna duda de que aquél, o aquello, que habita en la cabaña es quien ha tendido la trampa con el alambre de púas. Lo que no saben es que Evan y Francine ya han sido asesinados y despedazados sin piedad. Amenazados por un destino incierto y posiblemente espantoso, hay algo de lo que los cuatro jóvenes están seguros: nunca más volverán a salir de excursión.

 

Sinopsis real: Por alguna razón un montón de norteamericanitos coincide en un cruce tras pinchárseles a todos las ruedas. Pese a que en los títulos de crédito se sugiere que están en Virginia Occidental, en realidad están en Iowa, porque se equivocan de camino y van a dar a la granja donde viven los Slipknot que, como no podía ser de otra manera, son todos hermanos (igual que sus padres -y los padres de sus padres-)

La cosa acaba en matanza.

 

Coincidió con la época en la que un montón de contratistas extranjeros eran secuestrados y asesinados en Iraq, por lo que los chistecillos previos a la muerte de un personaje eran inevitables: “Ahora veréis cómo muere un italiano” ¡SNATCH!

 

Lo peor es que hubo segunda parte. Alguien supuso que, si un pedazo de primo como yo fue capaz de dar dinero de curso legal por ver aquello, sería capaz de volver a hacerlo. Pero me queda claro que mis pesadillas no están originadas por las terribles imágenes de violencia de la película, sino por el precio de la entrada y el choteo posterior.

 

 

EL MURO

 

Ya he hablado alguna vez de los concursos de la televisión, sobretodo recordando aquella gloriosa conversación con El Gurú acerca de posibles nuevos formatos para concursos: El zulo, La isla del Predator, La urbanización del francotirador o, mi preferido: El campo de minas de los famosos.

A Baby le ha dado por los tele-concursos. Justo lo que necesita este país. Que si los que invitan a desconocidos a cenar para que les pongan verdes, que si los de preguntas sesudas para gente con gafas y poca vida social, ¡Lo prueba todo! Es una yonqui de la tele. Lo único que parece no haberle gustado es Humor Amarillo. Incomprensible.

Por alguna razón ha probado a ver El Muro, una adaptación de algún concurso japonés del tipo puteemos al concursante. No lo he visto aun, pero me parece que el objetivo es adoptar una pose que se adapte a la silueta marcada en un muro que se acerca cada vez más al tele-pringado, que generalmente acaba chapoteando en el agua, como si hubiese salido del glorioso Laberinto del Chinotauro.

La tradición de concursos japoneses no ha sido aprovechada, una vez más, con El Muro vistos los recurridos clips de otros concursos de este tipo, como el de Respuesta o Cocodrilo o El Trabalenguas descojonador, pero lo mejor ha sido la crítica de la decepcionada Baby, cuando le he preguntado qué tal estaba el concurso. La niña de mis ojos se convirtió en un Álex de La Naranja Mecánica y sentenció:

"Muy mal, pasan demasiado tiempo hablando y demasiado poco haciéndose daño"

EL PERFUME

Sólo quería compartir con vosotros un momento glorioso ocurrido en el salón de mi casa hace unas noches, cuando Baby y Yo veíamos la adaptación al cine de El Perfume.

Transcurría el apogeo de la genial película, con el protagonista en pleno éxtasis de recolección de esencias (y quien no entienda esto último que lea el libro... o por lo menos que vea la película) cuando una familia noble, vecina de la hacienda donde trabaja el protagonista celebra una fiesta.

En ese momento las jóvenes mozas, vírgenes y casaderas, proponen a gritos ¡Juguemos al escondite!

 No pude evitarlo. Abrí mi bocaza y respondí:

"¡ESO!¡ Y EL QUE PIERDA! ¡HIERVE!"

POSTAL (UWE BOLL)

 

 

Gracias a una recomendación del Gurú, he podido ver el trailer de "Postal" (U. Boll) en Youtube, y me he partido de risa. Una secuencia de humor retorcido y salvaje... justo como a mí me gustan.

¡QUIERO VERLO! ¡QUIERO VERLO!

TENÉIS RAZÓN

TENÉIS RAZÓN

De acuerdo... tenéis razón... ¡Comunistas!

 http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_4924000/4924008.stm

http://www.20minutos.es/noticia/110622/0/china/organos/ejecuciones/

(N.B. La imagen es del sitio web de la BBC) 

TRASPLANTES Y PRESOS

TRASPLANTES Y PRESOS

De vez en cuando me pregunto con quién me he arrejuntado. Estábamos Baby y yo tranquilos, viendo la televisión hace un par de noches. Apenas podía moverme tras un servicio en La Ciudad, uno de esos que hacen que te duelan las pies, las piernas, la espalda... y puede que algún órgano interno. Ponían una de esas películas extrañas, una protagonizada por Andy García, ese mejicano (creo que es mejicano) que suele interpretar a italianos, españoles y cualquier otro personaje que no coincida con su origen cultural o nacional, y el primer tipo que hizo de Batman... tan inexpresivo que no recuerdo su nombre. ¡Bueno! ¡Puedo añadir que tenía un corte de pelo del tipo “coco-plano como un buen ciudadano de los años 50”.

 

La trama contaba que el García (Andy... no José María) era un policía que había entrullado al ex-murciélago por matar a un montón de monjas y Boys Scouts, pero ahora su hijo necesitaba no sé qué trasplante de médula ósea y el único donante era “Joe Soy...Batman”. El debate sobre si los donantes de médula ósea debían ser parientes de primer grado o no duró poco. Si le valía la médula del preso sólo podía significar una cosa: ¡Tan-Chan! “Andy, yo soy tu hijo” ¡Tan-Chan! ¡Tan-Chan!

 

No, no podíamos tener una sesuda conversación sobre la investigación con células madre o el desarrollo de un medicamento contra el rechazo en los trasplantes de médula ósea... La Camarada Babin tenía que hablar sobre los derechos de los presos:

 ¿Pero por qué a los presos no se les quitan los derechos? Algo han hecho ¿No? 

En su momento conocí gente (y no sólo extranjeros) que planteaban la posibilidad de que todo el que fuese condenado a más de cinco años tuviese que realizar trabajos forzados, y un profesor de Filosofía de mi instituto planteaba que se debía obligar a los conductores negligentes a donar sus órganos (“siempre queda algo útil” solía decir el tipo) pero esto...

 

¿Y cómo se decidirá a qué tipo de trasplante se someterá cada preso? ¿En función del delito cometido? Porque entonces daría igual matar a una persona que a doscientas... Pues va la niña y dice que por sorteo. Una mano inocente (en la cárcel todas las manos dicen ser inocentes... desde las manos hostiadoras del funcionario de prisiones con gafas de espejo hasta las manos firma-condicionales del alcaide) sacaría la bolita con el número del preso (suele coincidir con el que llevan en la camisa... a la altura del pecho)  y otra con un número que señala un órgano.

 

¡Lo siento Joe! Sé perfectamente que sólo robaste dos pizzas y una cerveza, peor te ha tocado donar tu corazón. Niñas inocentes con rubias coletas se arriesgarían a recibir el hígado enfermo de cirrosis de ese camionero que decapitaba prostitutas, atletas sobresalientes podrían recibir los pulmones de un fumador empedernido y en cuanto a hipotéticos trasplantes de cerebro... ¡Eh “Wild Bill”! ¿Quieres sobrevivir a la silla eléctrica? ¡Dona tu podrido cerebro! Los padres de ese estudiante de sexto curso se preguntarán dónde ha aprendido su hijo a poner esa sonrisa maliciosa y esos ojos de mirada fría.

 Excelente propuesta Camarada Babin