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Me Cago En Mi Vida

BOTELLONES Y MAZMORRAS

BOTELLONES Y MAZMORRAS

La reciente convocatoria a nivel nacional de concentraciones de jóvenes en espacios públicos para consumir alcohol me ha hecho pensar en el fondo del asunto. Más que nada por dos razones: La convocatoria me ha pillado (para variar) currando, y lo que es peor: La noche estaba tan aburrida que me ha dado por NO escuchar la radio.

Retransmitamos en directo el desafío de los jóvenes a la administración local como si se tratase de un bombardeo sobre Samarra, parecen haberse dicho los medios de comunicación, que destinaron en algunas zonas de la geografía española (pongamos que hablo de Madrid) a más reporteros que jóvenes... sobretodo por lo de la lluvia que cayó anoche. Supongo que un montón de beatas rezaron en sus iglesias en un ritual para provocar que la lluvia aguase la fiesta a los jovencillos. Ofrezco 100€ a cada una de ellas para que provoquen que se vaya la luz en el puto taller de chapa y pintura cuyo ruido insoportable no me deja dormir cuando me recupero del turno de noche del día anterior... aunque, claro, esto ya es una empresa... tienen licencia para hacer un ruido insoportable.

En realidad pienso que los jóvenes han planteado mal su respuesta: La cosa no es salir a la calle a consumir alcohol, sino hacerlo como la generación de sus padres: Beba en casa para que sus padres le pidan que salga! ¡Niéguese a consumir copas a diez veces su precio! ¡Y a los empresarios de la noche que tanto se quejan los quiero ver conmigo haciendo turnos de noche de doce horas! Porque si se dedican a hobbies más sanos, como jugar al rol o al Warhammer, o leer cómics te van a colgar la etiqueta de antisocial! Yo ya lo hago, me limito a las cañas y a las tapas, ¡Y que me digan algo! 

Vale que el botellón crea acumulación de basuras, ruido ambiental y la inseguridad que tiene todo evento que reúne a grandes cantidades de gente con dos copas de más. De ahí a la histeria de algunos vecino (¡Interrumpen el paso de las ambulancias! ¡El botellón mata! ¡Horror!). Reconozco que la juventud parece, a ojos de un viejo como yo, gilipollas, como yo le parecía un gilipollas y un degenerado alcoholizado a los mayores que veían cómo llegaba a casa los fines de semana hace algunos años (cada vez más a propósito). Repasemos las causas y los problemas que genera este fenómeno:

Alcohol, potas y cascos de botellas en la vía pública...

 

cierto. Los jóvenes son unos guaros. Tanto al menos como sus mayores. Más de una vez he ido a la playa y he comprobado asustado cómo familias enteras (clanes prefiero llamarlos) se llevan hasta el lavavajillas a la puta playa. Lavan su loza en la orilla, llevan a sus niños y mascotas a defecar por ahí para ahorrase pagar la entrada a un WC público... ¡Y se quejan de que los jóvenes jueguen a la pelota en la arena! ¿Qué pasa cuando un entrañable senior (no siempre son sudamericanos borrachos) orina o escupe en la calle? Oh, nada, es que no puede evitarlo... pero si yo tengo un apretón soy un criminal y merezco aparecer en la lista de los más buscados del FBI junto a Ben Laden.

Inseguridad ciudadana debido a que el alcohol vuelve gilipollas a la gente...

 

Totalmente cierto, el consumo de alcohol convierte al más dócil corderito en un ramboide descerebrado y sediento de sangre. Cuando a les polius (mi francés es nulo) les daban para desayunar un tazón de coñac antes de cargar contra los alemanes en las afueras de Verdún, las cosa tenía su justificación. Cuando el poliu quiere desahogarse de una semana de esfuerzo intelectual la cosa cambia... ¡Claro! ¡No tienen que destripar a un boche con su bayoneta!

En Las Palmas sólo una cosa acabó con la costumbre de ir a beber por las noches a la playa, y no fue la Policía Municipal: Fue la inseguridad de que una pandilla de coyotes te encontrase, te diese una paliza y te robase... ahí no intervenía nadie ¡Maldigo a Dios por no llamarme Fritz y no haber nacido en Baviera!

Si fuese un turista, estaría divirtiéndome conociendo la cultura canaria, pero como soy del país, soy un joven vago y degenerado que sólo quiere molestar a la gente civilizada y decente.  Para mejorar la situación, nuestro pequeño Eolo (ojo al agudo mote para el señor Soria) se colgó una medallita de haber acabado con esa fea costumbre obligando a cerrar los bares de copas a la una de la mañana y las discotecas a las tres... luego los que estudiábamos en Madrid teníamos que aguanta las burlas de las compañeras y compañeros que habían ido a ver nuestra ciudad.

-         ¿Cómo pretende una ciudad vivir del turismo si no hay nadie en la calle después de las doce de la noche?

La respuesta está en dos letras: PP... ahora, PL (Pepa Luzardo) que recomendó a los jóvenes de Las Palmas estar en casa a las 22 para ir a trabajar al día siguiente a las siete de la mañana... y vivimos del turismo.

Pepa, cariño... ¿En qué puta fábrica? ¡Voy a trabajar en el jodido sector de la hostelería, en un jodido paraíso a sabiendas de que no está hecho para mí!... una recomendación: Que nadie vaya a mi querida ciudad... cuando esta gente vea que los turistas no van precisamente a ver museos quizá se den cuenta de lo que pasa. De lo contrario, Las Palmas será un destino de turismo senior... y como yo aun no soy senior iré a otro lado, no a mi tierra (de la que se supone que debo sentirme orgulloso).

Y si voy, haré honor a la milenaria cultura de mi tierra haciéndome pasar por extranjero (hay quien dice que parezco un inglesito) para que me traten con el respeto que merece un cliente: Me encanta que me ofrezcan mesa en los restaurantes, hamacas en la playa y taxis a la salida de las discotecas... no hay nada como no parecer canario en Canarias:

Hace un par de veranos paseé con Baby por el Paseo de las Canteras, con toda la pinta de guiri del mundo y una lata de cerveza rusa de medio litro en la mano en frente de unos polokas  que multaban a un chico por pasear en bici... lo dicho: Aparentad ser extranjeros. No os dirán nada.

La Mala Educación de los jóvenes...

 

¡Es que salen sólo para beber! Ah, y la anterior generación no lo hacía. Una contertulia decía anoche que, en sus tiempos, trabajaban, daban clases particulares y cuidaban niños...

Varón, raza blanca, un pelín cachas y con quince años de jiujitsu a mis espaldas... ¿Dejaría que cuidase de sus hijos? Yo no dejaría que los míos se acercasen a alguien así fuera de un centro de instrucción de los Marines... no todos somos chicas responsables y de buena presencia con entre 15 y 25 años. El derecho a nevera hay que ganárselo. 

Este verano pasado, como las maravillosas empresas informativas que me llamaron no querían invertir la décima parte de lo que cobra un profesional (de 1000 a 1500€) para darme prácticas de verano, pensé en dar clases particulares a los estudiantes de secundaria de mi barrio, para echarles un cable con la historia, la filosofía... Según Jose, ningún padre invertirá pasta en nada que no sea inglés y, ¡Oh Dios mío! Aunque en casa parezco un británico, aquí no... Al no ser nativo anglosajón tengo tantas posibilidades de dar clases particulares de idiomas como de que me toque la Primitiva...

Además, mi mamá me decía el otro día que una carrera universitaria te abre muchas puertas para trabajar. Sí, para trabajar de becario o por menos de 1200 al mes, si quieres ganar más haberte dedicado a hacer un FP. Las PYMEs discriminan abiertamente a los jóvenes licenciados y diplomados por su falta de proyección (es decir porque probablemente dejen ese puesto cuando aparezca uno mejor... con lo que ¡NOOOOO! ¡No podremos despedirle! ... y encima los ayuntamientos les dan ayudas.

¡Hay polideportivos abiertos toda la noche para que hagan deporte! (suponiendo que te guste hacer deporte) 

 

Mami, ¿Me das veinte euros para pagar el peaje que me permita utilizar una instalación deportiva pública? No he de darle el dinero a ningún funcionario en la entrada, sino a los pandilleros que me dicen que el parque es su territorio... con veintisiete años, algunos practicando artes marciales, sigo llevando un spray de CS cuando salgo a correr al parque, más que nada porque no puedo con diez o veinte tipos a la vez... quizá Ciccolina pudiese en sus tiempos. Yo no. Cuando le preguntas a u amigo que sea policía (digamos al Félix) te responde que no hay efectivos para cubrir todo Madrid, así que si no tienes unos kilitos de más en el banco para contratar escoltas privados, la solución es ser contundente con los dos o tres primeros que se te acerquen... ¿Sales a hacer footing? ¿Y por qué te has pintado la cara con colores de combate en la jungla?

Los precios de las copas (mi preferido... por ese precio exigid camareras como las de la siguiente imagen)

Los empresarios del ocio nocturno tienen que pagar sueldos e impuestos... por eso una copa que cuesta entre cincuenta y sesenta céntimos (si no está adulterada) cuesta un mínimo de diez veces su coste. Durante cosa de unos años trabajé en bares y discotecas... todos del mismo palurdo analfabeto y ex-presidiario. No es que este último colectivo sea especialmente odioso, sencillamente ese hijo de puta aprendió dos cosas en la trena: Putear a todo bicho viviente (y más débil o pobre o no policía que él) aunque su comportamiento no fuese negativo para sus intereses... y, espero, a recoger la pastilla de jabón en la ducha sin agacharse.

El caso es que mi trabajo consistía en que la mayor cantidad posible de jóvenes se cogiese una curda de impresión y se dejase la paga semanal en mi local (para que el hijoputa del jefe invirtiese las ganancias en jugar al póker en lugar de pagar sueldos e impuestos) y, caso que la gente decidía no pasar al maravilloso antro infecto, recibir gritos del amado jefe y del zorrón amargado de la encargada.

¡Y tienen la geta de decirte que trabajando de eso se liga mucho! ¡Si tanto te gustan las borrachas intenta ligar cuando curras a unos metros de tu señora!


A todo esto, dinero negro, drogas, garrafón y prostitución a parte, al ayuntamiento de Madrid sólo le preocupaba el horario de cierre y el acceso de menores al local... algo que tampoco respetaba.

¡Consuma en los locales de ocio nocturno! ¡Sólo consiste en ser ensordecido por música a todo volumen, aplastado por una multitud zombificada, pagar por bebidas adulteradas un precio multiplicado por su coste diez veces y arriesgarse a que un hercúleo tipo euro-oriental, o latinoamericano... o español (que también aquí hay descerebrados) te de una paliza porque no le gusta tu cara o tus zapatos!

Tan sólo recordar que, cuando en Madrid se prohibió beber en la calle, la respuesta de los locales de ocio nocturno fue subir aun más el precio de las copas y las entradas... ¡Y eso no acabó con el garrafón ni con las palizas de los porteros!

Me viene a la cabeza un recuerdo: En Das Bunker, una profesora de Sociología nos recordaba dos datos: Que esta generación bebe menos alcohol (pero muco mucho menos) que la anterior... lo que pasa es que ahora se nota. Y que a los jóvenes de hoy les hemos empujado al hedonismo como válvula de escape: Ya les hemos (¿Hemos? Yo no por supuesto) quitado la posibilidad de independizarse antes de los cuarenta (más bien se les obliga a esperar la muerte de sus padres para heredar una casa en propiedad), de tener un coche por sí mismos, de tener un trabajo digno (con sueldo a juego) y la posibilidad de realizarse (cualquiera paga los gastos de un crío... eso mejor se lo dejamos a los inmigrantes).

¡Menos mal que ya no soy joven! ¡Cuando estudiaba en la universidad más de un maravilloso senior conservador-liberal me señalaba con el dedo y me llamaba vago por gastar mi tiempo en estudios superiores que no cotizan a la seguridad social y que sólo servirían para discutir sus prejuicios y quitarle la razón! Ahora hago más horas al mes que un chino tejedor de tangas, uno de mis dos empleos me reporta una cantidad equivalente al sueldo del supervisor de la planta de dicho chino (1,5 € a la hora) ¡Y tienen las narices de decir que trabajo demasiado!

Ya lo dijo Quino: A ver cuándo dejamos a los jóvenes inventar su propia juventud... joder, un poquito de empatía por favor.

 

3 comentarios

El abuelo -

Ya se sabe:

¡Dios nos condenó al alcohol!, ¡Satán nos dio el botellón!

Golfo -

Ah, mis queridos seniors... a ver cuándo gana las elecciones Ross
Perott y se decreta una \"Ley de Logan\"

¡Mira cómo no se meten con los bares y discotecas que se saltan las normas una y otra vez... qué fácil es meterse con el pringado que está en la calle, como tocar a los empresarios es pecado...

Baby -

Sólo añadir que lo que más me cabrea es la hipocresía de estos presuntos defensores de la moral de la sociedad: se quejan de la basura que dejan los botelloneros/as (palabra de mi propia cosech ja ja :)) pero no de la
basura que hay en todo bar castizo que se precie, porque claro cuanto más hay
mejor, significa que entra mucha gente... pero a mí personalmente no me hace
ninguna ilusión pisar huesos de aceitunas, mondadientes, tapas varias y Dios
sabe que más y encima llevarme estos recuerdos a casa, pegados a las suelas de
mi zapatos...Así que, señoras y señores del segmento superior (o inferior, depende del caso) de la pirámide demográfica, todo empieza con el ejemplo que se da en casa...