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Me Cago En Mi Vida

Aquí no hay quien reine

Aquí no hay quien reine

He de confesar que nunca fui del todo monárquico, más bien al contrario, aunque conocer a la máxima autoridad me ha convertido en una especie de simpatizante de su persona. Lo dejo claro: Me cayó simpático. Sin embargo esta imagen que ahora podéis ver se dio hace un año, cuando Baby también fue titulada en ésta, nuestra especialidad: Experta en cosas de matar y acojonar.

Para acudir a este tipo de actos, mucha gente va a la pelu, o se pone guapa como si fuse a una fiesta de fin de año... lo mejor son los empujones de estas personas que aparentan ser dignas de la élite, de esta panda de nose ups cuya apariencia parece lanzar un mensaje del tipo "Cago, al igual que tú, pero mi mierda huele mejor..."


Hace unas semanas salía por la tarde con el Chus a sacar a pasear a Chusky (su pequeño chihuahua), y el chico (o mejor el mediano, que ya anda mayorcito) se me quejaba de las abuelas que no recogen la mierda de sus perritos -mierda que, supongo, olerá a esencia de sándalo-. Chus es como es, y por eso a la tercera frase ya estallaba de indignación a gritos, amenazando con denunciar y llevar a juicio a todas las viejas pasea-perros de este maravilloso país mientras yo echaba algo de gasolina al fuego al grito de ¡Seguro que si te ven a ti al lado te echan la culpa! ¡Por joven!. Ya habíamos llegado al , punto de no retorno donde pedíamos el ahorcamiento de quienes no recogían las cacas de sus perros cuando me fijé por el rabillo del ojo que una señora de unos 50 tiraba de la correa de su perrito (que tenía la cabeza azul-morado) en un intento risible de huir de dos malvados jóvenes y un perrito negro y cagón, que trataba de lanzar su relajante chorrito contra un arbusto.

Esta imagen está dedicada a vosotros: A todos a los que han tomado por criminal por tener menos de 35, a todos los que habéis sido redimidos al llegar a cierta edad al ser llamados señor por mujeres maduras y prepúberes con coletas (dado que es imposible ser decente y joven en la vida, ¡Envejezcámosles!). En dicha imagen, podemos ver a un grupo de ancianas que quieren presumir al día siguiente, a la hora de ir a la compra, de que han estado junto al Rey... y tal es su entusiasmo que se ponen delante de la máxima autoridad de éste, nuestro país, y casi le tapan en la imagen. Puedo olvidar los codazos y empujones que me dio esa gentuza muy bien vestida y peinada por salir junto a Su Majestad, puedo ignorar las ganas de enviar a la niña que tenía a mi lado junto al Rey (de hecho las ganas era de agarrarla y lanzarla escaleras abajo)... pero lo de las siete viejas de la primera línea es de pelotón de collejeamiento. Obsérvese la cara de indignación de Su Majestad (un ¡Coño! ¡Que no salgo!) y sobretodo compárese con el semblante regio y solemne de la foto publicada en el anterior artículo.  A propósito: Yo ando al fondo a la izquierda, arrinconado en la escalera. Me he tomado la libertad de señalarme, así como la posición de Su Majestad El Rey respecto a la línea de siete Defensas Centrales que parecen Jugar al Fuera de Juego. ¡Patente de Corso para los mayores de 50 años! De haber estado yo (26 añitos) en el lugar de cualquiera de las viejas, seguro que la Guardia Real me habría acribillado por tonto.

 

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