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Me Cago En Mi Vida

RELIGIÓN Y SEGURIDAD PRIVADA

 

Hay cosas que, a priori, parecen poco relacionadas, como la seguridad privada y la religión. Pero cuando estás hablando de una subcultura como la que podemos encontrarnos en este sector, las creencias del gigantón de vistoso uniforme (del enano calvete y lleno de odio en mi caso) pueden llegar a ser una cuestión de vida o muerte. Sobretodo si no lleva usted un documento oficial de identificación y pretende pasar a una instalación vigilada poniéndose chulo.

 

En tres años en seguridad privada me he encontrado católicos, musulmanes, evangélicos, ateos, agnósticos y a devotos de la Iglesia del canibalismo ritual. Hay gente que rinde culto a los Dioses del Caos y hay quien se ha creado todo un panteón grecorromano al que rezar después de dar una tunda.

 

Os preguntaréis en qué creo yo.  ¿En qué cree un segurata enano, calvete y lleno de odio que parece no creer en nada? ¿En sí mismo? ¡Neh! El menda se unió a una compañía grande y a un sindicato amarillo. El paso natural es unirse a una creencia mayoritaria.¡El auténtico dios de los seguratas!

 

 

No hay intervención que no termine en oración de homenaje al Dioni. Hinco la rodilla en tierra, clavo mi porra en el suelo y rezo:

 

Mira aquí, Dioni

Mira aquí Dioni.

Soy Tito Golfo

El cuerpo amoratado y ensangrentado

de este limpiador gordo, chivato y gilipollas

es mi ofrenda a ti.

 

Me vais a permitir un homenaje, dada la intertextualización freaky de la serie Roma (HBO) recreándome en su secuencia más espectacular.

¡El combate en la arena del circo de Tito Pullo y Lucio Voreno contra un mogollón de gladiadores!

 

2 comentarios

Golfo -

Gracias por acordarte de mí. Si PROSEGUR no me hubiese extirpado los lacrimales, lloraría de emoción.

Un saludo, amiguete.

Kanif -

¡Cómo te gustaría el Zinemaldia Donostiarra! Me he dado una vueltta y había seguratas hasta los cojones. De todas la empresas. Era como un catálogo. Había unos que tenían unas Pick-up amarillas que flipabas.
Me ha acordado de ti.