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Me Cago En Mi Vida

FELIZ AÑO NUEVO& FELIZ NAVIDAD

FELIZ AÑO NUEVO& FELIZ NAVIDAD  

Creo que era la noche después de Navidad cuando, al despertarme, pude ver mis regalos. ¡Como un niño me sentí, coño! Tras tan larga espera, tras tres turnos de noche en fechas tan señaladas, tras derramar lagrimones por los detallazos de la empresa cliente: Que te regalen una navaja multiusos con las tres iniciales de la empresa que proteges, un lote de Navidad -botella de Cardhu de 12 años incluida- y una botella de cava para aderezarlo es algo que me llega al corazoncito.

Pero fue lo de ver el contenido de aquella preciosa caja envuelta en papel de regalo (y lacito chorra adherido) lo que me hizo volver a la infancia. Sí, ya habían llovido las coñas del tipo "A tu mujer se la está tirando Santa... nunca debiste pedirle un Volvo..." las llamadas y SMS de felicitación de aquellos que libraron porque yo pringué, de la familia lejana. Fue entonces cuando abrí aquella caja impregnada con los colores de la bandera soviética. Eran de esperar los discos, me sorprendió qué coño hacían allí unos auriculares con micrófono, pero lo principal que llamó mi atención fue un cascote. ¡Un auténtico pedazo del Muro de Berlín! ¡Con su ZERTIFIKAT de autenticidad y todo! Imaginad de qué se trata... ojito a este trailer tipo Black Hawk Down!

Joder... seguro que incluso tiene restos de cerebro de alguien que trató de saltarlo 

No logro imaginarme cuánto voy a disfrutar con este juegazo. ¡Todo un detalle Santa! ¡Te perdono que me calentaras la cama con la coña del Volvo! Sólo echad un vistazo al trailer de Navidad que han hecho para promocionarlo. Imagino esa batalla narrada por Pérez Reverte, tal y como hizo en La sombra del Águila o en Cabo Trafalgar:

"Al otro lado de la colina todo el 519 regimiento de fusileros motorizados del Ejército Rojo aguardaba lo inevitable, calados hasta los huesos, con carámbanos de nieve colgándoles de las narices, cuando le hijo de puta relamido y enchufadísimo del Coronel Alexeyev se puso en pie, señaló al centro de aquel pequeño pueblo del Estado de Washintong y gritó ¡DavaiCamarradas! Enseñemos a esos perros lo que es el socialismo!

Sintiéndose abrumado, y sin tiempo para pensar en lo que hacía, el joven Piort, elevó el tubo de su mortero y empezó a lanzar granadas contra las viviendas de aquellos pacíficos civiles al grito de ¡Tomad estopa hijos de perra!

¡RAAAAACA! ¡ZAS! ¡RAAACA! ¡Esta va por la Navidad! ¡Esta por la Cocacola! ¡Y esta por vuestro decadente Rock and Roll!”

Cómo me lo voy a pasar con este juegazo. En agradecimiento quiero obsequiar a Santa Claus con un tatuaje, gracias a esta coña que he encontrado en Yonkis.com, y de paso, felicitaros a todos la entrada en 2008.

¡Tatúa a Santa!

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