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Me Cago En Mi Vida

FASE DOS: LECCIONES DE OBSERVACIÓN

FASE DOS: LECCIONES DE OBSERVACIÓN  

La putada de hacer un curso supersecreto en supersecreto es que no se pueden dar demasiados detalles. Es demasiado temprano para corregir esta estúpida frase que me hace merecedor de un premio al uso de la lógica de lo evidente, pero imaginad que os seleccionan para hacer un curso de supermachotes y, durante la duración del mismo, no tenéis idea de qué sustancia ha abusado el responsable de la selección.

¿Qué hace usted aquí? Me preguntaron. ¿De verdad se quiere dedicar a esto? Los siguientes diez minutos pensé en la alta demanda de profesionales para este puesto, lo que significa pasta. No me convenció. Después pensé en el desafío apasionante... pero como que tampoco. Así que vuestro bocazas preferido contestó que venía a vivir la experiencia. Que tenía un puesto de los denominados de mariquita, de sonrisa al señor cliente, de que tenga un buen día en varios idiomas. Un puesto en el que finjo trabajar y saber qué coño estoy haciendo.

Es curioso que en una empresa que sólo exige el graduado escolar a sus empleados me encuentre con la madre de todas las preguntas, la que deberían hacer en todas las academias y facultades, en todas las entrevistas de selección de personal: ¿DE VERDAD QUIERES TRABAJAR EN ESTO? Es como si te dijesen no te lo agradecerá nadie, o casi nadie, ¿Te das cuenta de que este trabajo es una mierda? Ahora es cuando digo eso de le eché huevos y firmé... ¡Oh! ¡Qué machote soy! ¡He comido cosas que harían vomitar a una cabra!

Esta entrada no trata de vender nada a nadie. Quizá sólo trato de justificar una estupidez más. ¿Que por qué he cagado en su macetero? Pues verá, estaba lejos de casa, me entró un apretón y... Y cuando me di cuenta estaba prometiendo que daría el cien por cien de mí mismo para acabar el curso. Tremendo. Con todo lo que tenía por hacer, con todo ese trabajo acumulado, y me comprometí a hacerme le tipoduro en un curso intensivo.

El primer día se valoró la capacidad de observación. Me cubrí de gloria: ¡Cerrad los ojos! -soltó el instructor- ¿Cómo es mi camisa? No pude reprimir el grito. ¡A cuadros! Llevaba dos horas diciéndome a mí mismo que cómo es posible que alguien con dotes de protocolo y moda masculina hubiese intentado conjuntar una camisa a cuadros con un traje a rayas. Has tenido potra - me dijo- ¡Ahora decidme cómo es el extintor de esta aula! ¡Y dónde está situado! Un tipo listo dijo que era un extintor de formación, vacío para enseñar a los nuevos cómo es y todo eso. Pero tampoco pude reprimirme. ¡Es un extintor polivalente de tipo ABC y está junto a la puerta! Tremendo. El extintor siempre suele estar junto a la puerta. Y el polvo ABC es el más común. Así que el señor instructor empezó a reírse y añadió:

Claro, y ahora dirás que es de los de color rojo.

4 comentarios

Golfo -

Por ahí anda la cosa.

TrancaMan -

Ah, entonces te vas a borrar del Barsa y te vas a hacer socio del Madriz?

Golfo -

Yo no he dicho eso. Sólo me han prometido que, pasadas las pruebas, mi pene crecerá 15 centímetros más.

Trancaman -

No me hodas que te vas a hacer espia o guardaespaldas...