Blogia
Me Cago En Mi Vida

JUSTICIA PAR A LAS VÍCTIMAS DE MÁTRIX

JUSTICIA PAR A LAS VÍCTIMAS DE MÁTRIX

Durante mi instrucción (me gusta llamarla así) en el centro de formación de PROSEGUR, un dato me llamó la atención: Nueve de cada diez profesionales dedicados a la formación de futuros vigilantes de seguridad odiaban las películas de Torrente. Ignoro la razón (es más... preferiría seguir ignorándola), pero es evidente que la cosa va más allá del cabreo por perder las elecciones de un respetable (y temeroso de Dios) sector de nuestra sociedad, que partió de los desafortunados comentarios de Almodóvar para boicotear el cine español... todo el cine español, incluso el no catalán... incluso el no de izquierdas, con la vana esperanza de encarrilar a esta gente para lograr que representaran los mismos valores que los jóvenes de Operación Triunfo... o para lograr que no se metiesen en política... o para lograr que El Pequeño Ruiseñor volviese a vender kleenex en los semáforos para conseguir su dosis diaria.

 

Como vigilante, he de decir que me parto de risa viendo a Torrente, incluso en la última (algo más flojilla), donde ofrece imágenes de lo que nunca puede hacer un escolta, pese a que siempre lo ha deseado: Esconderse tras la persona protegida durante un tiroteo o, caso de que sea una atractiva europarlamentaria, sujetarla por las tetas.

 

Sin embargo, todos podemos hacer lo mismo: Cierto anuncio de Fanta fue retirado por la presión de asociaciones de gays y lesbianas, y otro de bocatas pasó por lo mismo cuando protestaron los agricultores... ¿Algo que ve por la tele le indigna en su corazoncito lleno de orgullo corporativo? ¡Tome las riendas de su vida y proteste hasta que sea retirado! ¿Nos creéis incapaces de meternos en líos? ¡Pues me voy a meter a saco con la saga de Matrix! ¡Ahí va eso!.

 

La saga de Matrix cuenta el enfrentamiento entre lo que queda de la humanidad y una realidad nacional formada por máquinas (con su sede social en Iraq según Animatrix[1]), encarnados en la red por Programas y Agentes –las máquinas- y por unos rebeldes muy fashion –los humanos-. Eso indica que la población civil (las pilas de las máquinas que tratan de liberar los rebeldes) no tiene, a priori, nada que ver con el conflicto. Sencillamente están en medio.  Dato objetivo: Nueve de cada diez bajas colaterales en las tres películas de Mátrix son civiles. De hecho, se trata de gente que trabaja en el sector de la seguridad (tanto policías como vigilantes). Vais pillando por dónde va la cosa?

 

Una de las secuencias más jaleadas de la primera película se da cuando Neo y Trinity van a rescatar a Morfeo, retenido en las oficinas centrales de “comquieraquesellame” la organización de los agentes. La llamaría Checa, en honor a la policía secreta de los tiempos de Lenin, pero me confundiríais con César Vidal, y tampoco es plan[2]. El caso es que, lo que en un principio parece un control de accesos la mar de tranquilo, incluso bien pagado por la presencia de un escáner de rayos X (el plus de radioscopia nunca viene mal a fin de mes) acaba convertido en un infierno a la vietnamita por culpa de dos mamones que desconocen el concepto “incursión sin ser detectados”.

 

Neo y Trinity. Tanto presumir de agilidad y habilidades más allá de la realidad, para luego ser incapaces de colarse por las alcantarillas o los conductos de ventilación. Es más, podrían haber ido más ligeritos: Podrían haberse limitado a llevar dos armas cortas o una larga y mogollón de munición, o quizá eso más una al cinto, pero nooooo, no serían felices si no llevasen un par de skorpions, un par de miniuzis y de  MP5Ks, un par de esto, un par de lo otro... ¡Y luego le quitan las armas a los honestos trabajadores que están haciendo su turno de doce horas para seguir repartiendo plomo y acero por todo el jodido vestíbulo (que quedó hecho unos zorros) antes de volar el ascensor... ¡Como para tener que subir luego por la escalera!

 

Seguro que esos pobres vigilantes masacrados por un par de pijos armados hasta los dientes tenían familia, estudios... ¡Lo hacían por dinero! Se sacaron una licencia de armas para cobrar un plus de peligrosidad más cuantioso... ¡Cumplían las putas normas! ¿A que nadie vio una defensa extensible o unos guantes anti-corte en esa secuencia? ¡Pero si ni siquiera le habían puesto una pegatina a la defensa o a la culata del revólver! ¡Hermanos! ¡Estabais listos para una inspección cuando llegaron esos dos hijos de puta con guardapolvos de cuero y pantalones de látex! ¡Seguro que no llevabais chaleco anti-balas porque la empresa se negaba a aumentaros el plus de vestuario!.

 

¿Y qué decir de los Agentes? ¡Inspectores con mala leche es lo que son! ¿Qué digo? Los inspectores son santos varones a su lado. Honrados ciudadanos que sufren horarios de vigilante y estrés de oficina al mismo tiempo para combatir el absentismo laboral y mediar en caso de que intervengan las fuerzas de seguridad del estado. ¡Esos no se te meten dentro en plan posesión demoníaca para arriesgar tu vida y no la suya! Claro, porque al señorito Smith y a sus colegas no les matan de un tiro. Cuando les dan, el que cae con un agujero en la frente es el piloto del helicóptero, o el vigilante de la puerta o un policía en turno de noche... posesión hasta que haga falta: Yo utilizo tu cuerpo y tu cargas con los dolores por la sesión de Choy Lee Fut y con la sobredosis de plomo ígneo en tu cuerpecito... tanto hacer dominadas para esto.

 

Me parece indignante que un sector con tanta falta de personal, tenga que sufrir este trato. Sólo les faltaba llevar una manzana sobre la cabeza, aunque, claro, encima les obligaban a usar gorra de plato. Me parece escuchar a los coordinadores de servicios de estos pobres diablos: “No te puedes negar, viene en tu contrato”. Por supuesto, cláusula 61.02-B:

 

“El firmante está obligado a llevar gorra de plato, a ser huésped de un Agente Smith mediante posesión demoníaca y a servir de blanco humano en las prácticas de tiro de un par de hijos de perra que, eso sí, visten de puta madre.”

 ¡Ya basta! ¡A la puta cárcel con Keanu Reeves! ¡A la trena con todos sus amigos de Sion! ¡Que el juez Grande Marlaska intervenga su red de apoyo del Zara! ¡Os vengaremos hermanos vigilantes! ¡Esto no puede quedar impune! ¡Justicia para los compañeros que estaban de guardia en la fortaleza de los Agentes de Mátrix! Y si no, que los Agentes Simth descubran qué significa en realidad el título de aquella novela de Terry Pratchett: "¡Guardias! ... ¿Guardias?"

 



[1] Esta teoría de la conspiración se me escapó en un anterior post. Mis disculpas. Si no recuerdo mal el corto de animación, me parece que su ciudad la construían sobre Basora... aunque no me hagáis demasiado caso)

[2] Sí, significaría que publicaría dos libros a la semana, pero me gusta llevar algo parecido a la vida familiar, y me disgustaría que me odiase media España mientras la otra mitad rinde un culto sin sentido a mi imagen pública.

2 comentarios

Golfo cagándose en todo -

Hmmm me coy a cagar en las notas al pie. Por alguna razón salen así... bueno, si alguien se mosquea por algo siempre puedo decir que no he sido yo.

Se agradece el aviso.

Tranca-Man -

Tronco, echale un enlace a casi todos los nlaces de este post, que unos te llevan a la administracion de este blog y otros a TU cuenta de correo google.