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Me Cago En Mi Vida

¡Dadme un respiro! ¡Sólo soy un segurata!

¡Dadme un respiro! ¡Sólo soy un segurata!

Menuda semanita: Primero la reorganización, luego los banners, y finalmente he perdido dos días de trabajo a lo redactor, aunque más se perdió en la guerra, con la jubilación del cabezón, y (¡AAAAARRGGHHH!) El envío, mediante técnicas medievales, del boletín a los más de doscientos subscriptores. Sólo faltaría que toda la mágica pro actividad que me rodea fuese fingida, que algo oliese a podrido en Dinamarca, como en toda empresa postindustrial, y esto fuese un nido de víboras en el que los jefes, visto mi estúpido corte de pelo corporativo y mi (mpffffjjejejeje) impresionante tipo corporal me encargasen ser su informador secreto de las actividades y declaraciones de los demás. Gracias a Dios y al Cuerpo de Marines eso no es así: Se trata de una joven y dinámica empresa en al que se respira alegría y amor al prójimo... además, me he dejado en casa el uniforme de Comisario del Pueblo número 144330092... o eso o que todo el mundo me cuente sus problemas personales.


Mi nuevo ordenador se llama Web, un nombre menos cariñoso que cabezón, pero más sobrio y funcional. Parece uno de esos antiguos vídeos VHS, al parecer porque es el modelo que el suministrador da a los clientes que quieren el ordenador debajo de la tele para que parezca un DVD. Tiene un gigantesco monitor TFT que he decorado con la foto de Verdi Hipnotizador (que podéis encontrar en este blog), y de la que la monumental becaria gallega de por la tarde ha dicho algo así como O gato moninho... o algo de eso. Eso sí, echaré de menos al cabezón: Una ola de desazón me invadió al pensar que me había quedado sin excusa para no dar ni palo al agua... ¡Ahora el ordenador funciona! ¡Y va como un tiro! ¡MIERDAAAA!


También he llevado a cabo mi primera metedura de para... en realidad no ha sido tal: Una compañera deja la empresa y han pensado organizarle la cena en una residencia militar con restaurante... 38 € por buffet y barra libre... la cosa acabó en otra residencia-restaurante para militares por unos 15. Eso sí: Plato de cocido y una cerveza por barba. El caso es que al menda lerenda no le han invitado, y cuando dije en voz alta eso de será que no me han invitado, un compañero (algo freak... los freakis nos olemos a kilómetros...) me dijo que me bajase a fumar... ¡Cómo sueltas delante de una de las hijas del jefazo “¡Qué cabrones! ¡No me han invitado!”?... jamás dije qué cabrones, pero hay que tener en cuenta que el día que el moderno dijo que había estado ocho horas de compras con su amigo, desde la sección online y la de diseño se oyó ocho horas de cópula. Vamos, que sordos, pero bien intencionados.


A LO TONTO, me estoy haciendo con las contraseñas de administrador de cada uno de los servicios informáticos... me da por apuntarlas, no sé... y en una de las largas esperas para que instalasen el nuevo bicho, bajé a fumar una vez más. Estaban tres chicas: La maja, culo estupendo, y una señora muy pro activa... no sé de qué hablarían antes, pero enmudecieron en cuanto llegué (¿A que va a creer todo el mundo que soy un malvado espía?). Sólo dieron señales de vida (y de sentido del humor) cuando pregunté ¿Es por mí o siempre fumáis en silencio? Al subir, culo estupendo me dedicó una de esas sonrisas que mi mente enferma etiqueta como más allá de la proactividad... si pudiese hacer realidad mis fantasías Nacho y Rocco parecerían, a mi lado, inquebrantables cumplidores del voto de castidad. Al final, subo, y en lo que terminan me fijo que en Redacción se parten de risa con una carta, más bien un manifiesto, que contenían tantas palabras prohibidas en un medio dirigido a ciudadanos senior, que su autor parecía estar jugando a Tabú®.


Esta mañana, me han acabado de instalar el sistema y de configurar el correo... curioso que el Jefazo diese una orden de máxima prioridad: El boletín debe estar enviado a las 10... ¡bieeeeeen!, sólo hay que cambiar varios titulares, añadir un par de noticias... y que esos señores imprescindibles y con gafas acaben con el volcado de datos del cabezón al pequeño Web... me partía de risa cuando pude empezar a enviar el susodicho boletín sobre las 10:20...para cuando terminé a las 11:25 no tenía puta gracia. ¿No se puede crear un grupo en la agenda de contactos del Outlook que se llame Subscriptores del boletín? Sí, se podría, pero EN ESTE PUTO PLANETA NADIE SABE NADA ACERCA DEL OUTLOOK DE LOS COJONES, así que he de coger TODAS las direcciones de la Gran Base de Datos y copiarlos la simpática ranura del destinatario del mensaje de correo... eso sí: En cómodos grupos de diez: Nadie quiere que el servidor empice a arder... (¿Nadie?). Mientras me ayudaba a cerrarlo, una de las jefas me comentaba su deseo insatisfecho de aprender HTML... no tenía tiempo... ¡Claro! Contesté ¡Me pasa lo mismo con mi curso de búlgaro!


Entonces, alguien del departamento comercial llegó a la sala de redacción para advertir que el uso de programas como el eMule o el Kazaa, está prohibido, y que el correo es sólo para uso laboral... una vocecilla había soltado la frase “De lo que se entera una leyendo el correo” hacía unos minutos, así que pensé que alguien había sido lo suficientemente estúpido como para usar el Outlook (conectado a los servidores de la empresa) para fines personales...

Poco después, oí (a todo esto me mordía la lengua enviando una y otra vez mensajes de correo con el boletín adjunto) a la redacción en peso hablar de temas como las relaciones de pareja, la música comercial de los años 80, las películas de los Hombres G... y no pude contenerme ante la frase sentenciante de Joe Modernillo: Un hombre no puede hacer las cosas como una mujer, por ejemplo una comida hecha por una mujer no es como una hecha por un hombre... Pensé en voz alta (¡Maldita lengua!) ¡Claro tío! ¡Un hombre te pincha con la barba!. Avergonzado por mi vil intromisión en un tema tan poco viril, fui a pillar un chocolate de la máquina, pero me equivoqué de botón y me pedí un capuccino... quizá fue mi modo de ofrecerlo, pero creo que nadie quería tomarse un café con babas... debe ser el palizón de mandar doscientos correos iguales en una hora... ¿No tenemos ningún programa generador de SPAM o qué?. Finalmente, viene de nuevo el informático, y habla conmigo de temas laborales mientras vuelca más y más información del cabezón en Web: No te lo pierdas, yo estudié derecho... y aquí me ocupo de las cuentas... curioso, el que trajo a Web me contó que tenía dicho en casa, si preguntaban, que dijesen que él era Auxiliar de clínica... más que nada porque si dices que eres informático te pasas el día arreglando ordenadores de amigos y vecinos, y amigos de vecinos y vecinos de amigos... ¡Gratis!. Me recordó a lo que nos dijeron en Das Bunker el primer año:

“Decidle a vuestras parejas que les cuenten a sus madres que sois pianistas en un burdel... cualquier cosa menos decir que sois periodistas”

Gracias a Dios y al Cuerpo de Marines, ahora me dirigiré a mi curro no vocacional de los fines de semana, donde los únicos problemas son los intentos de intrusión, los conatos de incendio y el riesgo de muerte violenta... ¡Me va a parecer el paraíso!

 

 

5 comentarios

1150S -

ES TIPICO,CREO QUE HABLABAN DE TI CUANDO LLEGASTE A FUMAR
O...SI ERES EL ULTIMO NO QUERIAN QUE TE ENTERARAS DE LO QUE HABLABAN Y ERA DE LA
CONSABIDA\"CENA A LA QUE NO TE
INVITARON

Golfo -

A riesgo de ser confundido con nuestro querido, reencontrado y reconectado Gurú, YO NO HE DICHO ESO. Ni llamé cabrón a nadie, ni "el moderno" pasó ocho horas de cópula con nadie, sencillamente la imaginación y la acústica de la redacción combinan mal.

El abuelo -

Golfo, ¿como se te ocurre decir eso delante de la hija del jefe?, como sigas asi te veo en una revista del cuerpo diplomático ;)

Golfo -

Gracias, ¿De verdad el de la foto de tu blog es Chuck Palahniuk? Joder... el grande eres tú (bueno y él también)

Steam Man -

Tu eres grande... y lo sabes