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Me Cago En Mi Vida

Cannon Fodder... ¡Fodder Qué Frío!

Cannon Fodder... ¡Fodder Qué Frío!

¡Madre del Amor Hermoso! ¡Vaya nochecita me ha tocado!.

Y es que se venía venir, cuando, a la hora de hacer el relevo, te encuentras a miles de personas venidas de toda España (o eran miles o dieron vueltas una y otra vez al rededor de la puerta de mi instalación para convencerme de que eran un huevo) gritando consignas contra Zapa, las cosas sólo pueden ir a peor. Al menos Mauricio aparcó lejos, porque los alrededores estaban cortados por la Policía. ¡Y es que hacen trampa! Cuando yo iba a manifestaciones, siendo estudiante, se manifestaba en cada ciudad la gente de esa ciudad... éstos se trasladan todos a Madrid en autobuses para darse la impresión de que son un montón: Si todos los Vigilantes de España hiciésemos una manifestación en La Puerta del Sol pidiendo más pasta y menos horas, el televidente medio diría eso de ¡Joder! ¿Cómo es posible que la gente robe en supermercados con la de seguratas que hay?

Caminaba del metro a mi destino observando la cantidad de gente que se me cruzaba camino de la Plaza de Colón... todo banderas constitucionales, excepto un bakala, que iba dando bocinazos en su coche enarbolando por la ventanilla la insignia del toro de Osborne... lo mejor las pegatinas: Todos somos la COPE, decía una... sí, y Jiménez Losantos vive en una pirámide a orillas del Nilo.  Habrá que mirar en El Manifestómetro, a ver cuántos eran.

Los gritos de Zapatero Dimisión, dieron paso a una serie de consignas gloriosas del tipo es un orgullo ser español, Ser español es un orgullo (que tiene un matiz diferencial respecto a la anterior: Cambia el orden del Sujeto respecto al Predicado), ¡11-M Queremos saber! (a veces pienso que es mejor que no lo sepan... los muros de su realidad se vendrían abajo), ¡Vascongadas es España! (sólo dos colectivos denominan así a la Comunidad Autónoma Vasca: Uno es la extrema derecha –que no cree en las autonomías- y otro el Movimiento Vasco de Liberación Naciona –como burla hacia dicho sistema-); ¡España!-¡España! (llegué a creer que iban al fútbol... casi salgo a gritar ¡Arbitro! ¡Cabrón!), y mi preferida: ¡Para qué vamos a ir a Colón si ya está lleno de gente!... porque a una manifestación se va a hacer bulto para las imágenes de Telemadrid... al fin y al cabo la izquierda se lo hizo a Aznar, así que ellos lo mismo pero al revés... y si hacen mal, pues la izquierda lo hizo primero.

Sobre las diez, considerando colarme en la sala de reuniones para ejecutivos a ver Los Simpsons, me decido por ser un buen Vigilante y hacer un uso correcto de la instalación, es decir, limitarme a subir por un café... vuelvo con mi vasito de plástico lleno de un líquido humeante color caca (y de sabor a juego con su color),   cuando ¡Oh Mierda! Compruebo que ya la tenemos liada...

Alguna productora de televisión debería considerar la idea de hacer un programa tipo Cops, pero con Vigilantes de Seguridad... el nombre de Justo lo que necesitaba este país podría ser mi pequeña contribución a ese exitoso reality show... con casos reales del tipo: El otro día entra uno en mi instalación, le pregunto dónde va y me dice “Al Tercero”, y le respondo “Pues bueno, pos ná... en mi caso el episodio podría titularse La Caja de la muerte y yo. Era la primera vez desde mediados de diciembre que utilizaba el ascensor. Más que nada por miedo a quedarme atrapado dentro... imagino el titular: Estúpido vigilante de seguridad queda atrapado en ascensor de alta tecnología y es rescatado quince horas después por amplio dispositivo de emergencia.  El caso es que, entré en el piso donde está la máquina de café, conseguí mi humeante objetivo cafeinómano, y al salir noté algo raro... ¿Porqué este cajón letal no ha vuelto solito a la planta baja? Lo llamé desde todas las jodidas plantas del edificio, incluso mi mente desequilibrada podía oír las risas de los 108 escalones y las 2856 baldosas, lo revisé, lo examiné por dentro y por fuera... ¡Nada! ¡No parece ocurrirle ninguna maldita cosa! ¡Sencillamente es un ascensor parlante de alta tecnología! ¡Elevator E-1800 debe haber tomado conciencia de sí mismo, aprendido en progresión geométrica y decidido, medio nanosegundo después, gastar la primera broma consciente de su vida al primer segurata que vio con un vaso de café en la mano... con tanto estrés he pensado escribir al sindicato para que nos abastezcan de donuts.

Tras dos horas de sesuda investigación (y haced el favor de no reíros). Tomo la decisión menos estúpida de toda la noche: Pedir ayuda a la central. Imagino la cara de pasmo del telefonista al otro lado de la línea, una imagen mental formada a través de las ondas sonoras de su perplejo ¿Cómo? ¡Y qué quieres que haga macho! ¡Llama al servicio técnico o a un empleado de mantenimiento! Cierro con un gracias, todo lo demás sin novedad... estaba a punto de colgar pensando que dan igual mis años de carrera universitaria: Soy demasiado estúpido para este trabajo, cuando oigo una voz semi-varonil, algo emplumada... con más plumas que el disfraz que la reina del Carnaval Latino de Las Palmas (tenía que colarlo... ¡Tenía que colarlo!) ¡No me cierreees! ¡Que vuelvo enseguidaaaa!

En mi mente, una frase acaparaba toda la memoria virtual disponible: Éramos pocos y parió la abuela!, pero me quedo de piedra al comprobar que una luz llama mi atención por el rabillo del ojo izquierdo: Es la luz del ascensor, que se ha arreglado justo después de que hiciese constar la avería en mi parte diario y lo hubiese comunicado a la central... esa luz brillante que, a su manera, simboliza una sonora carcajada del ascensor. Cuando el moderno regresa le pregunto cómo coño ha arreglado el ascensor, supongo que, en el fondo, los modernos tienen poderes mentales, una especie de fuerza psíquica anti-Murphy que les permite salvar los pequeños y estúpidos problemas que tenemos los varones blancos heterosexuales de más de 25 años... o eso o tiene problemas más graves que un estúpido ascensor inteligente (sé que parece contradictorio, pero lo que trato de decir es que el jodido elevador ha desarrollado ese tipo de inteligencia artificial que le convierte en un bastardo electrónico).

A las tres de la mañana, una especie de colleja del destino me lleva a mirar fuera de mi garita de vigilante y... no me extraña que el ascensor volviese a funcionar voluntariamente... había previsto, con su electrónica clarividencia., que esa noche iba a pasar algo incluso más divertido (para él... para mí no tenía puta gracia). Mirad las imágenes: Nevaba con mala hostia. Es como si los dioses del panteón grecolatino lanzaran bolas de nieve contra la calle... con toda la mala leche que llevan reservándose desde que cayó Troya. Me quedo de piedra en la puerta, observando cómo el cielo se desploma sobre nuestras cabezas cuando vuelvo a escuchar esa voz cubierta de brea y plumas de faisán: Cierra los ojos y la boca, y tú no has visto nada... antes de volverme, sólo pienso en un va a ser que no, y como note algo caliente cerca de mi cara te voy a anestesiar... llevaba razón Trancaman: ASDC... Acabará sobresaliendo de tu culo. En ese momento tengo demasiado frío como para despollarme de la risa, pero ahí estaba el moderno, que venía de hablar sólo en el ascensor (o con el ascensor) vestido de señora de 50 años... menos mal que los de la mani pepera ya se han ido, si no todo degeneraría en un linchamiento, guadañas, antorchas, fajines y boinas  incluidos. Me pregunta cómo va y le respondo: vas preciosa, Manolo, espero que te hayas abrigado. La imagen mental que creé a partir de su respuesta tranquilo, llevo leotardos bajo la falda sustituirá a la Araña Gigante en mis peores pesadillas.

Creía que no podía pasar nada más surrealista esa noche, pero llegaron las cuatro menos cuarto de la mañana, y un tipo con chaqueta y bigote aparcó justo frente a mi puerta... y no paraba de mirarme mientras aparcaba... Tenía que ocurrir ¡Me cago en Murphy!

Cuando le abría me dijo: Soy de Inspección, pero a mí me sonó a Hola, soy tu menstruación... justo lo que me faltaba. Bonita noche para una inspección: Una mani corta el tráfico, se jode el ascensor, acaba de irse un travesti pidiéndome que le guarde el secreto... ¡Cada noche de guardia es una noche de fiesta! ¡Cada Formación un desfile! ¡Cada paga una fortuna! ¡Cada galleta que me como a escondidas un banquete! ¡ME ENCANTA ESTE PUTO TRABAJO!

Sin embargo, Mr.Murphy, temeroso por que mi turno acaba en dos o tres horas y podía salir a buscarle para darle de leches, decidió que mejor que el inspector estuviese hasta las narices de tener que recorrer la ciudad durante una nevada apocalíptica... ese señor se interesó más por cómo me encontraba y cuántas horas hacíamos que por el estado de mi instalación. Incluso ignoró el libro de Terry Pratchet hábilmente escondido o el receptor de radio (eso sí... apagado) que estaban delante de sus narices... de hecho frente a su bigote tipo Partido Baaz. Estuvo cosa de diez minutos es conmigo...Cuando llegó Mauricio y se enteró, me preguntó cómo fue la inspección. Le comuniqué al inspector que necesitábamos una linterna (estoy usando una mía) y partes para los informes diarios de servicio... me dijo que todos los inspectores llevan material en el coche, y que él ya los había pedido hacia Octubre. No saben ni dónde estamos ni cómo, ni nada.

En fin, que para cuando llegué a casa ya se había derretido toda la nieve... y sólo podía pensar en una cosa: Somos carne de cañón... Cannon Fodder, como el videojuego de Sensible Software... ¡Fodder qué frío!

 

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