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Me Cago En Mi Vida

Los Coordinadores de Servicios y Tú

Los Coordinadores de Servicios y Tú

Dice El Principio de Dilbert (Scott Adams) que los trabajadores más ineficientes de una empresa son sistemáticamente trasladados allí donde pueden causar menos daño. Adams se refiere en este caso a los puestos de dirección, pero como aun no conozco a ningún director (y a Dios Gracias... al único que conozco se largó a otra empresa dos días antes de lo del Windsor), sólo puedo imaginarme cómo pueden llegar a ser... máxime cuando sólo conozco a mandos intermedios como los coordinadores de servicios, a un inspector y al Malvado director de RRHH, el Señor (del mal) "Catbert" Pascual.


Voy a hablaros cómo se deja claro a los "pipiolos" (novatos, rookies, nuevos, "dirección equivocada´s"... existe otra denominación relacionada con las pruebas físicas: "Los Media Dominada", que insisten cada quince días con la esperanza de convertirse en orgullosos "Dos dominadas") cómo va la cosa:
 En cada destino existe un cuadrante de servicio, donde estamos apuntados los que desempeñamos nuestra (zzzz) labor allí. El cuadrante se envía a la central por Fax para su aprobación y visto bueno. En mi primer fin de semana, aparecieron dos vigilantes esporádicos (fuera de cuadrante) para hacer mi turno... una vez ya lo estaba haciendo. Imaginaos el susto que me dio uno de ellos.


También es cierto que cuando estás en el curso de formación vienen dos veces los del Departamento de Personal para que les entregues la documentación (fotocopias del DNI, Graduado Escolar o superior... una copia de tu número de cuenta para que te paguen). Imaginad mi sorpresa cuando acaba la primera semana de Diciembre y he cobrado...¡CERO EUROS!... sabía que en seguridad privada se cobra una porquería, pero esto era excesivo. Comprobado el error, resultó que la central no tenía mi número de cuenta. A mi pregunta de ¿Dónde demonios ha ido a pagar la fotocopia que entregué en su momento?, las dos respuestas fueron:


- Servicio de Atención al Empleado: Esa es una buena pregunta...
- Departamento de Personal: ¿Ah, lo entregaste?


 La solución fue personarme en la central con una fotocopia para que tuviesen la decencia de remunerarme mis horas de trabajo del mes anterior. Si echáis un vistazo a la imagen, una tira cómica sacada de Dilbert.com, podréis haceros una idea de por dónde van los tiros...


Ahora, cerrando el año, han rizado el rizo: La Ley prohíbe obligar a alguien a trabajar el 24 y el 31 de diciembre. Se puede obligar a trabajar una de las dos noches, pero no las dos... (lo que parece indicar que a veces la Conferencia Episcopal puede servir para algo más que para crispar a la gente de mi barrio). ¿Truco? Decirte lo siguiente:
Puedes librar el 24 ó el 31 de diciembre, pero tienes que venir a trabajar el 23, el 25, el 30 y el 1... mas el día (24 ó 31) que no trabajes. ¿Que decides venir a currar esos dos días?  pues tienes una bonificación de en torno a los 60 eurillos). 
Tras hacer la 24/31 (es decir trabajar la Nochebuena y la Nochevieja), he decidido pedir libres el 21 y 22 de Enero. Es mi cumpleaños, ya habré cumplido mi cupo de horas de ese mes... y, bueno, lo del día siguiente es más bien por la resaca que planeo tener. Así que, siguiendo la máxima de la empresa, he avisado con cosa de un mes de antelación. Eso significa que, una vez más, he pasado dos días al teléfono sin obtener respuesta, lo que me hace sospechar que la empresa ha desarrollado un filtro de llamadas para evitar peticiones de días libres. ¿Qué hacer entonces, querido lector? Pues una vez más ir en persona a solicitar un sustituto/a para esos dos días de júbilo y cachondeo.


Fui... llegué, vi... y al igual que Julio César en Gergovia no pude creerme lo que ví. Nada más conocer a mi nuevo coordinador la dura realidad volvió a sorprenderme con un directo a la nariz... mi coordinador llevaba más de un mes en otra empresa y ahora nadie sabía quién nos llevaba a mi compañero y a mí. Lo primero que me dijo fue que mi servicio se lo habían quitado a los de la Zona C, y que ahora lo llevaban los de la zona B (los servicios no se dividen por al situación geográfica del lugar de trabajo, sino por el sector al que se dedica el cliente... no me preguntéis qué tipo de servicios lleva cada zona... podría decíroslo, pero luego tendría que ir a buscaros uno a uno para cortaros la lengua). El caso es que llego a la Zona B, espero... espero... espero... y me hacen pasar. Conozco al nuevo coordinador, que resulta ser un ex-inspector. ¡Bieeeeen! uno de estos empuradores de jóvenes media-dominada que ahora estaba extrañamente amable. Comprobó mi cuadrante, me escuchó atentamente y consultó a tres compañeros, que consultaron al chino (al chino que vive dentro del ordenador de su despacho y que les dice lo que tienen que hacer)... y me respondieron que volviera a la Zona C, de donde jamás debí salir... y -descolgando el teléfono- que le darían dos gritos al genio que me había mandado a ese piso.


Cuando bajé, mi definitivo coordinador (el mismo que me había mandado al piso de arriba... ¿para qué discutir qué zona era?) estaba increíblemente amable. Sus compañeros y él hacían uso de un excelente humor de coordinadores (teniendo en cuenta que ya no les dejan fumar porque la oficina antes parecía Londres...). Llegué a oír dos chistes:


- ¡Oye! ¡Tengo a un Esporádico armado (vigilante de seguridad con permiso de armas y sin destino fijo) que dice que quiere trabajar... se llama Flnuuoooanduuuo BLooouuungduooo (Traducción: Si alguien pide trabajar en estas fechas de modo voluntario es que está borracho)


- ¡Escucha [...]! ¡tengo un destino para ti en [...]! Sí, la estación de Metro más cercana es Colombia... y tienen buen café.


Mi nuevo coordinador, telefónicamente consciente de su cagada, fue muy amable, y me dijo que no habría problema... en incluso le permití fotocopiar mi cuadrante de servicios, porque al parecer no lo habían recibido (o encontrado...). Apunté su nombre y el teléfono de su cubículo, e hizo un par de observaciones del tipo trato de irme por las ramas para quitarle hierro al asunto: ¡Hombre! ¡Practicas Judo! (Aquí me permití corregirle en plan PROSEGURATOR contestando un seco y lacónico Jiujitsu... tras lo que hubo de cambiar de estrategia: Estrechó mi mano y me dijo Si no nos vemos, que tengas una feliz entrada y salida.  Como supuse que se refería al año, le deseé Feliz Año Nuevo, más que nada esperando que no se refiriese a una feliz salida de la empresa o (¡Oh el humor de los coordinadores!) del edificio.


Ya sabéis, compañeras y compañeros... si necesitas algo de tu coordinador hay una forma de asegurarse su eficiencia: Hacer su trabajo. Si no logro graznar nada en los próximos días será porque me encuentro muy cansado de mi trabajo, por lo tanto os deseo a todos (incluidos coordinadores) un Feliz Año nuevo, y a ver si
ese tipo extremeño logra parar con su mente el reloj de la Puerta del Sol... o al menos que no se equivoque con los cuartos.

 FELIZ 2006

Actualizo: Se me había olvidado un detalle sin importancia... ¿Dije que había llamado dos días seguidos y que llegué a estar 40 minutos al teléfono oyendo los tonos de llamada? ¡Y que no lo cogía nadie de la Zona C (a donde llamaba)... ¿Sabéis qué oía de fondo cuando hablaba con mi coordinador? ¡El jodido timbre del teléfono que estaban sonando y ellos pasaban de cogerlo! ¡JAJAJAJA! (río por no llorar)

 

 

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