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Me Cago En Mi Vida

Tutorial (Día 1, parte 1)

Tutorial (Día 1, parte 1)

No sé cómo entraron en esto de la Seguridad Privada el resto de mis compañeras y compañeros de curso, en mi caso he de reconocer que resultó divertido. El primer día, dicen, es siempre el más duro. Psé, puede que para un minero extractor de uranio allá en Siberia (va por el Sr. Jodoroski), porque lo que me ha tocado a  mí ha sido cualquier cosa menos traumática. Felicidades a los psicólogos de RRHH por su buena labor de Hagamos que este imbécil no se entere de nada.


Entré animado a hacer un curso intensivo para convertirme en segurata que habría de durar dos semanas (y espero que el rumor sobre cursos de una tarde sean una broma) y, sobretodo, entré animado porque una de las recepcionistas (o alguna secretaria de atractiva voz) me había citado allí la semana anterior con un Nos vemos el Lunes que sonaba más bien a Te voy a enseñar en qué invertimos las horas de trabajo en La Empresa del Amor (donde las recepcionistas están muy buenas y las compañeras sonríen constantemente).


Entrar en el aula de formación de una multinacional de la seguridad privada es como el primer día de cole, sólo que todos los que te rodean son adultos (entre 18 y 55 años) y todos han pasado ya por un primer día de cole.  La labor de los comecocos de Recursos Humanos es increíble: Como potencial profesional de la seguridad privada (y futuro miembro de La Hermandad) ya pienso como un conspiranoico: Estoy seguro de que tenían cámaras ocultas en el aula para evaluar nuestras reacciones.  Imaginaos una habitación pintada de gris y amarillo, con pósters sobre lo maravillosa que es la empresa (y uno que recordaba a los empleados ponerse siempre el chaleco anti-balas) y dos maniquíes uniformados (vigilante y auxiliar) que duraron ahí dos días. También había por ahí una puerta secreta (que sólo Dios sabe a dónde llevaba... quizá al despacho del malvado director de RRHH... Catbert o alguien parecido).


Cada vez que alguien entraba en el aula, decía buenos días... y todos los presentes respondían con el PROSEritual de iniciación de responder exactamente lo mismo. Mi podrido cerebro empezó a funcionar: Podría haberme hecho pasar por profesor... si me hubiese puesto un traje (de hecho mi único traje, el de ir a ver al Rey), con mi actitud del tipo tengo estudios, algo de verborrea y un par de tecnicismos me habría quedado con toda la clase (con toda la abundante clase, cuyo número de integrantes fue disminuyendo a lo largo de tres días)... lo habría hecho el tiempo suficiente para generar La Madre de todas las anécdotas (esa que hace que no pagues una cerveza en varios años)... y durante el tiempo justo que tardó en llegar el Señor F (que resulta tener sólo un año más que yo) para echarme a leches de esa santa casa.
¿Es mi adorado lector capaz de imaginar el estrago que habría podido hacer? Deje correr su imaginación:


Un tipo con traje de Emidio Tucci, corbata color vino y cara de haber estado en la Universidad, entra, dice Buenos días y se dirige directamente al fondo del aula, a esa pizarra blanca para rotuladores... un maletín habría ayudado mucho a reforzar mi imagen de fraudulento instructor de Teoría de la Seguridad Privada:


¡Sed bienvenidos a la Logia de los Profesionales de Seguridad... ¡Alec rab um Mahoc!. A éste, nuestro saludo secreto, tendréis que responder ¡Mahoc!. Este saludo secreto os identificará  cuando saludéis a otro miembro de La Hermandad. La Hermandad la formamos Policías (sólo policías de verdad), el Ejército (incluyendo la Guardia Costera), Bomberos, Vigilantes de Seguridad (como parte de la sección de actividades para-policiales)... y los porteros de discoteca fueron admitidos en la última reunión, pero sólo por dos votos... por ello los ponemos en minúscula. Ante todo voy a daros las normas del curso, normas que guiarán vuestro comportamiento profesional durante los años que prestéis servicio en esta magna corporación:


1- En el Proyecto PROSEGUR no hay preguntas
2- En el Proyecto PROSEGUR no hay nombres... excepto Tyler Durden, él se lo ganó recibiendo un disparo en la cabeza (¡Se llama Tyler Durden! ¡Se llama Tyler Durden!...)
3- Una vez dentro sabed que la Hermandad tiene otra norma adicional: No hablar de la Hermandad


¡Os deseo un buen Mahoc a todos!


Sí, podría haberse montado la de Dios, pero como más tarde aclaró el instructor, nadie llega allí por vocación, generalmente todos vamos por dinero (y alguno por la frustración de no poder ser un poli de verdad). De vez en cuando alguna maciza entraba e interrumpía la arenga de Mr.F (hay que reconocerle que está cachas, como Mr.T) preguntando por algo... cuando sea profesor, pienso tener una plantilla de macizas que hagan 40 horas a la semana por turnos y cuyo trabajo será interrumpir mis clases abriendo la puerta, sonriéndome con devoción y algo de babeo, y preguntando lo primero que se les pase por la mente -con la posibilidad de llevar chuleta... por si no se les ocurriese nada-. Supongo que esa es una forma de despertar cierta admiración en el alumnado (digo alumnado pese a que nos consideraban candidatos... candidatado no me acaba de sonar bien).


El Incidente: Ciudadanas y ciudadanos, desde el balcón de vuestro Ayuntamiento os digo que apuesto mi testículo izquierdo a que este incidente estaba programado para meter algo de miedo (y admiración por la empresa) al personal presente en ese curso de formación... he aquí mi relato de lo ocurrido.


Super F, trata de empezar una presentación del curso, cuando repentinamente empieza a parecer inquieto. Es en este momento cuando un picor en mi cojoncillo izquierdo me indica que finge algo, o que no froté lo suficiente esta mañana en la ducha).  Se oyen un par de murmullos acera de que alguien huele fatal, pero no era el objetivo de la alarma silenciosa, sino otro compañero que resultó ser un hacha en esto de la seguridad pese a su avanzada edad.

Empiezan a entrar y salir más trajeados, y nuestro recién conocido profesor también lo hace un par de veces... ¡ah! ¡Y un par de macizas también se acercan a echar un vistazo!... supongo que tras cerrar la puerta del aula formaron un corro para intercambiar impresiones, porque al poco, trataron de continuar la presentación (con varias interrupciones más) identificando a la gente que venía de las delegaciones (Vizcaya, Sevilla...) y segregando a quienes habían puesto su disponibiloidad como completa para Madrid capital... fue entonces cuando sonó esa frase gloriosa:


- ¿Habéi hesho tó el prozezo-zelezión? ¿Lo tés-siconténnico-y-tó?


... más interrupciones, pasan lista dos veces más, todos tenemos que decir nuestro DNI o NIE... que a propósito: Tiene varias formas de decirse, generando increíbles recuerdos graciosos:


- Se puede decir el número completo (setenta y seis millones, cuatrocientos veintidós mil seiscientos ochenta y uno... A): Te identifica como un empollón en las matemáticas que por alguna razón ha acabado en u cursillo de dos semanas para ser Vigilante de Seguridad. Además provoca la divertida escena de un universitario licenciado, apto para dar clases de formación para el personal de una multinacional que se ayuda de los dedos para contar y asiente con la cabeza cada vez que se lo repiten.


- Se puede decir agrupando los números de dos en dos, y mencionando incluso el guión o la raya (dos-cuatro, tres-seis, cinco-cinco, nueve-dos... raya B): Te identifica como un ser meticuloso, con estudios o no, pero que logra soluciones rápidas y eficientes aplicando la lógica (excepto por lo de "Raya", que descubre el pastel y te deja como mero imitador... Los valientes visten de negro y los profesionales dicen el DNI/NIE agrupando los números de dos en dos... ¿Se nota mucho cómo digo yo mi DNI? Además, me recordó a cierta anécdota de cuando fui a comer a un gallego con dos amiguetes de Las Palmas... empezamos a pedir combinados ¿Sabéis lo que es decirle, con acento canario, a un gallego Déme un dos y dos doces? ( un-dos-y-dos-doses... que los rusos hablamos a toda pastilla)


Finalmente, como el interfecto no pillaba el mensaje y no se daba cuenta de que estaba rodeado, El Señor F se dirigió a uno de los presentes y le dijo: Compañero, ¿Puedes acompañarme? algo que quería decir algo como  a ver tú, el borracho cincuentón y sucio de la primera fila... sí tú, el que se ha colado... ¡Largo!. Finalmente mucho blablablablabla sobre lo maravillosa que es la vida cuando trabajas para PROSEGUR, y una cita para volver por la tarde a hacer más tests psicotécnicos...

A propósito, antes de la segunda parte un acertijo: ¿Cuál es el sitio más raro donde crees poder encontrarte a un búlgaro...?

6 comentarios

Golfo -

Bueno, eso se debe a dos cuestiones:
- Pregunta mal formulada (mea colpa): Debí decir donde te has encontrado...
- Se ve que eres un buen inquilino, vírgen en cuanto al tema del realquiler de habitaciones (Murci te podría dar un curso intensivo)...
de acuerdo: El último sitio donde esperarÍAS ver a un búlgaro es en tu cama... y con ello espero no dar ninguna idea a Were (que ha rezongado hace poco demostrando síntomas de vida).

El abuelo -

QUe no te enteras, es el último sitio donde espero encontrar uno ( realmente no importa si es búlgaro o no, como encuentre un tio en mi cama lo echo a patadas)

Golfo -

¿Y qué hacía un búlgaro en tu cama? ¿Steven era búlgaro? ¿No debería llamarse entonces Stefan o algo así?

El abuelo -

Yo era el de antes. Otra vez me ha pasado lo del nombrecito de marras ;)

Golfo -

¿Un búlgaro en tu cama? ¿Me he perdido algo? Respecto a Verdi, a Baby no le hace gracia caparle... ya se verá, porque em,pieza a tener pequeñas erecciones, y si no le capamos habrá que cortarle las uñas... (XD)

PD: Vale que en el Proyecto McVeigh no hay nombres, pero te lo has tomado demasiado en serio.

Anónimo -

En mi caso lo del búlgaro está claro, ¡en mi cama!. Por cierto Golfo, como te pille Baby diciendo lo de las macizas te va a dar en todos los colgates reales.

Hablando de colgantes, ¿habéis ya capado a Verdi?