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Me Cago En Mi Vida

Mis 23 Centímetros

JODER, NI QUE FUERA ALGO MALO

JODER, NI QUE FUERA ALGO MALO

Me ha llamado la atención esta noticia, claro ejemplo de cómo un titular llamativo puede llevar al lector a engaño:

"La chica de los senos gigantes, a quirófano"

(http://www.elmundo.es/america/2010/02/02/colombia/1265086587.html)

Disculpe el lector mi falta de sensibilidad al respecto, pero nunca he concebido este suceso como algo negativo. ¿Pechos gigantes? ¡Seguro que Dios existe! El caso es que el titular llamativo cumplió su funicón apelativa y me llevó a querer saber más sobre esta curiosidad científica.

’No soporto el peso de mis tetas’

(http://www.elmundo.es/america/2010/01/26/colombia/1264460967.html)

"La joven de 16 años tuvo un desarrollo normal como el de cualquier jovencita hasta octubre del año pasado. Desde ahí sus senos comenzaron a crecer desmesuradamente. La talla pasó de 38 a 50 y los sujetadores parecían no quedarle bien.  [...] Yesica, estudiante de último grado de bachiller en el colegio Técnico Superior no soporta el peso de sus dos ’tetas’ y un dolor de columna que la ataca a diario y que amenaza con desviarle su reducido cuerpo hacia adelante [...] Ya no le queda bueno el sostén, y no consigo uno de su talla por ningún lado. Entonces me toca hacérselos con puros retazos de tela que le arreglo con máquina porque no hay de otra. Las tiras no las venden; menos las copas", explica Silvia, quien aclara que el problema no es genético porque su familia es de senos poco protuberantes [...] El médico me pidió que la hiciera bajar de peso, pero ella no es tan gorda [...] "Son como unas masas que tiene en los senos, no son malignos, no hay amenazas de cáncer. Lo que si me explicó el doctor es que le crecerán más si no le ponemos cuidado" [...]

José Ignacio Tovar, médico especialista en cirugía plástica aseguró a ELMUNDO.es que la enfermedad de la joven es gigantomastia, una alteración del sistema nervioso producida en muy pocos casos en mujeres embarazadas.[...] Yesica Johana vivirá con complejos mientras deciden ingresarla a una sala de cirugía y quitarle de encima ese peso que carga entre pecho y espalda que para algunas mujeres se convierte en símbolo sexual. [...] "Tengo novio y está en el ejército. Él no quiere que me operen porque es peligroso y me adora así", dice mientras pide una silla para sentarse porque se siente agotada. "Cuando duermo sólo puedo hacerlo boca arriba, boca abajo es imposible".

De acuerdo. Después de imaginarme a la chica y a sus dos terribles pesadillas (he de reconocer que me he centrado más en sus dos pesadillas) y después de imaginar cómo fardará el noviete en el cuartel (yo no pararía de hablar de las dos enormes pesadillas de mi chica... ¡Enseñando fotos de las pesadillas por supuesto!) leo sobre lo mal que lo ha pasado ella:

"Camina por las polvorientas calles del Darío Echandía, barrio de Neiva. Agarrada a su madre, Silvia Puentes, cruza en medio de la mirada penetrante de decenas de hombres que la observan con morbo y hasta la provocan vulgarmente. "Chao tetota", gritan sin piedad, mientras ella seca con la yema de sus dedos las escasas lágrimas que aún se deslizan sobre sus mejillas."

Y es que este lunes la joven comienza los estudios de último grado en el colegio, lo que le permitirá convertirse en bachiller y después en una música experta en clarinete, su instrumento preferido.

A estas alturas, y sin saber nada sobre la autoría del artículo, puedo adivinar tres cosas sobre su autoría:

- Lo ha escrito un hombre (eso está muy claro)

- Es un cachondo mental que trata de pasar por solidario con cierta sorna, pero ha logrado entrar en el segundo lugar entre las noticias más leídas del día. Justo después del gato que puede predecir muertes. (principalmente por citar el gozo de su novio conscripto)

- Este hombre no se contenta con el pitorreo de las tetas gigantes y encima va provocando, ergo, ve demasiado porno.  (Esto va por la imagen mental de ua chica joven con super-tetas soplando sensualmente un clarinete)

¿No se lo cree? Sigo leyendo y el autor, a través de la información elaborada, se reafirma en su intención jocosa: ¡Es que la viste de colegiala sudorosa! 

También, la medida de sus uniformes le inquietan. "No puedo irme con el vestido de diario, me toca con el de deporte: una sudadera verde y una camiseta blanca. Los profesores me regañaban al comienzo, pero después entendieron mi enfermedad"

Tremendo el pollo montado respecto a esta noticia. Un hecho que, exceptuando a la chiquilla, no es para tanto. Quizá sólo faltó un detalle en el entorno de la afectada: Decirle que no es malo tener las tetsa enormes. Todo lo contrario. ¿Que se meten con ella por el enorme tamaño de sus senos? Pues que pruebe a hacer un corte de mangas al grito de ¡Jodeos!

EL EXPERIMENTO DE LOS 5 LITROS

Ya casi vencido por el sueño, tras horas y horas de repasar documentos y redactar un informe de mis análisis (me cago en todos los cereales) encuentro, tratando de despejarme antes de dormir, esta pedazo de friquez. EL EXPERIMENTO DE LOS CINCO LITROS. Idóneo para aquellos que, por la razón que sea (no soy nadie para juzgar), tienen un brazo más musculado que el otro. 

La pregunta es simple: ¿Cuánto tardarías en llenar un recipiente de cinco litros?

Is it possible for a man to fill up a 5 litres bottle of his own sperm? How much time would it take? If you think you will be able to reach that goal, go for it!

The rules are simple:

1. Register and request one official 5 litres plastic bottle in this web. That day will be your first day of challenge. From that day on the challenge is in your hands.

2. Send us during the first 6 months a photo of your evolution. In the photo you have to be with the bottle, showing the filled amount.

3. The first person to fill up the bottle wins. Send us the bottle and after verifying that indeed it is sperm, you will be the winner.

The price: The biggest price is the pride to be the greatest stallion in the universe. But still, and so you never forget this 5-litres experiment, the winner will receive 50 L of milk a month for a whole year.

La respuesta depende de cada cual. Eso sí, visto el recipiente... sano, no debe ser del todo sano.

... es que pensar todo el tiempo en cereales...  

 

30

30

30. Treinta. XXX. Qué pasada. Qué mayor estoy, qué maduro me siento. Maduro, si se me permite el chiste, lo digo porque cuando una fruta está blanda y parece que se va a caer del árbol tiene pinta de estar madura. ¡Mierda! ¡Miniyo! ¡Dime que sigues ahí!

Pues cumplí los treinta le miércoles pasado. Telita. Ahora cuando un crío me llame ‘señor’ va a llevar razón. Y encima, lo de XXX no es más que un número romano. No soy Buck Adams.

A esta edad es tradición hacer un repaso de tu vida para ver cómo lo has ido haciendo, y... ¡Mierda! ¿Segurata? ¿Quién coño me lo iba a decir? ¿Quién me iba a decir a mi hace diez años, cuando estaba el la facultad (en particular cuando estaba en la cafetería de la facultad) que iba a acabar vestido de marrón y dándome importancia (yo era de los que gritaba eso de ‘de azul o de marrón un cabrón es un cabrón’) quién me iba a decir que iba a acabar atrapado en un mundo de malas bestias lleno de personas sensibles y maltratadas por el sistema?

 

Con lo joven e ingenuo que yo era...

Yo, que había empezado de becario...

Yo, que incluso vendí cupones de la ONCE

por hacer una broma...

Y ahora tengo el síndrome de Mad Max.

Yo acabé rodeado de bellas personas que antes habían sido karatekas, actores del programa de Leticia Sabater, de antiguas estrellas del porno ibérico.

Tampoco me puedo quejar, no está tan mal pagado. Y si es por arreglar el curriculum están las colaboraciones como analista, la posibilidad de publicar en alguna revista (cuando publique lo diré) Aunque eso no está tan bien pagado. Recuerdo aun mi etapa en Júbilo, cuando ser segurata parcial parecía el paraíso (al menos si comparaba la jornada con el sueldo) Pero era divertido. Sobretodo cuando sacaron la nueva revista para informatizar a los senior y un ‘compi’ tuvo que ‘envejecer’ vía Photoshop a la modelo de la portada.

Moraleja: Si quieres humillar al periodista medio pregúntale cuánto gana.

Pero si quieres hundir a un segurata, pregúntale cuántas horas trabaja

y qué cree que opinan los demás de su labor.

En ambos casos, demasiado curro para tan poca pasta.

También descubrí el Facebook. Lo que, aparentemente, ha sido la cosa más tonta de la Historia de la informática ha resultado ser incluso útil. Andaba yo curioseando el día de mi cumpleaños, rastreando posibles felicitaciones y, caso de no haberla, olfateando las fotos de amigas y compañeras que están de muy buen ver cuando apareció alguien inesperado.

¿Golfo? ¿El canario obsesionado por las chicas con coletas?

Qué ángel. Tenía que ser el día de mi cumpleaños cuando apareció en Facebook mi amor platónico de la facultad. Esa que te gusta tanto que ni siquiera intentas tirártela. Por lo menos estaba sobrio. Ahora entiendo todos esos controles al correo electrónico que proponen en Google. Empezamos a contarnos la vida cuando alguien me recordó que ya había llegado a los treinta.

- Hola, yo también la recuerdo. Y por tu culpa no la recuerdo mejor.

 

Miro a mi entrepierna y ahí está. Calvo. Gordito. Lleno de venas.

Un varón normal empieza a hablarle a su pene más o menos a los veinticinco años.

Sobre los treinta su pene empieza a responderle con una fluida conversación.

 

- Hombre, puede que sólo haya funcionado al 100% desde los últimos dieciocho, pero para lo de mear y tal también tengo treinta...

Bajito, regordete, calvo... Por eso lo llamo Miniyo.

- Puede que busques un abrazo, ahora que te crees mayor. Pero te recuerdo que sigo existiendo. Creo que tengo que recordarte por qué te llaman Golfo... por si no lo pillas, esto no es el fin ¡sigo funcionando! ¡Y exijo atención! Así que ya puedes dejar de sentir lástima por ti mismo y empezar a pensar en mí. ¡Empezar a ’pensar otra vez conmigo’! ¡Sal ahí fuera y úsame! ¡Quiero ver la luz del sol! ¡Exijo más ejercicio!

Que alguien me explique por qué lo llaman madurez.

I LOVE PALIN

I LOVE PALIN

 

Es ahora, a toro pasado, cuando mis palabras no pueden afectar al proceso democrático de los Estados Unidos, cuando puedo declarar mi amor incondicional a una supermujer, Sarah Palin, y a su carabina automática M4, de 5,56mm.

 

Sí, lo digo ahora, cuando esos cientos de millones de estadounidenses ya han votado libremente por el cambio sin ninguna influencia golfesca, porque jamás hay que subestimar la capacidad de movilización de la opinión pública que puede llegar a tener un gordo-cabrón, medio calvo y lleno de odio... y su ordenador. Pocas cosas hay en el mundo que no pueda hacer un marine motivado con su fusil. De un gordinflón calvete ni hablemos.

 

Hablaba con un analista económico hace unos días sobre su pronóstico de las elecciones. Decía que ganaría McCain, que sería asesinado, y que mi adorada Sarah llenaría de glamour la Casa Blanca durante tres años y pico. Sueño dorado en su fondo, no en sus formas. Sin embargo, no toda Utah fue a votar en masa por el viejecito encantador. No hubo el miedo de toda la vida a perder el derecho a portar armas y, finalmente, ganó el colega Obama, del que mi antiguo redactor jefe ha dicho hace poco, en glorioso artículo de opinión, que no es Zapatero.

 

Evidentemente que OB no es ZP. Ni Saritah es Esperanza Aguirre. Aunque se puedan trazar similitudes. Aguirre nunca ganó Miss Alaska. A Espe no le quedaría tan bien un arma en las manos como a Palin. ¿Se imaginan a ustedes a la Presidenta de la Comunidad de Madrid en Líbano sopesando un G-36? No sería lo mismo. La imagen de Palin, pese a haber sido tomada en una base en Kuwait, refleja una necesidad. Ella es la gobernadora de Alaska, un bello paraje petrolero lleno de peligrosos osos y de peligrosos rusos disfrazados de oso ¡Terroristas todos!

 

 

Qué más da que África no sea un estado sino un continente. Qué más da que parte del presupuesto de la campaña se haya ido a boutiques y peluquerías. ¡El amor todo lo puede! ¡Y las armas de asalto contra osos y rusos disfrazados de oso también!

 

¡Viva Sarah! ¡Cuánto te quiero!

 

ACABAR CON TODO LO DIVERTIDO DE INTERNET

ACABAR CON TODO LO DIVERTIDO DE INTERNET

 

Lo leo y no lo creo. Me da la impresión de que en El País están de coña, pero al comprobar la fuente... No. Esto debe ser real. Nos hemos vuelto todos locos.

 

 

Limitar el uso en el trabajo de Internet es una cosa. Limitar el acceso al porno es cuestión de sentido común (sobretodo cuando se trabaja o se es menor) pero... ¿Esto? ¿Es que a alguien le molesta que un borracho quiera ensalzar la amistad más allá de las fronteras de lo físico?

 

“El programa experimental pide a cualquier usuario que active el servicio que resuelva cinco sencillos problemas matemáticos antes de enviar correos electrónicos entre las diez de la noche y las cuatro de la mañana durante los fines de semana.”

 Oh, claro. Es que uno sólo puede emborracharse los fines de semana de diez a cuatro. ¿Y si el emisor acaba de salir de un After? ¿Y si le ha dado por agarrarse un pedo de sobremesa? ¡Qué coño pasa si uno sencillamente es un negado en las matemáticas! ¡Oh sí! ¡Se trata de cinco sencillos problemas! ¡Claro! ¿Qué pasa si el borracho en cuestión es un fiera con las cuentas? ¿Tendremos que aguantar a los cerebritos de las mates cada vez que empinan el codo? ¿No sería mejor instalar en cada ordenador un alcoholímetro digital y que suelte un calambrazo al que toque el teclado cuando da positivo?


Propongo rizar el rizo (para variar) Propongo volver esta aplicación una herramienta de letras puras: ¡En lugar de cinco problemas matemáticos obliguemos al usuario a traducir cinco frases en latín! ¡En griego! ¡En sánscrito! ¡Una en cada idioma! ¡Si no tiene usted un doctorado en lenguas clásicas llame por teléfono como todo el mundo!

 

"... hay un punto peligroso de intoxicación en el que estás lo suficientemente lúcido para manejar el teclado, pero lo suficientemente borracho para creer que declararle tu amor vía Facebook a esa chica de tu clase de primero de Bachillerato es la mejor idea del mundo".

 

Ah, claro. Ahora la tecnología va a salvarnos de hacer el ridículo. ¡Que le den a las nuevas tecnologías! Propongo volver a los orígenes. ¡Como hizo Bender en Futurama! ¡Todo de madera! ¡Nada eléctrico! ¡Mandémonos cartas manuscritas tras agarrarnos la madre de todas las cogorzas!

 

 

DONANTES POR EL ANONIMATO

 

Hace una semana el SAMUR tuvo que llevarse a un compañero de mi servicio por un ataque de ansiedad. A saber por qué le dio (sólo deseo que se mejore) pero la madre de todos los ataques casi me da a mí este lunes al abrir El País. De todos los periódicos que habían llegado, de todos los rotativos que había colocado ordenadamente, por fecha, empresa y planta, tuve que abrir el diario de PRISA... además por la página fatídica de la sección de sociedad. Ya me vale. ¡Murphy! ¡Renuevo mi amenaza de crucifixión! ¡Esto es culpa tuya!

El origen de mi ataque de pánico fue leer el reportaje sobre un posible cambio en la Ley de Reproducción Asistida que permitiría a los hijos de una donación de esperma conocer, una vez alcanzada la mayoría de edad, la identidad de sus padres biológicos.

La felicidad tiene sus riesgos. La mía, la posibilidad de vivir de la donación fraudulenta de esperma, está cada vez más difícil. ¡Y lo tenía todo planeado! Por alguna estúpida razón legal, no se permite al donante aportar su esencia a diario, pero la dificultosa cooperación interagencias, más cuando se trata del sector privado, permitiría al astuto donante de esperma llenar tarritos en distintos bancos a la vez sin informar de esta infidelidad. A treinta y pico pavos por frasco, una donación diaria permitiría tener unos ingresos de (aproximadamente) 770 euros. Un sueldo mínimo, pero suficiente para tratarse de un sueldo suplementario, teniendo en cuenta el esfuerzo que requiere y lo gratificante de la actividad. ¿Es que soy gilipollas? ¿Qué hago yo trabajando cuando debería vivir de esta clase de trabajitos?

Además, leo en el reportaje, países europeos, avanzados y demócratas como Dinamarca, permiten al donante ingresar casi el doble, si la calidad lo vale. Otra vez la maldita convergencia europea de precios que deja atrás la convergencia de los salarios. Hablamos de un país, la maravillosa Dinamarca, que exporta esperma al mundo. Toda una industria de la felicidad recíproca (usted recibe mi fértil esencia y yo recibo pasta por tocarme) bloqueada por los prejuicios morales de unos pocos... o de unos pocos millones (la opinión pública es maleable) Todo un plan de vida que se ha ido al garete. Sólo falta buscar algún tipo de afición para disimular, para dar una explicación al mundo de mi extraño tono muscular. Quizá el lanzamiento de martillo o de jabalina podría colar a la hora de explicar a mis beatos vecinos por qué tengo un brazo muy musculoso y otro cómicamente flaco.

Pero lo peor es el futuro. En el Reino Unido ya se ha dado un caso de un donante que ha sido obligado a pasar una pensión a su hijo biológico. El buen hombre sólo rellenó el tarro para ayudar a una pareja de amigas lesbianas a concebir el fruto de su amor. Cuando el amor desapareció quedaba el problema del fruto y... y le ha tocado a la fuente pagarlo. ¿Os imagináis que dentro de quince o veinte años llamase a mi puerta un chaval y me llamase papá? ¡Tú a lo que vienes es a por pasta! ¡Deja ya de señalar a esa legión de golfillos desconocidos (con rasgos faciales que me son familiares) que se manifiesta ahí abajo!  Una tensa situación provocada por el malvado destino, por la pérfida diosa fortuna que se niega a preservar mi anonimato pese a haber repartido algo de felicidad por el mundo. Chico, tú fuiste la financiación de una juerga a base de cerveza y panchitos. En aquella época las donaciones no daban para más ¡Jesucristo también lo habría hecho si hubiese podido!

Lo mejor son el tipo de imágenes asociadas a este tipo de reportajes. Todo manitas de niños pequeños agarradas a las manazas del padre. Tremendamente tierno. Aunque en este caso, si el chico o chica conoce algunos detalles sobre su concepción, quizá se cortaría de coger la mano del donante. Oye ¿Te la habrás lavado no? ¿Y la imagen indeleble del hijo de una donación preguntando a la administración la identidad del donante? Imaginad la felicidad frustrada del pobrecillo (o pobrecilla) cuando el funcionario (o funcionaria) echa un vistazo a los archivos y le pregunta ¿Estás seguro que quieres saber quién es? ¡Imaginaos si el padre biológico fuese Murci! ¡Las acciones de Telepizza caerían en picado! Disculpe que llegue un poco tarde, es que estaba ocupado en "mi otro trabajo". Aquí tiene su pizza carbonara.

Seamos serios. Hay cosas que la próxima generación no necesita saber.

EN CASO DE DUDA PREGUNTE A UN ITALIANO

EN CASO DE DUDA PREGUNTE A UN ITALIANO Me parece tremenda la capacidad de algunos para vender investigaciones que no descubren nada. Es como en la película Thanks for smoking, cuando hablan de un científico alemán capaz de gasear a ratones durante décadas sin lograr resultados concluyentes que vinculen el consumo de tabaco con el enfisema pulmonar.

En este caso, unos italianos (¡Qué guays son! ¡Ayer el imbécil medio se hacía pasar por andaluz para parecer gracioso y hoy se hace pasar por italiano para parecer atractivo!) han estudiado el orgasmo femenino y dicen haber encontrado el punto G. Lo más cachondo es que más de la mitad de las encuestadas no respondían favorablemente al experimento, por lo que dedujeron que no tenían Punto G.

"S'ta Carisssimo! Si tu non correre é per que tu no tene Puntto-G. Me debería s'tar ahí!"

Leo en el ABC:

Investigadores italianos encuentran el punto G

SERVIMEDIA. MADRID

Una investigación realizada por la Universidad L'Aquila de Italia defiende científicamente la existencia del punto G, al que se atribuyen los orgasmos vaginales femeninos, según publica "Journal of Sexual Medicine" ("Diario de la Medicina Sexual").

En el estudio, liderado por Emmanuele Jannini, participaron nueve voluntarias que afirmaban haber experimentado este tipo de orgasmo, y once mujeres que negaban haberlos tenido.

Los escáneres practicados a las participantes mostraron que el tejido situado entre la vagina y la uretra -lugar en el que otros estudios ya apuntaban que podría situarse el punto G- era mucho más denso en el primer grupo que en el segundo.

Según Jannini, esto podría probar la existencia del punto G, que hasta ahora muchos habían puesto en duda en el entorno médico.

"Por primera vez es posible determinar con una prueba simple, rápida y barata si una mujer tiene o no punto G, aunque el hecho de que no lo tenga no significa que no pueda tener orgasmos, ya que los podrá experimentar mediante la estimulación del clítoris", indicó Jannini.

Elisabeth Lloyd, profesora de la Universidad de Indiana y autora del libro "El orgasmo femenino" ("The case of the female orgasm"), considera que es preciso realizar una investigación más amplia para confirmar la localización del punto G y sus funciones.

"Tan solo entre el 20% y el 25% de las mujeres tienen orgasmos vaginales durante las relaciones sexuales, pero no se sabe la razón. El estudio italiano sólo lo explica parcialmente, pero podría ser un punto de partida que nos ayude a comprenderlo", indicó Lloyd.

 

- ¿Cariño? ¿Crees que tendré punto G?

- Mira, Maru, bájate a la pizzería y pregúntale al maricón de la barra, que yo mañana trabajo

Lo dicho. Si tiene cualquier duda pregunte a un italiano. Si cree que un enigma puede ser que si o que no, pregunte a un italiano. Probablemente se quede igual que cuando empezó, pero él se divertirá con 20 conejillas de indias y no obtendrá resultados concluyentes. Bueno, excepto el de:

"Io creo que tennemo que studiare L'assunto má a fondo"

CENAS

 

Anoche he salido a cenar con compañeras y compañeros del master. Y la oportunidad de asistir a cenas de este tipo (muy parecidas a las cenas de empresa pero con temas de conversación más estimulantes) me ha dado mucho que pensar: Las anécdotas sobre cenas merecen una categoría a parte.

Existen distintos niveles, como los encuentros de empresa, donde todo el mundo se comporta como si estuviese cenando en la casa de sus suegros. A fin de cuentas, un jefe (en cuestiones de mala leche) es una especie, no de padre, sino de padre de la parienta. Eso me recuerda una anécdota que me contó el hermano de Murci (muy parecido a él, pero más joven y serio... podría ser catalogado de normal si no tuviese parentesco con nuestro niño de verdad) El chico se llevó a su hermano mayor (cuya compañía padezco) a cenar a la casa de los padres de su novia (¿Recordáis a la chica de siete coños?, una pareja muy conservadora y beata. Justo cuando le preguntaron a Murci cómo le iba en Madrid (pobrecito -decían- alejado de su familia y de su tierra-) nuestro friqui preferido estalló:

 ¡Me cago en Dios! ¡Vivo de puta madre! ¡Me cago en Dios! (cuando Murci entra en éxtasis suele defecar sobre El Señor cada dos palabras) ¡Pero no se lo digáis a mi madre o querrá que vuelva a casa!

La de puntos que ganó el hermanito de cara a su familia política gracias a tener una oveja negra entre los suyos. ¡Tres veces debió negarle! (a fin de cuentas incluso San Pedro salió impune de tamaña afrenta)

¡No tiene nada que ver conmigo, es que los educados conservadores liberales solemos sentar a un pobre o a un enfermo mental a nuestra mesa cuando nos invitan a cenar! ¡Esto es una mera táctica! ¡Como la de las chicas cuando salen de marcha! ¿No ha salido nunca acompañada de una amiga más fea que usted para parecer más guapa, señora? ¡Pues esto es igual! 

Si algo sacó en claro el Murcihermano es que quedó como chico educado y formal... otra cosa es la altura a la que quedase su estirpe.

En cuanto a cenas de empresa, hace unos días hablaba del tema con el Gurú, y llegamos a la conclusión de que sería peligroso organizar una cena de PROSEGUR en Madrid. Para empezar, no sería posible lograr una reserva de mesa para 7000 personas a un precio razonable, y por otro lado, estaríamos juntando a un gran número de personas que acumulan dosis enormes de mala leche, muchas de ellas armadas, con sus jefes. Y de hecho con un estrato intermedio, en la jerarquía de la empresa, que supone el origen de todos los males de aquellos que están estresados y trabajan con armas. Hmmm... me pregunto qué restaurante de máxima seguridad sería el elegido. Uno con paredes resistentes, sacos terreros por doquier y la opción, junto con la corbata, de un chaleco antibalas para todo el que desee cenar allí.

Otra de las variantes, que sí que he podido ver trabajando en este gremio, son las denominadas cenas de servicio, en las que sentamos a la misma mesa a quienes se niegan a cambiar turnos o a quienes nos exigen a quienes le hacemos el favor de cambiarle un día que les devolvamos las horas. Cuando no llegas al cupo mínimo de horas al mes, y tienes que complementarlo en cualquier otro destino (que siempre-siempre pinta muy peligroso o está a tomar por saco de lejos) esta condición de intercambio de turnos resulta especialmente hiriente. El componente Rotenmeyer aumenta la dosis de peligrosidad de estas cenas, y cuando encima se apunta personal de otras subcontratas, tipo recepción (aquellas que cobran por pedirte relevos para ir a orinar en sus jornadas diarias de seis horas), limpieza (Dícese de quienes cobran por estar sentados y hacer cualquier cosa menos limpiar) o mantenimiento (estos ni aparecen por el lugar de trabajo) la situación se torna desquiciante. Eso, y que la cena la organice el responsable del cliente, ante el que hay que actuar como si fuese le padre de tu novia.

Hablando de Rotenmeyer, hace poco nos visitó en Las Dos Torres un ex-compañero recientemente apartado del servicio (y vetado en el mismo para más INRI) coincidiendo con que la mayor de todas mis pesadillas estaba de copas por la zona. Este chico nos comentó el buen ambiente que había en un local de la zona, conocido por la belleza de las veteranas que suelen ir por allí a pillar cacho (que se dice ahora) Las risas que nos echamos sólo de pensar que, en mitad de una borrachera ambos pudiesen llegar a enrollarse (el alcohol y la abstinencia carnal forzada pueden facilitarlo... ¡Y la penumbra típica de los locales de ocio nocturno puede jugarte muy malas pasadas!) Acto seguido, este compañero nos comunicó su disposición a colgarse del cuello hasta la muerte desde la más alta de las grúas de la Ciudad Deportiva del Real Madrid en caso de despertarse una mañana y ver que tamaña hija de puta yacía a su lado.

Pero empecé hablando de las cenas que nos pegamos los compañeros y compañeras del master. Ahí es donde surgen anécdotas tremendas. Ahí es donde llegamos a concluir que las guerras son un factor vital en el control de la superpoblación y en la educación de las generaciones más jóvenes. Una guerra hoy contando con tanto cabeza de cenicero como carne de cañón no sólo supondría el nacimiento de una nueva doctrina en relaciones internacionales (cada escuela de pensamiento nace tras una gran guerra) sino que debería suponer un cambio en las tácticas y estrategias al uso. ¡Nada de bajas cero! ¡Nada de arriesgar con el uso de altas tecnologías! ¡Vuelta a los asaltos frontales con masas de infantería reemplazable! ¡Educados con Gran Hermano y con Tata Golosa! ¡Millones de infantes cuyo único objetivo en la vida es tener un coche de colores con alerones y enormes altavoces para despertar a sus vecinos con su decadente chunda-chunda!

Es en esas cenas donde concluimos que hay ascensos en la vida laboral que suponen un castigo mayor que el despido ¡Como ser elegido Ministro en Líbano! ¡A esos políticos más que felicitarles les dan las condolencias por adelantado! ¡Es ahí donde descubrimos la relación entre los voluntarios yihadistas y los alienígenas de la película Predator! ¿A dónde van ellos a liarla sino a lugares donde hay conflicto armado y hace calor? Y sobretodo es en esas cenas donde una salida a destiempo puede suponer arriesgar la vida en lugar del empleo.

Como cuando me senté a cenar junto a tres tipos de Operaciones Especiales que empezaron a bromear con los diálogos de la película Acorralado (todos lo hacen... parece que se lo enseñen en La Academia) Tratad de adivinar cuál de las tres siguientes frases soltó vuestro bocazas preferido:

  • - Me da igual cómo estén los entrantes, he comido cosas que harían vomitar a una cabra
  • - Este vino es tan malo que haría vomitar a una cabra
  • - ¡Caballeros! ¡Esa frase es de una película tan mala que haría vomitar a una cabra!

Aunque la anécdota superior, la que sí puso en peligro mi vida, y de la que culpo a la maldita televisión, vino cuando me senté junto a tres compañeros de La Armada muy educados y poco habladores. Habían empezado a bromear con frases de célebres películas y series relacionadas con el gremio de la seguridad (en cuya pirámide ocupo uno de los escalones más bajos)

  • - ¡Y entonces va y dice eso de "Alégrame el día"
  • - ¡O la del personaje de Marco Antonio! "No pienso levantarme de esta cama hasta que me tire a alguien"

Sólo en un momento así, ante la mirada perpleja de los tres, ojos saltones rebosantes de ira y ganas de demostrar los conocimientos adquiridos en misiones de paz por medio mundo, puedo abrir la bocaza sin pensar y citar una frase celebérrima de la serie The Unit:

Prefiero una hermana puta que un hermano en la Marina...

Maldita televisión.