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Me Cago En Mi Vida

LA RISA DE UN GATO

LA RISA DE UN GATO

Muchos os preguntaréis cómo se ríen los gatitos. ¿Es que acaso carecen de sentido del humor? Pues no, pues unas narices. Un gato se ríe a gusto, y utiliza su lenguaje corporal para expresar complejas emociones que sólo un amo o ama con un especial sentido de la empatía (especialmente retorcido) es capaz de interpretar. Por ejemplo, cuando me cargo algo, o me cago en el sofá para llamar la atención. Golfo se lía a pegarme gritos y yo, tan pancho, me siento, estiro una patita trasera y empiezo a lamerme las pelotas.

 

No hace falta un master en comunicación humano-animal para percatarse de que le estoy comunicando al homínido con el que comparto espacio vital que me toca los cojones lo que pueda decirme: A mí, o se me hace caso o toca limpiar el sofá.

 

Respecto a la risa de un gatito, os mostraré el proceso para que comprendáis, cotejando el nivel sonoro de los ronroneos, cuándo me río y cuándo no.

 

Digamos que Golfo duerme plácidamente en uno de esos días libres en los que no le ha tocado un turno de noche. De repente, una presión de almohadillas en la cara le despierta. Mi patita. Estoy sentado en la mesilla de noche y le veo tan angelicalmente dormidito que no me resisto. Entonces estira un brazo y empieza a hacerme carantoñas.

 

¡Funciona! Es el momento de la fase dos. Empiezo a caminar al rededor de él, pasando un par de veces por encima. La zona del pecho es crítica, pero debe manipularse con cuidado. Sólo se debe oprimir el diafragma cuando, de manera combinada, se frota la cabecita contra su nariz, de manera que tenga que expulsar todo el aire, y no pueda coger más debido a que sus fosas nasales están bloqueadas por un montón de pelo felino.   En esta fase, hay que emitir ciertos ronroneos sedantes para evitar que la víctima se sobresalte.

 

Fase tres, recostarse contra la víctima, si reposa un brazo cerca, poner las patitas encima. Apoyar la cabeza y ronronear más. Es en la fase tres donde se nota la carcajada gatuna: Justo cuando la víctima (Golfo) gira la cabeza, es cuando el nivel sonoro de los ronroneos llega a límites insospechados. Sobretodo cuando ve el reloj de la mesilla de noche y se da cuenta de que son LAS CUATRO DE LA MAÑANA.

5 comentarios

sarah -

yo amo a los gatos y a los portugueses n___n

Golfo -

Bueno, conozco gente más moderada que habla de la Comunidad Autónoma de Portugal...

klaus -

Me ofendes!! Yo amo a los portugueses, tanto que me quiero unir a ellos bajo un mismo país: La Gran Iberia.

Golfo -

Has olvidado que también odias a los "jipis" y a los portugueses, pero ya te vale... Odiar a los gatitos...

klaus -

Odio a los gatos casi tanto como a los bakalas.