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Me Cago En Mi Vida

REBOTANDO DE UN LADO PARA OTRO (y III)

REBOTANDO DE UN LADO PARA OTRO (y III)  

Bueno, pues había pasado por dos lugares, pero como los cuadrantes de este mes ya estaban hechos, había que buscarme un tercer lugar para pasar lo que me quedaba de mes (más de la mitad).

 Primera llamada:  

-         Oye, que soy de Inspección y nos han dicho que querías hacer horas

-         ¿Cómo?

-         Veo que tienes habilitación, pero te falta carnet de conducir y licencia de armas

-         Bueno, también me falta una casa en propiedad y una amante de grandes tetas, pero básicamente aciertas

-         Tenemos un polígono industrial del tipo Área 51[1]... también un plantón en la RENFE a tomar por saco y el metro... 

 

Lo primero que me vino a la mente fue aquella tira cómica de Dilbert en la que le proponían al jefe un nombre para un nuevo producto: Le daban primero una opción mala, para que la rechazase, y luego las que querían ellos. El funcionamiento del cerebro de un jefe es terriblemente simple, casi como el de un simio según Scott Adams. Después pensé en “El Club de la Lucha”, cuando Tyler Durden le pide al protagonista que le golpee: ¿El metro? Hmmm, no quiero morir sin cicatrices...

 

-         Señor, voy a hablar con mi coordinador para que me de días de vacaciones.

 

Si de algo se pueden quejar los coordinadores es del derecho que tiene un vigilante a rechazar un servicio. Seguro que en sus sueños, además de perros parlantes y clones desnudos de Hitler, existe la figura del Comisario Político ex-soviético que apunta al personal operativo con una Makarov y le dice “Ia edstás iendo parrra edsa puta obrra! Davai!”

 

Segunda llamada:

 -         Hola-holitaaa, somos de la florida y primaveral inspeccioooón. Tenemos algo que te puede interesaaar. Se trata de un hotelito que puede que te quede algo lejitos de casa, pero en seguidita de damos el numero de telefonito del alegre compañero que está allí. Estará encantadito de indicarte como llegaaaara. 

 

Evidentemente mi respuesta fue que no. Lo divertido fue que el compañero que estaba allí era Murci... y que quien fue en mi lugar fue el Gurú.  Él ya lo dijo claramente: Zi tengo que id hazta allí, que tengan la dezenzia de llevadme.

 

Entonces entró en juego mi coordinador.

 -         Chico, te he encontrado algo. Habrá que trabajar ¿No?

-         (Me pregunté por qué coño está tan amable... me habían hablado de un destino en este equipo que era una auténtica mierda: Una puta obra en algún lugar de Madrid (miré en Internet y en lugar de una dirección sólo había un mapa de la comunidad con un punto rojo cerca de una autovía) No irás a mandarme a ese lugar del que habla todo el mundo, ese donde la garita es un coche que no podré mover porque no sé conducir...

-         La gente habla mucho, no les hagas caso. Tendrás una garita con calefacción... ¡Llévate los libros! Te voy a dar el teléfono de tu compañera esta noche para que te alcance en su coche

-         (Ojo a la jugada: Una mujer que no me conoce me iba a recoger en el centro de Madrid para llevarme a un lugar cuya ubicación no conozco... lo que nadie me dijo es si la chica estaba de acuerdo ¿Veis normal montar a desconocidos en vuestro coche particular?) ...esteeee...

-         Espera que tengo una llamada (esta es una de las innovadoras tácticas-comadreja de los coordinadores basada en hablar y no dejar que les hables)

 

(minutos después)

 - Oye, ya sabes que la gente habla mucho, el sitio no está tan mal... recuerda que trabajas en PROSEGUUUURL (que un coordinador trate de torearte y encasquetarte un servicio chungo tiene gracia... pero que te lo diga imitando a Chiquito de la Calzada no tiene precio... ¡Benditas grabadoras!) 

 

Pasó el día, y mientras compartía unas cervezas con el bueno de Murci volvió a sonar mi teléfono... y era él

 -         Oye ¿Me puedes hacer un favor[2]?

-         A ver...

-         Necesito que vayas a este sitio de día

-         Déjame calcular... si no tengo carnet de conducir, y el primer transporte público pasa por mi barrio a las seis de la mañana ¿Cuánto voy a llegar tarde y cómo se lo tomará el compañero o compañera que lleva allí más de doce horas?

-         ¡Ups! ¡Tengo otra llamada! 

Al día siguiente recibía la comunicación más patéticamente extraña de mi vida como vigilante: Un SMS que me decía que se anulaba ese servicio... pero al día siguiente recibí una llamada de un tercero.

 

Un nuevo Sheriff en la ciudad

Si hay alguna duda, el Sheriff era yo. Y la ciudad era corporativa... y enorme, y con un montón de compañeros armados. Generalmente sustituir a un compañero armado se interpreta como una mala noticia. Si el tipo o tipa a quien sustituyes trabaja con un arma es por algo. Este debe ser uno de esos casos raros en los que resulta que nos equivocamos: Coordinación presente 24 horas, un jefe de equipo que te visita varias veces a lo largo del turno y amabilidad por todas partes. Incluso me han sugerido que me saque la licencia de armas para trabajar allí. Con eso y unas gafas de espejo...

 

Respecto a la fauna local, cabe decir que la presencia de picaderos y cotos de caza cerca me han permitido ver gatos, liebres e incluso una pareja de zorros correteando por la ciudad. Tras una lluvia bíblica, lo más raro que apareció por allí fue ¡Un cangrejo! ¿Qué cojones hacía allí una cangrejo? La respuesta del jefe fue que algún jardinero se habría traído paella para comer y no encontró otro lugar donde tirarlo.

 Tanta fue la amabilidad que, incluso, el primer día, dos compañeros me acercaron al metro más cercano. La conversación sobre fútbol (se acercaba el derby) y sobre lo mal que iba el sector de la seguridad privada era inevitable, así como la primera pregunta que me soltaron en frío ¿qué te parece que los extranjeros puedan trabajar como vigilantes? 

Si algo tenía de malo era la distancia: Un metro, un autobús que sale cada hora y un trayecto de unos 20 minutos (sin tráfico) y la aterradora posibilidad de llegar tarde a relevar a un tipo que lleva un kilo y medio de acero colgando de la cintura (ya sabéis a qué me refiero)... podría ser peor si lloviese... no, esperad, sí que llovió. Y aunque el destino ha resultado mejor de lo esperado, allí, bajo la lluvia compuse una oración a un santo popular pidiendo que mi coordinador contrajese la serie de enfermedades venéreas que se merece (es buena persona... pero en situaciones imprevistas acaba por mandarte a lugares realmente lejanos)

 Oh, San Genarín, patrón de borrachos, vagos y puteros

Te propongo un nuevo objetivo para tu escupitajo certero

Mi coordinador dice darme un destino que me merece

Y te pido que a cambio él contraiga un buen herpes 

Tricomonas, Sífilis, Clamidia, Chancro o gonorrea...

Mientras le duela o le pique, que se contagie de lo que sea

Lo mismo me da Tricomonas o Condilomas, poco importa si lo pilla

Si no se te ocurre nada, te sugiero unas buenas ladillas

 Tan sólo que le pique o le duela

De eso lo que te venga en gana

Y si no pueden ser venéreas

Considera unas buenas almorranas    

 



[1] Consultar referencias al Área 51 en otros artículos de esta sección publicados hace poco

[2] Lo que se llega a aprender en un sólo mes: Hay tres frases que un coordinador repetirá a lo largo de su carrera a un vigilante, frases que le servirán para valorar tu disposición hacia el trabajo... de hecho tu disposición para trabajar de más o fuera de tu disponibilidad. Las frases son:

-          "Estoy buscando un puesto a tu altura" /  "Tengo el puesto que te mereces"  (traducción: "Soy incapaz de darte algo normalito"  /  "He encontrado un servicio que no quiere nadie, así que voy a tratar de colártelo")

-          "Necesito que me hagas un favor" /  "Este negocio funciona a base de favores"  (traducción: "Sí, hay un puesto que nadie quiere ocupar, y yo no quiero que sepas por qué, te haré creer que te devolveré el favor de ir allí, pero dependiendo de con qué pie me levante el día de devolvértelo lo haré o será imposible. Debería tener una lista de gente a la que le debo favores, pero ¿Acaso crees que éste es un trabajo normal?"

-          "Un abrazo, amigo" / "¡Hombre (...nombre equivocado...)! ¡Encantado e verte!"  (traducción: "Espero que no tengas acceso a armas de fuego" /  "¡Joder! ¿Por qué están bloqueadas todas las salidas?"

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