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EL TEKKEN ES UN JUEGO PARA BAKALAS

EL TEKKEN ES UN JUEGO PARA BAKALAS

La reciente revelación en uno de mis últimos escritos acerca de una sociedad de mentes preclaras expertas en estar sentados en un incómodo sofá (omitiré el epíteto “de mierda”) viendo la tele me ha inspirado a crear esta nueva sección que, espero, sea del gusto del erudito lector. Más que nada por si dentro de diez minutos ocurre otra cosa, digamos que pasa una mosca, y se me ocurre crear una sección llamada “Esa hija de puta negra con alas que me acaba de desconcentrar”.

 

La presente sección recogerá los debates más freaks que se den sin presencia de Murci (que ya tiene su propio espacio) con temática general, y con el interés de mejorar la condición humana, así como de preservar el continuo espacio-tiempo. No es que no tenga sobre qué escribir (mira que pasan cosas a diario... por ejemplo la publicación de los Diez Preceptos del Dieguismo –me refiero a la Iglesia Maradoniana-) sino que, sencillamente, suelen ocurrírsenos cosas realmente divertidas[1] cuando estamos sentados en ese jodido mueble de tortura viendo la caja tonta.

 

El primero de los diálogos a resaltar en esta nueva sección, se dio anoche cuando, viendo una película de un tipo al que putea un francotirador mientras está en una cabina en plena Nueva York, pusieron un anuncio en el que destacaban imágenes de un clásico videojuego: Tekken. La chispa que inició el incendio, el detonador que inició el mecanismo explosivo, la primera trompeta de este Apocalipsis sui generis fue una de esas frases que decimos sin pensar en las consecuencias, en el cabreo colectivo que vamos a desencadenar, en el linchamiento público a manos de una horda de hunos furiosos. Una frase del tipo “El genocidio no es una cosa tan mala”, “Quien dice que no había motivos para invadir Irak es marica” o “César Vidal no habla 17 idiomas”. En mi caso la frase fue:

 “¿Tekken? ¡Ése es un juego para bakalas!” 

 

De inmediato (de hecho para variar), tanto Baby como el Gurú cargaron contra mí sedientos de sangre erudita, de cerebro de no zombi, de ganas de quemar a un brujo. La primera, para variar, ella:

 -         Seguro que este imbécil (sé que lo dice con cariño) se ha terminado el juego varias veces y conoce el nombre de todos los participantes del torneo

 

-         ¡Falso! Yo sólo llegué a jugar al Street Fighter, de donde recuerdo a Ryu (presente en la mayoría de juegos relacionados con repartir leña de los años 80), a Guille (porque se llamaba como uno de mis compañeros de colegio) y a aquel tipo verde que mordía cabezas.

 

-         Ahoda diddáz que todoz loz juegoz de lucha zon de bakalaz y que otdoz como el Doom 3 no lo zon. Me guztan loz juegoz de lucha. ¿Me conviedte ezo en un bakala? 

Como si se tratase de Islero entrando al galope en una plaza en busca de los puntos vitales de Manolete, el Gran Gurú cargaba contra mi persona con un argumento bien intencionado, pero fácil de atacar

 -         Baby, cariño, tráeme un cenicero. Voy a cortarle el pelo al Gurú

-         ¡Ezo! ¡Chiztezilloz! ¿Qué paza? ¿Que vozotroz loz jugadodez de Doom 3 dizcutíz zobre Schopenhauer entde padtida y padtida?

 -         ¡Pues claro! ¿Cómo crees que te puedes cargar al superzombi que te espera en la puerta de los Laboratorios Alpha si no usas la Schopenhauer de 12,7 milímetros? Hay juegos para bakalas, sencillos, sin historia, repetitivos... y hay juegos para gente más inteligente, que requieren usar estrategias, pensar, dedicarle tiempo...

-         Zí, clado, como loz juegoz de cochez

-         Pero hay juegos con partes indispensables de conducción que son complejos y entretenidos, como la saga GTA

-         No metamoz a GTA en ezto 

Baby volvía a la carga, abriendo un frente oriental en mi gran campaña argumentativa...  

 

-         Pues hay juegos de coches que están muy bien. De todos modos, yo recuerdo estos juegos de lucha y me gustaban. Le ganaba a mi hermano y todo.

-         Seguro, porque los juegos en los que le ganas a tu hermano molan, y aquellos en los que él te gana son “de bakalas”. Ahora dirás que el ajedrez es para bakalas.

 

-         Cdeo que te eztáz yendo pod laz ddamaz

 

-         ¡Oh! Siempre que no podéis ganarme una discusión es porque me voy por las ramas! ¡Sois como Hitler!

                                               

 PD: Ah, feliz cumpleaños, Baby.


[1] Esta es una afirmación subjetiva, puede que a usted no le parezca gracioso. En tal caso, no se ría

2 comentarios

Golfo Blanka -

Es como en aquel concurso "El Rival más débil". Los débiles se alían para echar al fuerte.

FIGHT!

El abuelo -

Jajajaja, ya veo que tienes las de perder con esos dos. Por cierto, de Bakalas, no creo que sean pero malos de cohones sí.

Por cierto, que tengo ganas de ver al Gurú con un corte de pelo a lo cenicero.

De todas maneras, creo que sobre temas de Bakalas, mejor escucha al Gurú, que a parte de su sabiduría ancestral, del tema sabe un huevo, tanto como para poder escribir un ensayo de sociología. Les hemos observado intentar abrir puertas de cristal a cabezazos, comunicarse a gruñidos con otro Homo Bakaliensis que estaba en la calle de al lado, etc, etc...

Hasta luego y felicita a Baby de mi parte.